Es demócrata, abogado ecologista, político y escritor. Es sobrino del ex Presidente asesinado John F. Kennedy e hijo del Senador y Fiscal General, también asesinado, Robert F. Kennedy. Está relacionado con la política, pero (hasta ahora) es la excepción a la regla. Es la primera vez que participará como candidato a la presidencia de Estados Unidos en 2024. Conocido por promover la desinformación anti-vacunas y las teorías conspirativas sobre la salud pública, el año que viene va a intentar revertir la radiografía de Estados Unidos. Tiene ideas muy radicales que pueden hacer que la gente piense y lo apoye, o que incluso cruce la calle para evitarlo. Esta es la breve pero interesante conversación que mantuvimos con él.
—Además de ser portador de un apellido, ¿qué lo motivó a involucrarse en política?
—Un apellido no es una calificación para la política. He hecho todo lo posible por mantenerme al margen de la política durante toda mi carrera. Entré en la carrera presidencial porque ya no podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo nuestra nación se sumía en un espiral divisorio, censura, corrupción y pobreza para muchos en medio de la riqueza para unos pocos.
—¿Cuáles son las principales políticas públicas que está buscando promover en su campaña?
—La economía: mi principio rector es que las personas que trabajan duro deben tener una vida digna. Mi gobierno se centrará en la clase trabajadora y en la clase media. Estamos desarrollando políticas concretas como abaratar el costo de la vivienda con bonos libres de impuestos para poner hipotecas del 3% al alcance de millones de estadounidenses. Subvencionaremos las guarderías, aumentaremos el salario mínimo, apoyaremos los sindicatos, pondremos fin a la guerra de Ucrania que dispara los precios del combustible y haremos que las empresas paguen lo que les corresponde. Seguiremos políticas comerciales que tiendan a la “carrera hacia el abismo” que enfrenta a los trabajadores estadounidenses con los de los países con salarios bajos.
Paz e infraestructura: Biden ha llenado su administración de halcones de guerra y ha seguido una política de confrontación máxima con Rusia y China. Yo voy a reducir el ejército y las guerras de cambio de régimen y las aventuras militares, a forjar relaciones pacíficas y de cooperación en todo el mundo, y a devolver los billones de dólares a nuestro propio país para hacernos fuertes de nuevo desde adentro, mediante la modernización de las infraestructuras y la revitalización económica.
Corrupción: el presidente Biden, como sus predecesores, preside una corporatocracia corrupta que se ha apoderado de los organismos federales que se supone deben proteger al pueblo. Los zorros se han apoderado del gallinero. Tengo 40 años de experiencia demandando a estas agencias. Sé cómo funcionan y lo que hay que hacer para limpiarlas. Voy a inaugurar una nueva era de honradez y transparencia. Cerraré de golpe la puerta giratoria. Desvincularé la financiación empresarial de la investigación gubernamental.
Libertades civiles: el gobierno de Biden ha fomentado activamente la censura de las redes sociales por parte de las grandes empresas tecnológicas y ha actuado en connivencia con ellas. Como Presidente, dejaré que los estadounidenses digan lo que quieran, escuchen lo que quieran y piensen lo que quieran. Pondré fin al estado de vigilancia y devolveré a las agencias de inteligencia su función propia de protegernos de las potencias extranjeras hostiles.
La frontera: la frontera abierta del presidente Biden ha sido un desastre para nuestro país y para los inmigrantes, ya que los cárteles han llenado básicamente el vacío. Sellaré la frontera, al tiempo que ampliaré la inmigración ordenada y legal.
Medio ambiente: seré el Presidente medioambiental más firme desde Teddy Roosevelt. Mi política medioambiental se centrará en las personas y los lugares. Mi administración conservará los espacios naturales, restaurará los bosques y los humedales, regenerará los suelos agrícolas y limpiará los productos químicos tóxicos que están enfermando a las personas y a la naturaleza. Buscaremos tecnologías energéticas limpias que tengan sentido. Fomentaremos una mayor producción local de alimentos y una agricultura regenerativa mediante cambios en la normativa y las subvenciones agrícolas.
—¿Cómo podrían mejorarse las relaciones entre EEUU y la ONU?
—Estados Unidos debe volver a ser un ciudadano responsable del mundo. Debemos restablecer nuestra autoridad moral siendo una fuerza de paz, no de guerra. Debemos dejar de apoyar golpes de estado y gobiernos autoritarios. Entonces se acabarán nuestras relaciones exteriores adversarias y dominantes, y mejorarán nuestras relaciones con la ONU y con las distintas naciones.
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