La embajadora de EEUU en Rusia visitó al periodista preso Evan Gershkovich y exigió a Moscú su liberación

Es el primer reportero occidental arrestado y acusado de espionaje por el Kremlin desde el fin de la era soviética a inicios de los años 90. Lynne Tracy también pidió la liberación del estadounidense Paul Whelan

Guardar
El periodista del diario Wall Street Journal, Evan Gershkovich, en una celda de vidrio en el tribunal municipal de Moscú, Rusia, 22 de junio de 2023. (AP Foto/Dmitry Serebryakov, File)
El periodista del diario Wall Street Journal, Evan Gershkovich, en una celda de vidrio en el tribunal municipal de Moscú, Rusia, 22 de junio de 2023. (AP Foto/Dmitry Serebryakov, File)

La embajadora de Estados Unidos en Rusia visitó el lunes al reportero encarcelado del The Wall Street Journal, Evan Gershkovich, por tercera vez e informó que gozaba de buena salud.

Lynne Tracy se volvió a entrevistar con Gershkovich en la prisión de Lefortovo, en Moscú, poco más de un mes después de su última visita, señaló un portavoz del Departamento de Estado.

La embajadora Tracy dijo que Evan sigue pareciendo gozar de buena salud y se mantiene fuerte, a pesar de las circunstancias”, indicó el portavoz del Departamento.

“Una vez más, Estados Unidos pide a la Federación Rusa que libere de inmediato a Evan Gershkovich y también que libere al ciudadano estadounidense detenido injustamente Paul Whelan”, acotó.

Gershkovich, que anteriormente trabajaba para la AFP, fue arrestado el 29 de marzo durante un viaje de reporte a los Urales.

Es el primer periodista occidental arrestado y acusado de espionaje por Moscú desde el fin de la era soviética a inicios de los años 90, en medio de un fuerte deterioro de las relaciones entre ambas partes tras las invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.

Esta última visita al periodista parece marcar un regreso a un acceso consular más regular después de una brecha entre las reuniones de la embajadora en abril y julio.

La embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, se dirige a los medios de comunicación a las puertas de un tribunal tras una vista en la que se estudió un recurso contra la detención del periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, detenido en marzo cuando realizaba un reportaje y acusado de espionaje, en Moscú, Rusia, 22 de junio de 2023. REUTERS/Evgenia Novozhenina/Foto de archivo
La embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, se dirige a los medios de comunicación a las puertas de un tribunal tras una vista en la que se estudió un recurso contra la detención del periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich, detenido en marzo cuando realizaba un reportaje y acusado de espionaje, en Moscú, Rusia, 22 de junio de 2023. REUTERS/Evgenia Novozhenina/Foto de archivo

Rusia en ese momento había indicado que estaba tomando represalias porque Estados Unidos no emitía visas para los medios vinculados al Estado ruso que pretendían visitar Nueva York durante un viaje a las Naciones Unidas del ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.

En el caso del Paul Whelan, un ex infante de Marina arrestado en 2018 en Moscú, también fue condenado por espionaje, en 2020, con sentencia de 16 años de prisión.

Rusia había liberado en diciembre pasado a la estrella del baloncesto femenino estadounidense Brittney Griner, arrestada por rastros de cannabis, en una negociación a cambio de la liberación de Viktor Bout, encarcelado en Estados Unidos por contrabando de armas.

Refugiados soviéticos

La fascinación de Gershkovich por Rusia se remonta a su niñez, cuando en su casa de Nueva York y Nueva Jersey hablaba en ruso.

Cuando su madre, Ella, tenía 22 años, huyó de la Unión Soviética utilizando documentos israelíes. Fue llevada al otro lado de la Cortina de Hierro por su propia madre, una enfermera ucraniana y superviviente del Holocausto que lloraba cuando hablaba de los supervivientes de los campos de exterminio que ella misma asistió en un hospital militar polaco al final de la Segunda Guerra Mundial. Antes de huir, oyeron rumores de que los judíos soviéticos estaban a punto de ser deportados a Siberia.

El padre del Gershkovich, Mikhail, abandonó la Unión Soviética en la misma oleada migratoria judía. Se conocieron en Detroit y se trasladaron a Nueva Jersey, donde crecieron Evan y su hermana mayor, Dusya.

En distintas notas de revistas, Gershkovich reflexionó sobre las supersticiones rusas que su madre practicaba en casa, como no silbar o abrir paraguas en interiores y no poner llaves o carteras sobre la mesa.

En 2018 escribió sobre comer macarrones con mantequilla en lugar de queso, sobre ver “Nu, pogodi!”, un dibujo animado soviético sobre un lobo y una liebre, en lugar de “Hey Arnold!”, y sobre hablar ruso en lugar de inglés.

En esta imagen de archivo, el reportero de Wall Street Journal Evan Gershkovich, en una celda para acusados en una corte en Moscú, Rusia el 18 de abril de 2023. (AP Foto/Alexander Zemlianichenko, archivo)
En esta imagen de archivo, el reportero de Wall Street Journal Evan Gershkovich, en una celda para acusados en una corte en Moscú, Rusia el 18 de abril de 2023. (AP Foto/Alexander Zemlianichenko, archivo)

Aquella vida rusa “era solo una réplica, pero me aferraba a ella con desesperación”, afirma Gershkovich.

Durante la secundaria, en Princeton, Gershkovich era uno de los mejores alumnos y un gran jugador de fútbol, que fue capitán de su equipo y lo llevó al campeonato estatal en su último año escolar. Wayne Sutcliffe, el profesor de educación física y entrenador de fútbol, dijo que no para de recibir mensajes de los compañeros de equipo de Gershkovich. “Todos quieren encontrar la manera de ayudar a la familia de Evan”, cuenta.

Gershkovich se graduó en Bowdoin, una universidad de artes liberales de Maine, en 2014, y se mudó a Nueva York para iniciarse en el periodismo. Para pagar su deuda estudiantil, trabajaba como cocinero para una empresa de catering y después de su turno se iba por los bares con unos siete cuchillos de cocina encima. En 2016, fue contratado por el New York Times como asistente, un trabajo soñado para todo debutante. Un día, un empleado del Times le preguntó por qué no utilizaba sus conocimientos de ruso para descifrar uno de los temas más difíciles del mundo.

Gershkovich dudó, temeroso de dejar un trabajo en la sede del New York Times, pero luego fue tras su aventura.

Los inicios de su carrera

Al llegar a Rusia, se incorporó al Moscow Times, un periódico en lengua inglesa que, aunque con dificultades, había sido durante mucho tiempo un campo de entrenamiento para algunos de los corresponsales más destacados en Rusia. Gershkovich se unió a un equipo de jóvenes periodistas que llenaron de vida el periódico. “Amaba Rusia y quería informar desde aquí”, dijo Pjotr Sauer, un colega del Moscow Times que ahora trabaja en The Guardian.

La Sra. Gershkovich dijo que este período hizo que su hijo se interesara aún más por sus raíces rusas y judías. Un día, décadas después de la caída del comunismo, lo llevó a un edificio que a ella le había dado miedo visitar de adolescente: una sinagoga. Le habían dicho que cualquiera que entrara en ella sería fotografiado y detenido por el servicio secreto.

“Fue entonces cuando Evan empezó a entendernos mejor”, relata. El padre y la hermana de Gershkovich visitaron Moscú más tarde, y juntos visitaron el nuevo Museo Judío.

Imagen de archivo del detenido periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich saliendo de un juzgado en Moscú, Rusia. 30 marzo 2023. REUTERS/Evgenia Novozhenina
Imagen de archivo del detenido periodista de The Wall Street Journal Evan Gershkovich saliendo de un juzgado en Moscú, Rusia. 30 marzo 2023. REUTERS/Evgenia Novozhenina

Gershkovich ganó premios por su trabajo en el Moscow Times, y luego pasó a la Agence France-Presse. Viajó por todo el país abordando temas poco conocidos, entre ellos cuestiones medioambientales como la desaparición del salmón del río Amur. En otro artículo, relató los esfuerzos por rescatar las lenguas minoritarias de Rusia.

Nataliya Vasilyeva, corresponsal del diario británico Telegraph, recuerda haber visto a Gershkovich en una rueda de prensa de un candidato que se enfrentó a Putin en las elecciones presidenciales de 2018. Sentado en el suelo, planteó una pregunta al antiguo jefe de una granja colectiva en un lenguaje informal, un paso en falso en las peculiaridades del habla rusa, provocando sonrisas del candidato y de otros periodistas presentes en la sala.

Vestido con vaqueros holgados y desteñidos, Gershkovich se reunía con amigos y colegas en Veladora, un restaurante mexicano del centro, y también en una cafetería kitsch cercana conocida por servir la mejor tarta de queso de la ciudad y que ya se había convertido en su segundo hogar.

En el apartamento que compartía con sus compañeros de piso rusos, ponía a todo volumen canciones de rock ruso de los años 90 y provocaba risas cuando pedía himnos de rock de nicho de grupos como DDT.

A finales de 2021, recordó más tarde Gershkovich, un colega lo encontró en una cafetería, postulándose para un puesto en The Wall Street Journal. Gershkovich inclinó su portátil para mostrarle el formulario de solicitud y animarlo a presentarse. Fue contratado en enero de 2022.

Un mes después, Rusia invadió Ucrania y Gershkovich viajó a la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, lo cual lo convirtió en el único reportero estadounidense que pudo ver cómo volvían a casa los primeros heridos de las fuerzas rusas.

(Con información de AFP)

Seguir leyendo:

Guardar