Estados Unidos manifestó este jueves su rechazo al anuncio del régimen de Daniel Ortega de la confiscación de una reconocida universidad católica en Nicaragua.
La víspera, el régimen sandinista había ordenado el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA) en Managua así como el decomiso de sus bienes y fondos. Según el Ministerio Público, se trataba de un “centro de terrorismo” que ”organizaba grupos delincuenciales” y había participado y fomentado las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en 2018.
“La confiscación por parte del gobierno de Ortega de la Universidad Centroamericana, dirigida por los jesuitas, representa una mayor erosión de las normas democráticas y una asfixia del espacio cívico”, sostuvo el portavoz del Departamento de Estado en Washington, Vedant Patel.
“Este es un centro de primer nivel de excelencia académica, investigación independiente y esperanza para el futuro de Nicaragua. Estados Unidos condena la continua represión del régimen contra figuras e instituciones religiosas”, continuó.
Tras conocerse la usurpación, este jueves el Consejo Nacional de Universidades (CNU) nicaragüense, órgano rector de la educación superior, confirmó que en su lugar se creará la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro -un ex guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)-.
Según sostienen las autoridades, desde esta nueva institución se “garantizará la continuidad educativa de los estudiantes de grado y posgrado” de la Centroamericana.
Asimismo, durante una sesión ordinaria celebrada en el municipio de Camoapa, en el centro del país, el CNU definió oficialmente cancelar la autorización de funcionamiento de la UCA “en correspondencia a las disposiciones del Estado nicaragüense”.
Estarán a cargo del nuevo establecimiento Alejandro Enrique Genet Cruz, como rector, y Luz Marina Ortiz Narváez y Moisés Ignacio Palacios como vicerrectora y secretario general, respectivamente.
Junto con el repudio de Estados Unidos a esta maniobra, la propia Universidad difundió su descargo sobre el avance del régimen sobre su establecimiento.
Tras confirmar lo ocurrido, rechazó los “señalamientos infundados” de las autoridades, de que funcionaron “como un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales” y reiteró su “compromiso con la sociedad nicaragüense por una educación superior de alta calidad y fiel a sus principios fundacionales desde hace 63 años”.
La UCA, fundada en 1980 por sacerdotes de la Compañía de Jesús, estaba dirigida por el sacerdote Rolando Enrique Alvarado López, lo que explica que Ortega haya decidido avanzar sobre ella.
La Iglesia es uno de los principales focos opositores en el país que el binomio gobernante busca, desde hace años, erradicar.
Parte de esta lucha implica al obispo Rolando Álvarez, quien fue detenido y sentenciado a 26 años de prisión en febrero, tras negarse a abordar el avión estadounidense con más de 200 disidentes que huyeron al exilio.
Patel aprovechó su pronunciamiento de este jueves para insistir en la liberación del religioso.
(Con información de AFP y EFE)
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