El presidente estadounidense Joe Biden autorizó este jueves la movilización de hasta 3.000 reservistas con el fin de fortalecer la operación Resolución Atlántica de la OTAN, que busca reforzar el flanco este de la Alianza.
En la orden ejecutiva el mandatario sostuvo que se trata de una medida para garantizar el correcto cumplimiento de la operación, para lo cual es necesario aumentar las fuerzas en activo de Estados Unidos, bajo la autoridad del Comando Europeo estadounidense.
Según explicaron funcionarios del Pentágono, estos 3.000 oficiales no son efectivos adicionales sino que se trata de su puesta a disposición para intervenir en la operación a modo de apoyo.
La Resolución Atlántica data de 2014, cuando la OTAN dispuso su implementación como una de las aristas de la resolución colectiva de los países aliados para disuadir a Rusia de lanzar cualquier agresión o amenaza de ello contra alguno de los miembros.
Junto con este anuncio, Biden -actualmente en Helsinki tras participar de la cumbre en Lituania- respaldó a Ucrania en su contraofensiva, incluso a pesar de las demoras en su avance, que muchos han criticado.
En ese sentido, confió en que la resolución del conflicto bélico tendrá un final feliz y aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, está debilitado por la falta de recursos militares y las decenas de sanciones económicas y, por ello, “ya perdió la guerra”.
“No creo que la guerra vaya a seguir durante años por dos razones. La primera, no creo que los rusos puedan seguir luchando por siempre, en términos de recursos y capacidades. En segundo lugar, creo que llegará un momento en el que el presidente Putin eventualmente decidirá que no está en el interés de Rusia económicamente, políticamente o de cualquier otra forma, seguir con la guerra”, comenzó diciendo en una conferencia de prensa en Finlandia.
Putin “podría poner fin a la guerra mañana, sólo tendría que decir: ‘Me detengo’”, consideró luego y sumó: “Pero no hay posibilidad de que gane la guerra en Ucrania, ya la perdió”.
A continuación, el mandatario manifestó que “mi esperanza y mi expectativa es que Ucrania realice avances significativos en su ofensiva y que eso conduzca a una solución negociada en algún momento”.
Por otro lado, desde su visita de estado al país nórdico, en celebración por su reciente incorporación a la OTAN, sostuvo su promesa de que Kiev acabará siguiendo la misma suerte, aunque luego de una serie de cambios y requisitos que el bloque considera indispensables.
“No se trata de saber si los ucranianos se adhirieron a la OTAN sino de saber cuándo podrán adherir y ellos adherirán”, dijo como respuesta a las quejas de Volodimir Zelensky por no haber obtenido un calendario de ingreso durante la cumbre.
En tanto, Biden se refirió a los recientes acontecimientos que tuvieron lugar en Moscú y lanzó una particular advertencia a Yevgeny Prigozhin, el líder del paramilitar Grupo Wagner que, semanas atrás se reveló contra la cúpula de Defensa del Kremlin y, tras su fallido motín, no ha sido visto en público.
Considerando el historial de sospechosas muertes de disidentes y críticos de Putin en las últimas décadas, el Presidente estadounidense le dijo al mercenario que tuviera “cuidado” con lo que come y que “vigile” su menú, una ironía que apunta a un posible envenenamiento.
“Si yo fuera él (Prigozhin), tendría cuidado con lo que como y vigilaría mi menú. Pero bromas aparte, no creo que ninguno de nosotros sepa con certeza cuál es el futuro de Prigozhin en Rusia”, dijo.
Por último, descartó que su homólogo ruso esté considerando recurrir al uso de armamento nuclear, inclusive tras las reiteradas amenazas, la última de ellas este jueves tras el anuncio de aviones occidentales F-16.
“No creo que haya una posibilidad real (...) de que Putin use el arma nuclear. No solamente Occidente sino también China y el resto del mundo dijeron: ‘No se adentren en este terreno’”, concluyó en sus declaraciones.
(Con información de EFE, AFP y Europa Press)
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