De acuerdo a un reciente estudio de Climate Central, una reconocida organización sin fines de lucro, Miami comparte con Chicago el tercer puesto entre 44 grandes ciudades de Estados Unidos en la lista de las que más intensamente sufren el “efecto de isla de calor urbana”.
Así se denomina al aumento de las temperaturas específicamente en áreas metropolitanas a causa de la construcción de edificios y carreteras que reemplazan a la vegetación natural.
La importancia de este fenómeno radica en que puede comprometer la habitabilidad de las ciudades y elevar el riesgo de complicaciones de salud relacionadas con altas temperaturas, según indicó Axios. Pero eso no es todo: también se traduce en un consumo energético mayor, con el consecuente aumento en los costos, debido a la necesidad de los ciudadanos de usar aire acondicionado para refrescarse.
Un aspecto preocupante del estudio es que revela que los barrios de bajos recursos son los más afectados por este fenómeno, lo cual denuncia la existencia de una desigualdad climática. Las áreas más adineradas tienden a tener mayor cantidad de vegetación y menos concentración de inmuebles, lo que las protege parcialmente de este efecto.
En el informe de 2023 sobre puntos preocupantes de calor en las ciudades, Climate Central presenta el índice de isla de calor urbana (UHI). Esta métrica da cuenta de cuánto más cálidas resultan ciertas zonas debido a las infraestructuras humanas.
En el caso de Miami, el UHI promedio es alarmantemente alto: suma 8,3 °F (4,6 °C) a la temperatura ambiente de la región donde se encuentra la metrópolis. En algunos barrios, como Brickell y Edgewater, donde predominan edificios altos y hay escasez de árboles, este índice se dispara a 12 °F (6,7 °C).
El documento arroja luz sobre el papel fundamental que juega el albedo, es decir, la proporción de luz solar que es reflejada por una superficie. Elementos urbanos como carreteras, construcciones para viviendas y estacionamientos absorben la luz solar y la irradian nuevamente en forma de calor.
Para poner en contexto, el análisis de Climate Central también señala que hay 41 millones de estadounidenses que residen en zonas urbanas afectadas por este fenómeno tras experimentar un incremento de temperaturas locales de 8°F (4,4°C) o más.
A modo comparativo, otras ciudades como Nueva York y San Francisco presentan índices UHI de 9.5 °F (5,3°C) y 8.8 °F (4,8°C), respectivamente, lo cual supera a Miami.
Frente a este panorama, expertos en la materia como Kaitlyn Trudeau, investigadora asociada sénior de Climate Central, en conversación con el Miami Herald, sugirió medidas para combatir este efecto, como reemplazar superficies que absorben calor por otras que lo reflejen. Soluciones como techos blancos, pavimentos que reflejan la luz y, sobre todo, la plantación de más árboles pueden marcar la diferencia. En consonancia, los funcionarios locales establecieron la meta de aumentar la copa arbórea de Miami-Dade del 20% al 30% para el año 2030.
SEGUIR LEYENDO: