Lolita, la orca que fue figura central del Miami Seaquarium (al sur de EEUU) durante cinco décadas, murió este viernes, poniendo fin a una larga lucha de activistas por los derechos de los animales que buscaban su liberación, así lo informó el acuario en la red social X.
“En los últimos dos días, ‘Toki’ (como también se conocía a la orca) comenzó a mostrar signos graves de malestar, que su equipo médico completo comenzó a tratar de inmediato y de manera agresiva”, pero, “a pesar de recibir la mejor atención médica posible falleció el viernes por la tarde... se cree que de una afección renal”, anunció el Miami Seaquarium.
Esta misma semana, sin embargo, informes divulgados por medios locales daban cuenta de que la famosa ballena estaba alimentándose muy bien e incluso el centro había hecho una inversión de miles de dólares para mejorar las condiciones del estanque donde se encontraba.
En marzo, el condado de Miami-Dade había anunciado planes para transportar a Lolita de vuelta al océano frente a las costas del estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos, en los próximos dos años.
“Junto a los muchos miamenses que crecieron visitándola (a Lolita), las generaciones de activistas de todo el mundo que se inspiraron en su historia y los cuidadores que permanecieron dedicados a ella hasta el final, hoy le decimos nuestro último adiós a nuestra querida ‘Toki’”, dijo la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en un comunicado.
Capturada en 1970 en la región de Washington cuando tenía unos cuatro años, Lolita, que medía cerca de seis metros y pesaba 3,1 toneladas, fue comprada por el Miami Seaquarium poco después. Rápidamente se convirtió en la principal atracción del lugar, donde tenía su propio espectáculo.
Lolita era la única ballena que fue capturada en aguas de EEUU aún en cautiverio y una de las dos orcas más antiguas en esta condición.
Tenía problemas de salud y “los informes emitidos en 2021 y principios de 2022 sugirieron que estaba gravemente enferma”, detalló la ONG Friends of Toki (Amigos de Toki).
Durante años, los activistas habían criticado las condiciones de su cautiverio en el acuario, donde vivía en un tanque poco profundo y de apenas 24 metros de largo y 10 de ancho. El año pasado, la orca había dejado de participar en espectáculos debido a problemas de salud.
Prohibición a barcos turísticos
Tras una serie de incidentes ocurridos en los últimos años frente a las costas portuguesas y españolas, Portugal prohibió a los barcos turísticos acercarse a grupos de orcas y publicó instrucciones sobre qué hacer en caso de que se acerquen a ellas.
El Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques de Portugal (ICNF, por sus siglas en portugués) declaró que la prohibición, que se aplica principalmente a los barcos que ofrecen viajes de observación de ballenas, estará en vigor hasta finales de año.
También indica que siempre que se avisten orcas e intenten acercarse, las embarcaciones deben alejarse para evitar el contacto y, si ya están cerca, deben detenerse, dejando el motor en marcha, hasta que los animales se marchen.
Las embarcaciones turísticas marítimas más pequeñas con licencia para la observación de ballenas también han sido blanco de “ataques”, según el ICNF.
Afirmó que “se desconoce la razón de este comportamiento reciente y repetitivo hacia las embarcaciones”, pero ahora está claro que el número de cetáceos implicados en tales interacciones ha aumentado desde los informes iniciales.
Este asunto tiene perplejos a autoridades y científicos.
“Atacaron directamente al timón: no dieron vueltas al barco, no jugaron, nada... Embistieron a toda velocidad el timón”, relató el mes pasado a la agencia de noticias AFP el alemán Friedrich Sommer, describiendo los daños causados por las orcas a su velero “Muffet”.
(Con información de EFE y AFP)
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