Un estudio reciente de la Universidad Florida Atlantic (FAU) analizó el impacto del aumento de los alquileres en las principales ciudades de los Estados Unidos y las necesidades de ingresos para costear una vivienda sin sufrir tensión económica. Entre los resultados, causó sorpresa el de Miami: la cifra que una familia necesita generar anualmente para hacer frente a la renta alcanza los seis dígitos.
El análisis del mercado inmobiliario estadounidense mostró que en 11 grandes ciudades, los inquilinos necesitan ingresos altos para satisfacer los costos de vivienda. Miami aparece en esta lista de urbes con alta demanda monetaria.
Para tener una vida de arrendatario sin presión financiera en esa ciudad, se requiere un salario anual mínimo de USD 100.000; por debajo, las personas sufren dificultades para cubrir el alquiler y el resto de los costos de vida. La tendencia es similar a la de otras áreas metropolitanas que han sido tradicionalmente más caras que Miami, como Nueva York, San Francisco, Boston, Los Ángeles y San Diego.
El informe de la FAU también destaca la situación particular de Florida, al mencionar que “el Estado del Sol continúa liderando la lista de los mercados inmobiliarios más sobrevalorados”. Además, destaca que tres mercados nacionales presenciaron incrementos de dos dígitos en los alquileres medios año tras año. Estos mercados son Cape Coral-Fort Myers en Florida, Charleston en Carolina del Sur, y Madison en Wisconsin.
Este valor es considerablemente superior al promedio nacional en Estados Unidos, que fue establecido en la misma investigación. Se estima que un arrendatario medio necesita generar alrededor de USD 81.000. En contraste con Miami y las demás grandes ciudades, los lugares con menor demanda salarial incluyen Wichita, Kansas, donde se necesitan menos de USD 40.000 al año, y McAllen, Texas, donde se requieren menos de USD 48.000 anuales.
El profesor Ken H. Johnson, economista de la Escuela de Negocios de FAU y líder del estudio, describió el análisis como una representación fiel de la persistente crisis de la vivienda asequible en el país. Johnson, junto con los colegas investigadores Shelton Weeks de la Universidad Florida Gulf Coast y Bennie Waller de la Universidad de Alabama, incorporaron recientemente la carga del alquiler en su observación mensual para proporcionar una visión renovada de los datos obtenidos de la plataforma Zillow sobre las fluctuaciones de precios en apartamentos y casas.
El estudio asigna un tercio del ingreso al pago del arriendo: este es el umbral máximo permitido antes de que se dificulte la cobertura de las demás necesidades básicas de una familia, como alimentos y cuidado de la salud. Conforme a este principio, aquellos ciudadanos estadounidenses que destinan la mitad de sus ingresos, o más, para el alquiler se catalogan como “gravemente agobiados por la renta”.
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