El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este martes que Irán no tendrá acceso “directo” a los miles de millones de dólares que serán descongelados como parte de un acuerdo entre los dos países para la liberación de cinco presos estadounidenses.
En una rueda de prensa en Washington, Blinken explicó que los fondos estimados en 6.000 millones de dólares solo podrán ser usados para usos “estrictamente humanitarios”.
“Irán no tendrá acceso directo a estos fondos y habrá una importante supervisión por parte de Estados Unidos”, remarcó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken señaló además que “desde el día uno” las sanciones estadounidenses a Irán han permitido excepciones por motivos humanitarios.
Las declaraciones del diplomático contradicen la versión oficial de régimen iraní, que sostiene que los recursos se gastarán “para las diversas necesidades del país según lo determinen las autoridades competentes”.
Irán también ha asegurado que los fondos se depositarán en euros en seis bancos iraníes en Qatar, algo que no ha sido confirmado por Estados Unidos.
La liberación de fondos, provenientes de deudas contraídas por la compra de gas y que se encuentran en bancos en Corea del Sur, es parte de un plan para liberar a cinco presos estadounidenses: Siamak Namazi, Emad Shargi, Morad Tahbaz y dos otras personas sin identificar.
Cuatro de ellos fueron puestos bajo arresto domiciliario, sumado a otro que ya lo estaba, y se les permitirá salir del país una vez que los fondos están a disposición de Irán.
Estados Unidos e Irán, que no mantienen relaciones diplomáticas, negociaron en junio pasado en Omán y Doha la liberación de los estadounidenses que EEUU considera “detenidos arbitrariamente” en el país persa.
Irán ha sido acusado de usar a presos con doble nacionalidad y extranjeros como medida de presión o para el intercambio de prisioneros con otros Estados, una práctica calificada de “diplomacia de los rehenes” por otros países y organizaciones de derechos humanos.
Ante los rumores, la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, descartó que la negociación incluyera también la reanudación del pacto nuclear de 2015, del que se salió el gobierno del anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), y tras lo cual Irán aceleró el enriquecimiento de uranio.
Estrategia de presión
Por otro lado, Blinken advirtió este martes que Estados Unidos mantendrá la presión sobre Irán por su controvertido programa nuclear, a pesar del acuerdo para la liberación de prisioneros.
“No ha cambiado nada en nuestro enfoque general sobre Irán. Seguimos aplicando una estrategia de disuasión, presión y diplomacia”, declaró Blinken a la prensa. “Hemos dejado claro que Irán debe reducir la tensión para crear un espacio para la futura diplomacia”, añadió.
Las conversaciones mediadas por la UE para restaurar un acuerdo nuclear de 2015 se rompieron el año pasado en una disputa sobre el alivio de las sanciones y en medio de masivas protestas lideradas por mujeres contra el Estado clerical.
Blinken dijo que Estados Unidos sigue “comprometido a garantizar que Irán nunca adquiera un arma nuclear” y que haría que Irán “rindiera cuentas por sus violaciones de los derechos humanos” y sus “acciones desestabilizadoras.”
A su vez, Corea del Sur descongelará 6.000 millones de dólares de ingresos petroleros iraníes congelados por temor a las sanciones estadounidenses, transfiriendo el dinero a una cuenta en Qatar destinada a compras humanitarias.
Los rivales republicanos en EEUU denunciaron rápidamente el acuerdo como un enriquecimiento de un enemigo, pero Blinken insistió en que Irán sólo obtendría acceso a dinero que ya era suyo.
(Con información de EFE)
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