El condado de Miami-Dade, pese a la notoria afluencia de nuevos residentes en los meses de la pandemia, ha visto una disminución neta en su población entre 2020 y 2022, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos. La causa principal mencionada es el alto costo de vida allí.
Este fenómeno demográfico no se observaba desde la grave recesión de 2008. Mientras que el estado de Florida en su conjunto aumentó sus habitantes un 3%, Miami-Dade y el condado de Monroe (donde se encuentra Key West) vieron caer su población en 1% y 1,41% respectivamente.
Alto costo de vida en Miami
Un factor que incide en la disminución de los residentes en Miami-Dade es el alto costo de vida. Según entrevistas realizadas por el Miami Herald, muchos residentes de larga data, incluso aquellos nacidos y criados en el condado, están considerando abandonarlo debido a los precios elevados de las viviendas, así como a una planificación urbana deficiente y un transporte público insuficiente. En junio, se reportó un precio promedio récord en el valor de las casas, USD 622.500, y de los apartamentos, USD 418 mil.
Adicionalmente, la pandemia y los problemas económicos que le siguieron se tradujo en un período desgastante para una gran cantidad de locales: el incremento en la valuación inmobiliaria, los alimentos y los servicios sobrepasaron la capacidad económica de muchos. Este escenario impulsó el cambio demográfico hacia una población más fluida, compuesta por profesionales que trabajan a distancia en estados de mayores ingresos, como California, y personas acomodadas de diversas partes del mundo.
Tráfico vehicular en Miami
Otra razón de la disminución de población es que Miami enfrenta un problema creciente de congestión vehicular. De acuerdo con el Global Traffic Scorecard de INRIX, empresa especializada en análisis de datos de transporte, en 2022 Miami se situó entre las cinco ciudades estadounidenses con peor tráfico.
La compañía realizó un análisis exhaustivo de las zonas de tráfico de más de mil ciudades en 50 naciones alrededor del globo, evaluó la duración del viaje al destino, la calidad del recorrido, y el número de percances que ocurren durante el desplazamiento.
La investigación determinó que un conductor en Miami puede perder hasta 105 horas al año debido a la congestión de tráfico. El informe estima que este suceso podría generar perjuicios económicos al valuar ese tiempo de retrasos en hasta USD 1773 anuales por persona.
Según Bob Pishue, autor del informe de INRIX, el tráfico en Miami se ve impulsado por varios factores. Entre ellos, destacan el regreso al trabajo en oficinas tras la pandemia y el aumento del turismo y la migración. Sin embargo, estos aspectos, que solían ser beneficiosos para la ciudad, ahora parecen contribuir a los problemas de los locales.
SEGUIR LEYENDO: