Cómo cayó el asesino brasileño que huyó de la policía durante 14 días y fue recapturado gracias a un perro

Danilo Cavalcante, que portaba un rifle calibre 22, terminó su aventura en un dramático operativo: en el momento de mayor tensión, un can llamado Yoda hizo el trabajo principal y no fue necesario ningún disparo

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El fugitivo fugitivo Danelo Cavalcante, de 34 años, un brasileño que escapó de la prisión del condado de Chester, donde esperaba ser trasladado a una prisión estatal para cumplir cadena perpetua por matar a su ex novia. Policía Estatal de Pensilvania/Folleto vía REUTERS
El fugitivo fugitivo Danelo Cavalcante, de 34 años, un brasileño que escapó de la prisión del condado de Chester, donde esperaba ser trasladado a una prisión estatal para cumplir cadena perpetua por matar a su ex novia. Policía Estatal de Pensilvania/Folleto vía REUTERS

En una serie de eventos que mantuvo en vilo a las autoridades y a la comunidad de Pensilvania, el intento de escape de Danelo Cavalcante llegó a su punto culminante este miércoles en medio de una lucha contrarreloj, contra la naturaleza y con algo de fortuna.

Por la mañana, la gran ayuda para las autoridades llegó a través de una alarma antirrobo que se activó en las primeras horas de la madrugada. Era en una zona norte del condado, pero el asesino fugado no se encontraba en el lugar. Sin embargo, esto desencadenó una serie de eventos cruciales en la pesquisa.

La búsqueda, la señal de calor y Yoda

Los equipos ya estaban rastreando una zona cercana, y la activación de la alarma redirigió su atención al área inmediata. Poco antes de la una de la madrugada, un avión de la DEA que colaboraba en la búsqueda detectó una “señal de calor”. Esto marcó un punto de inflexión, ya que los equipos convergieron hacia esa fuente.

Sin embargo, una tormenta eléctrica obligó a las aeronaves policiales a retirarse temporalmente. Los equipos tácticos en tierra mantuvieron la zona durante la tormenta, preparándose para lo que vendría a continuación.

Un grupo armado, acompañado de perros de búsqueda, esperó pacientemente hasta que la tormenta pasara. Poco después de las 8 de la mañana, finalmente convergieron en el área de la señal de calor.

La operación fue hecha con sigilo, para evitar que quien fuere que estaba oculto se percatara de que una patrulla lo estaba rodeando. Cuando se percató de la estrategia, era demasiado tarde para él.

Cavalcante, aparentemente desesperado, intentó escapar gateando entre la densa maleza, llevando su rifle consigo.

Fue en vano. Yoda, un perro entrenado de la policía, denominados K-9 de la Unidad Táctica de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos lo alcanzó, lo mordió y lo sometió pese a su resistencia. Finalmente, los agentes llegaron en su ayuda y detuvieron al asesino. No fue necesario disparar: el rifle robado en los días previos había quedado a un par de metros de distancia.

Habían pasado 14 dias desde que trepara las paredes como un cangrejo y atravesara alambres de púas para eludir la seguridad de la prisión de Pensilvania. Estaba vestido con una sudadera desgastada en la que apenas se podía leer el nombre del equipo de fútbol americano: “Philadephia Eagles”. El águila blanca se destaca un poco más.

La policía recortó la tela en la espalda y eso dejó ver un tatuaje que confirmó su identidad. Yoda había dado con el hombre que buscaban cientos de oficiales.

Yoda, un perro belga Malinois de 4 años que sirve con la unidad BORTAC K9 de la Patrulla Fronteriza de EEUU que participó en la detención del fugitivo Danelo Cavalcante liderada por la Policía Estatal de Pensilvania, se ve en una fotografía sin fecha. Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU./Folleto vía REUTERS
Yoda, un perro belga Malinois de 4 años que sirve con la unidad BORTAC K9 de la Patrulla Fronteriza de EEUU que participó en la detención del fugitivo Danelo Cavalcante liderada por la Policía Estatal de Pensilvania, se ve en una fotografía sin fecha. Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU./Folleto vía REUTERS

El traslado

Era un final inevitable para el recluso que había desatado una intensa búsqueda. El gobernador de Pensilvania, John Shapiro, dijo que el asesino confeso, de nacionalidad brasileña “estaba desesperado y era solo cuestión de tiempo”.

Finalmente, a las 8:18 de la mañana, un despachador del condado de Chester anunció el alivio tan esperado: “La búsqueda de Danelo Cavalcante ha terminado”. La comunidad, las autoridades y los residentes locales pudieron respirar con alivio tras la captura del fugitivo.

Cavalcante fue trasladado a una prisión en la que tendrá que cumplir la cadena perpetua a la que estaba condenado por matar a su novia, Deborah Brandao, en abril de 2021 en la casa que compartían.

Imágenes ofrecidas por los medios lo mostraron esposado con las manos en la espalda antes de ser introducido en un furgón policial y con ropa distinta a la que llevaba en las últimas fotografías oficiales.

Su caso ha levantado gran expectación entre los medios de comunicación estadounidenses y ha mantenido en vilo al condado de Chester durante unos días en los que ha sido visto en varias ocasiones. El domingo robó un arma a un ciudadano que intentó enfrentarse con él.

“Nos preocupamos profundamente después de que el sospechoso robó el arma, pero fue detenido esta mañana sin disparos”, afirmó en la rueda de prensa el gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Saphiro.

“Quiero agradecer a los dedicados profesionales encargados de hacer cumplir la ley de todos los niveles que todos los días salen de sus hogares y dejan a sus familias para mantenernos a salvo”, apuntó sobre el operativo en el que han participado más de medio millar de efectivos de distintos cuerpos policiales.

El preso, descrito como un individuo “extremadamente peligroso”, había sido visto en las últimas horas al sur de municipio de Coventry y las fuerzas del orden habían solicitado a la población de la zona que cerrara bien sus domicilios, negocios y propiedades y llamara al 911 si lo localizaban.

Un asesino trepó una pared para no ser visto por los guardias

Cavalcante, de 34 años y nacido en Brasil, se escapó el 31 de agosto de la prisión del condado de Chester en Pocopson Township, en el sureste de Pensilvania. Ahí estaba a la espera de ser trasladado a una cárcel estatal tras ser condenado el pasado 22 de agosto por matar a su pareja después de que ella descubriera que lo buscaban por un caso de homicidio en Brasil que se remonta a 2017.

El ahora ex prófugo huyó de la cárcel el 31 de agosto trepando entre dos paredes del patio de ejercicios. En el vídeo se ve al hombre apoyar sus brazos y piernas a ambos lados de las paredes y avanzar poco a poco hasta que desaparece del plano. Este miércoles la fuga llegó a su fin.

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