La inflación sigue siendo una preocupación creciente en varias ciudades de Estados Unidos, con un aumento interanual del 3%, y el estado de Florida tiene una de las que más han sufrido este problema. Según un reciente informe de WalletHub, sitio web de finanzas personales que comparó 23 áreas metropolitanas importantes, el índice de precios al consumidor indicó que Tampa, en la costa del Golfo, se vio particularmente afectada.
Le siguieron Atlanta, en Georgia, y Detroit, en Michigan; en el cuarto lugar se ubicó Saint Louis, en Misuri, y en el quinto Seattle, en el estado de Washington.
Para analizar sus datos WalletHub consultó a Curtis R. Taylor, profesor de la Universidad Duke, quien indicó que, si bien la inflación fue impulsada por retrasos en la cadena de suministro durante la pandemia, una segunda ola se desencadenó debido a la invasión rusa de Ucrania, que generó escasez mundial de alimentos y energía. Taylor también señaló que este problema se mantiene debido a la gran demanda de trabajadores, especialmente en el sector de servicios.
El profesor Gregory S. Burge, de la Universidad de Oklahoma, agregó que a medida que la cadena de suministro se restableció, la producción se recuperó lentamente; sin embargo el nivel de compra sigue siendo fuerte debido a la robustez del mercado laboral. Aunque la inflación ha absorbido gran parte de los incrementos salariales, los consumidores aún mantienen un poder adquisitivo sólido.
La pregunta clave es si aumentar las tasas de interés —algo que se hizo numerosas veces desde 2021— sigue siendo una buena solución. Aunque la inflación ha disminuido desde su punto máximo en junio de 2022, sigue siendo superior al objetivo a largo plazo de la Reserva Federal. John Coleman, profesor de la Universidad Duke, advirtió que las autoridades deberán ser persistentes para controlarla.
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