El Gobierno de Estados Unidos ha condenado el lanzamiento de un satélite de vigilancia que Corea del Norte ha intentado poner en órbita y ha señalado que, aunque el programa ha fracasado, aumenta las tensiones, por lo que ha pedido a las autoridades norcoreanas que “se sienten a la mesa de las negociaciones serias”.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adrienne Watson, ha señalado que Washington “no ha cerrado la puerta a la diplomacia, pero Pyongyang debe cesar inmediatamente sus acciones provocadoras y en su lugar optar por el compromiso”.
“El lanzamiento utilizando tecnología de misiles balísticos, pese a su fracaso, es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aumenta las tensiones y corre el riego de desestabilizar la situación de seguridad en la región y más allá”, reza un comunicado publicado por la Casa Blanca.
Watson, que ha instado a la comunidad internacional a condenar el lanzamiento, ha criticado que este intento de lanzamiento ha “involucrado tecnologías que están directamente relacionadas con el programa de misiles balísticos intercontinentales” del país asiático.
El régimen de Corea del Norte había reconocido minutos ante el fracaso de su satélite de vigilancia, al igual que ocurrió hace casi tres meses, por lo que ha adelantado que habrá una tercera tentativa en los próximos meses.
Las autoridades norcoreanas han informado de un “error” en la tercera fase del despegue, en el que se ha tratado de poner en órbita el satélite ‘Malligyong-1′ mediante la utilización de un cohete, según la nota divulgada por la agencia de noticias oficial KCNA.
Tanto las autoridades surcoreanas como las niponas habían expresado en los últimos días su preocupación ante un inminente desafío armamentístico, en la medida en que Pyongyang no había ocultado su malestar por el inicio de maniobras conjuntas en la zona y por el encuentro a tres bandas en Camp David entre los principales líderes de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
El fracaso del lanzamiento
El Gobierno japonés ha informado de que se presume que el satélite de vigilancia que Corea del Norte ha intentado poner en órbita este jueves “se separó en varias partes y todas cayeron fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Japón”, pese a que el artefacto sobrevoló el espacio aéreo de Okinawa, la isla más septentrional del archipiélago.
Las autoridades niponas han comunicado que utilizarán los servicios de alertas para transmitir información al público sobre los controles de seguridad en las zonas que se presuponen afectadas, aunque no se han notificado daños en aeronaves o embarcaciones por el momento.
Tokio ha presentado una “enérgica condena” contra Corea del Norte, al tiempo que ha advertido que este tipo de acciones constituyen “un grave desafío para la comunidad internacional” en su conjunto, que, tal y como recuerda, ha pedido repetidamente a Pyongyang que “cumpla plenamente” con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
“En este contexto, es sumamente lamentable que Corea del Norte haya vuelto a realizar un lanzamiento que violó las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, especialmente uno que sobrevoló el archipiélago japonés”, reza un comunicado del secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno.
En este sentido, ha denunciado que Corea del Norte ha “lanzado repetidamente misiles balísticos” y “esta serie de acciones provocativas” que “suponen una amenaza aún más grave e inminente para la seguridad de Japón”.
Por ello, ha instado “una vez más” al régimen norcoreano a implementar “inmediata y plenamente las resoluciones pertinente del Consejo de Seguridad de la ONU y a tomar medidas concretas para la resolución integral de cuestiones pendientes de preocupación, como los secuestros y las cuestiones nucleares”.
(Con información de Europa Press)
Seguir leyendo: