La rabia crece entre los residentes de una localidad del archipiélago estadounidense de Hawaii que fue arrasada por un devastador incendio forestal que dejó al menos 96 muertos y es el más letal registrado en Estados Unidos en 100 años.
Los residentes se quejan de la falta de advertencias sobre la llegada del fuego, que dejó atrapada a decenas de personas en la turística localidad de Lahaina, en el oeste de Maui.
“La montaña atrás de nosotros se prendió en fuego, y ¡nadie nos avisó!”, reclamó Vilma Reed, de 63 años.
Reed, cuya casa quedó destruida, dijo que huyeron de las llamas solo con lo puesto y ahora depende de donaciones y de la amabilidad de extraños.
“Esta es mi casa ahora”, relató la mujer al señalar el auto en el que durmieron con su hija, su nieto y dos gatos.
”Casi todo el mundo dice lo mismo, que no teníamos ninguna advertencia, ningún aviso de evacuación”, dijo por su parte Kamuela Kawaakoa, otro residente de Lahaina. “Así que mucha gente no estaba preparada, cuando se enteraron de que era hora de irse, era casi demasiado tarde. Ya sabes , mucha gente quedó atrapada. Es realmente triste”.
La fiscal general de Hawái, Anne Lopez, anunció que emprenderá “una revisión exhaustiva de la toma de decisiones críticas y de las políticas en vigor”.
Lahaina, un pueblo de más de 12.000 habitantes que en el pasado fue la capital del reino de Hawaii, quedó en ruinas y sus tiendas, hoteles, viviendas y restaurantes quedaron reducidos a cenizas.
Una majestuosa higuera, que durante 150 años estuvo en el centro de la localidad, sobrevivió a las llamas, pero perdió sus hojas y sus enormes ramas desnudas quedaron chamuscadas y llenas de hollín.
“Subestimamos la velocidad del fuego”
La legisladora demócrata de Hawái, Jill Tokuda, dijo en declaraciones a CNN que las llamas los tomaron por sorpresa.
“Subestimamos la letalidad y la velocidad del fuego”, sostuvo.
“Nadie lo vio venir. Es todo”, estimó de su lado el jefe policial John Pelletier.
El gobernador defendió el trabajo de las autoridades y dijo que la situación se complicó porque varios incendios ocurrieron al mismo tiempo, atizados por los fuertes vientos.
“Con esa tormenta, dudamos que hubiéramos podido hacer algo más con un incendio tan voraz y rápido”, afirmó.
Las causas del fuego aún no se conocen.
Maui registró problemas en el suministro de electricidad, lo que impidió que los habitantes recibieran alertas en sus teléfonos.
Los habitantes de Lahaina relataron no haber escuchado sirenas de alerta y muchos se enteraron de que el incendio estaba a la vuelta de la esquina al ver a sus vecinos corriendo y gritando.
“Tenemos que garantizar que lo haremos mejor la próxima vez”, pidió la legisladora Tokuda.
1000 desaparecidos
Las autoridades informaron el lunes de al menos 96 muertos, en un balance que sube paulatinamente.
El gobernador, Josh Green, había advertido que el número de muertos aumentaría.
“Va a seguir aumentando. Queremos preparar a la gente para eso”, señaló.
El jefe del Departamento de Policía de Maui, John Pelletier, estimó el pasado jueves en unas 1.000 personas el número de desaparecidos, personas que hasta el momento no habían sido localizadas por sus familiares, una cifra que no ha vuelto a actualizar.
En Lahaina el fuego impactó o destruyó más de 2.200 estructuras, informó la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que estima pérdidas por 5.500 millones de dólares solo en esa zona.
El calor de las llamas era tan fuerte que los cuerpos recuperados son difíciles de identificar, explicó Pelletier. Solo dos de ellos pudieron ser identificados.
El incendio “fundió el metal”, ejemplificó el jefe de Policía, quien llamó a los familiares de las personas desparecidas a someterse a pruebas de ADN para tratar de identificar los restos encontrados.
Este es el incendio más mortífero en Estados Unidos desde 1918, cuando 453 personas murieron en Minnesota y Wisconsin, según el grupo de investigación sin fines de lucro Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
Los fuegos devastaron más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago y obligaron a evacuar a miles de personas.
Los incendios comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro a más de 35.000 personas en varias localidades de la isla de Maui, informó la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái.
Este desastre en Hawaii se produce después de que América del Norte sufriera varios fenómenos climáticos extremos durante este verano boreal, desde incendios récord en Canadá y una extensa ola de calor que azotó el suroeste de Estados Unidos y México.
Los científicos afirman que el cambio climático causado por la acción del hombre exacerba los desastres naturales, y los vuelve más habituales.
(Con información de AFP)
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