El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha advertido este jueves que los mercenarios del Grupo Wagner se están “reintegrando” en el Ejército ruso después de que Moscú ordenara la retirada de los paramilitares a Bielorrusia como respuesta a un intento de rebelión a finales de junio.
“Hemos visto informes de que las tropas del Grupo Wagner continúan moviéndose hacia esa región (Bielorrusia) y creo que continúan consolidándose allí”, añadió la portavoz adjunta del Departamento de Defensa estadounidense, Sabrina Singh, en rueda de prensa desde Washington.
Estas declaraciones de Singh se dan apenas una semana después de que el portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, asegurase que las autoridades estadounidenses no tenían informes de que los mercenarios estuvieran participando en “ninguna actividad significativa” en apoyo a Rusia en la guerra en Ucrania.
El Grupo Wagner, con Yevgeni Prigozhin a la cabeza, protagonizó a finales de junio un intento de rebelión contra Rusia, rompiendo finalmente una relación tensa con Moscú a cuenta de la planificación y decisiones de la cúpula militar rusa respecto a la invasión de Ucrania.
La intervención entonces del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, fue crucial para sofocar el intento de rebelión. Minsk ofreció a los mercenarios alojarse en territorio bielorruso e incluso ha permitido que los paramilitares instruyan al Ejército Nacional en entrenamiento de combate.
Los combatientes de Wagner tuvieron un papel importante en la ofensiva rusa en Ucrania, en particular en la batalla por Bakhmut, una ciudad devastada cuya captura fue reivindicada en mayo por Moscú.
Un miembro del consejo de comandantes del grupo Wagner, alias “Marx”, afirmó el miércoles en el canal de Telegram Razgruzka Wagnera, afín a la empresa de mercenarios, que 10.000 wagneritas se han ido ya o están yendo a Bielorrusia. Y señaló que, de los 78.000 mercenarios que lucharon en Ucrania (de ellos 49.000 presos), 22.000 murieron en la batalla por la ciudad oriental de Bakhmut y 40.000 resultaron heridos.
El 24 de junio los milicianos ocuparon durante varias horas un cuartel general del ejército en Rostov del Don, en el sur de Rusia, y avanzaron varios cientos de kilómetros rumbo a Moscú. Su rebelión terminó unas horas más tarde, con un acuerdo que preveía la partida a Bielorrusia del jefe de Wagner, Yevgeni Prigozhin. Las autoridades rusas también ofrecieron a los combatientes del grupo paramilitar unirse a las tropas regulares, regresar a la vida civil o partir hacia Bielorrusia.
Por otro lado, el grupo Wagner está cada vez más activo en África, especialmente en Mali, donde la junta militar emplea a sus mercenarios y se ha alineado diplomáticamente con Rusia. A principios de mayo, la ONU acusó al ejército maliense y a combatientes “extranjeros” de ejecutar al menos a 500 personas en marzo de 2022 durante una operación antiyihadista en Moura.
(Con información de AFP y EuropaPress)
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