Un hombre que hirió gravemente a dos agentes de la Policía de Orlando, en el estado de Florida (sur de EEUU), fue abatido este sábado por las fuerzas SWAT, poniendo fin a una tensa persecución que se prolongó por horas.
La secuencia de hechos culminó en un popular hotel en el distrito turístico de la ciudad, donde el sospechoso, identificado como Daton Shimondrea Viel, de 28 años, se había refugiado.
El incidente comenzó la noche del viernes cuando funcionarios del Departamento de Policía de Orlando detuvieron un vehículo en el contexto de una investigación por homicidio ocurrido en la ciudad de Miami. Cuando intentaron inspeccionar el auto, el conductor abrió fuego contra los agentes sin mediar palabra.
Los policías heridos, cuya identidad aún se mantiene en reserva, fueron llevados rápidamente al Centro Médico Regional de Orlando. Las noticias en torno a su estado de salud son alentadoras. Michael Cheatham, cirujano del hospital, informó en una conferencia de prensa que “ambos agentes están bajo nuestro cuidado, están con sus familias. Confiamos en su total recuperación tras las heridas sufridas en el cumplimiento del deber”.
Tras balear a los agentes, el sospechoso huyó del lugar, apropiándose de otro vehículo. La búsqueda se extendió por horas, hasta que el equipo policial localizó al individuo en un hotel de la cadena Holiday Inn, cerca de Universal Orlando Resort. En un esfuerzo por garantizar la seguridad, las autoridades evacuaron a los huéspedes del hotel.
La situación se agravó cuando el hombre se negó a rendirse y disparó nuevamente contra las fuerzas del orden, quienes respondieron con fuego.
El jefe de la Policía de Orlando, Eric Smith destacó el valor de sus agentes en una rueda de prensa.
“Enfrentaron el peligro para localizar al sospechoso mientras dos de los nuestros estaban gravemente heridos. Ambos tienen la fortuna de estar vivos y les pedimos a ustedes que continúen orando por ellos”, manifestó.
Según información preliminar el agresor poseía un extenso historial delictivo.
Por su parte, el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, visitó el hospital para brindar apoyo a las familias de los agentes heridos, asegurando que “los pensamientos y oraciones de nuestra comunidad acompañan a estos valientes oficiales”.
Entretanto, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló que, junto a la primera dama, Casey DeSantis, se encuentra “orando” por los dos oficiales.
Asesino en serie
En otra serie de hechos, un confeso asesino en serie condenado por la muerte de su esposa y de otra mujer fue ejecutado con inyección letal el jueves en el estado de Florida.
James Barnes, de 61 años, que no buscó detener su ejecución, fue ejecutado a las 18:00, hora local, en una prisión estatal.
Barnes cumplía una sentencia de por vida por el asesinato de su esposa, Linda, en 1997, cuando en 1988 confesó la violación y asesinato de Patricia Miller, una enfermera de 41 años.
Fue sentenciado a muerte en 2007 por el crimen de Miller.
Barnes fue entrevistado por el director de cine alemán Werner Herzog para la serie de televisión “On Death Row” en 2012 y confesó otros dos asesinatos por los que nunca enfrentó cargos.
A finales de julio, la Conferencia de obispos católicos de Florida instó al gobernador Ron DeSantis detener la ejecución de Barnes.
“La aceptación voluntaria del señor Barnes (...) no absuelve al estado de provocarla”, escribieron en una carta. “En pocas palabras, nadie debe ser ejecutado en nuestro moderno sistema penal, incluso cuando lo aceptan voluntariamente”.
(Con información de The Associated Press y EFE)
Seguir leyendo: