Imágenes aéreas captaron el éxodo de vehículos abandonando el recinto de Burning Man, después de que los organizadores reabrieran la carretera de salida del remoto festival del desierto de Nevada.
Las inesperadas lluvias del verano (boreal) convirtieron el festival anual de artes contraculturales, de una semana de duración, en una pesadilla de barro. Durante días, hasta 70.000 personas recibieron la orden de no moverse del lugar y conservar alimentos y agua, mientras las autoridades cerraban las carreteras y obligaban a los vehículos a no moverse.
Según informaron las autoridades el domingo, una persona murió en el festival, pero no se dieron más detalles. Se estaba llevando a cabo una investigación.
Los organizadores pidieron a los asistentes que no salieran a pie del desierto de Black Rock, a unos 177 kilómetros al norte de Reno, como habían hecho otras personas a lo largo del fin de semana, entre ellas el famoso DJ Diplo y el cómico Chris Rock. No especificaron el motivo.
El festival había sido cerrado a los vehículos después de que cayera más de 1,3 centímetros de lluvia el viernes. El cierre de las carreteras se produjo justo antes de que se prendiera fuego a “The Man” el sábado por la noche. El acontecimiento culmina tradicionalmente con la quema de la gran efigie de madera con forma de hombre y de la estructura de madera de un templo durante las dos últimas noches, pero los incendios se pospusieron al lunes por la noche mientras las autoridades trabajaban para reabrir las rutas de salida antes de que finalizara el fin de semana del Día del Trabajo.
“Estamos un poco sucios y embarrados, pero los ánimos están caldeados. La fiesta sigue en marcha”, afirmó Scott London, un fotógrafo del sur de California, añadiendo que las limitaciones de viaje ofrecían “una visión del Burning Man que muchos de nosotros no llegamos a ver”.
La reunión anual, que comenzó en una playa de San Francisco en 1986, atrae a casi 80.000 artistas, músicos y activistas para una mezcla de acampada en la naturaleza y actuaciones vanguardistas. Las interrupciones forman parte de la historia reciente del acontecimiento: las tormentas de polvo obligaron a los organizadores a cerrar temporalmente las entradas al festival en 2018, y el evento se canceló por completo dos veces durante la pandemia.
El evento hace hincapié en la autosuficiencia. En medio de la inundación, se instó a los asistentes a conservar sus alimentos y agua, y la mayoría permaneció refugiada en el lugar.
Burning Man comenzó el 27 de agosto y estaba previsto que terminara el lunes, con los asistentes recogiendo y limpiando lo que habían ensuciado.
(Con información de Reuters y AP)