El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este jueves que los crecientes problemas económicos del régimen de China han convertido al país asiático en una “bomba de tiempo”.
“China es una bomba de tiempo en muchos aspectos”, afirmó el mandatario, que buscará la reelección en 2024, en un acto privado de recaudación de fondos en el estado de Utah (oeste).
El demócrata señaló el alto desempleo y el envejecimiento de la mano de obra en el gigante asiático y dijo que “China tiene problemas”.
“Cuando la gente mala tiene problemas, hace cosas malas”, afirmó.
Biden recibió duras críticas de Beijing en junio pasado al equiparar a su homólogo Xi Jinping con “dictadores”, en un comentario calificado de “ridículo” y de “provocación” por parte del régimen.
Biden insistió este jueves en que buscaba “una relación racional con China”.
“No quiero hacer daño a China, pero estoy observando”, dijo.
Washington relanzó recientemente su diálogo con la potencia asiática, con una sucesión de visitas a Beijing de altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el jefe de la diplomacia, Antony Blinken.
El objetivo del viaje de Blinken era pasar página a las recientes tensiones en torno a un globo chino de espionaje, que fue derribado por Estados Unidos en febrero.
Restricciones tecnológicas
Biden firmó este miércoles una orden ejecutiva que impone límites a las inversiones estadounidenses en ciertas empresas tecnológicas chinas, una medida que podría tensar aún más las relaciones con el régimen de Xi Jinping.
Se trata de una de las acciones más importantes que ha tomado el Gobierno de Biden para restringir las inversiones estadounidenses en China y llega tras meses de conversaciones con los miembros del G7, a los que Washington ha urgido a tomar medidas similares.
La medida prohibirá a las compañías estadounidenses de capital de riesgo invertir en tres sectores clave de la economía china: semiconductores, computación cuántica e inteligencia artificial, informaron altos funcionarios estadounidenses durante una conferencia de prensa telefónica.
Además, la orden ejecutiva establece que los ciudadanos estadounidenses que hagan negocios en China deben informar al Gobierno de EEUU sobre las inversiones que realicen en semiconductores, computación cuántica e inteligencia artificial, tres sectores en los que China ha logrado significativos avances en los últimos años.
Según informaron los representantes del gobierno estadounidense, estos tres sectores han sido seleccionados debido al papel que podrían desempeñar en el desarrollo de capacidades militares, de inteligencia, vigilancia y cibernéticas en China.
Estados Unidos dio este paso por razones de seguridad nacional, especialmente para evitar que Beijing utilice los avanzados desarrollos tecnológicos estadounidenses con el fin de modernizar sus Fuerzas Armadas, señalaron los funcionarios mencionados.
El régimen de China estableció como objetivo que, para el año 2035, el país experimente avances significativos en los ámbitos social, económico y militar, incluyendo el fortalecimiento de la capacidad marítima de las Fuerzas Armadas, lo cual podría representar una amenaza para Taiwán, aliado estadounidense.
La medida no se aplicará de manera automática. Ahora se abre un período de comentarios públicos en el que el gobierno estadounidense espera recibir contribuciones de las partes interesadas, incluyendo empresas con inversiones en China.
Los detalles sobre cómo se implantará la orden ejecutiva firmada por Biden este miércoles todavía están por definir, informaron a la prensa los citados funcionarios estadounidenses.
Uno de los puntos que se está considerando es la posibilidad de que aquellos que infrinjan las reglas establecidas por el Gobierno estadounidense puedan enfrentar cargos criminales, aunque aún no se ha tomado una decisión al respecto.
(Con información de AFP y EFE)
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