La ola de calor en Florida provoca récords de temperatura alta en las aguas

Tanto en el Atlántico como en la bahía de Biscayne y el golfo de México, el incremento amenaza el equilibrio ecológico en la zona. A mayor calidez proliferan las algas que consumen el oxígeno necesario para otras formas de vida marina. No se espera que el Niño reduzca, como solía suceder, la intensidad de la temporada ciclónica

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La inquietante subida: las temperaturas de las aguas en Florida establecen nuevos récords. (NOAA)
La inquietante subida: las temperaturas de las aguas en Florida establecen nuevos récords. (NOAA)

Las aguas alrededor de la península de Florida registran temperaturas récord en el verano boreal de 2023: 33°C (91.4°F) en los cayos y 31°C (87.8°F) en la costa del este, según las mediciones más recientes en el océano Atlántico, la bahía de Biscayne, el golfo de México y la bahía de Florida. Las implicaciones de este fenómeno, según Brian McNoldy, científico climático de la Universidad de Miami (UM) que monitorea el calor en un índice, son motivo de preocupación: una serie de perturbaciones ecológicas que podrían ir desde el blanqueamiento de los corales hasta la muerte masiva de peces y la proliferación de algas.

Para Todd Crowl, director del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad Internacional de Florida (FIU), la región transita hacia una “nueva normalildad”. Los patrones climáticos y los ecosistemas cambian de manera tal que lo que alguna vez fue inusual (como las altas temperaturas oceánicas y sus efectos resultantes) ahora se está volviendo más común y regular. Este cambio en el ecosistema oceánico, agravado por la crisis climática, podría ser irreversible.

Los arrecifes de coral en peligro por el calor extremo

Las consecuencias se extienden más allá de un simple inconveniente para los turistas. Un incremento en las temperaturas puede provocar el crecimiento desmedido de algas y el blanqueamiento de los corales, lo que amenaza la biodiversidad marina. Adicionalmente, este calentamiento puede aumentar la intensidad y frecuencia de las tormentas durante la temporada de huracanes.

Estos cambios ya han dejado su huella. En 2020, un devastador evento de muerte masiva de peces aconteció en la bahía de Biscayne. Una combinación de altas temperaturas, contaminación y agua de lluvia creó un ambiente perfecto para las algas, las cuales agotaron el oxígeno que necesitaba el resto de la vida marina.

Este fenómeno no se limita solo al océano Atlántico. En el Lago Okeechobee, el más grande de Florida, se dan problemas similares. Un brote de algas, propiciado por las altas temperaturas, ha cubierto unas 440 millas cuadradas (1138 kilómetros cuadrados) del lago.

El cambio climático es un estímulo clave en esta situación. El aumento de las temperaturas del aire en Florida está intensificando las olas de calor, con repercusiones significativas para la salud pública.

El lago Okeechobee en peligro: brote de algas amenaza su ecosistema. (Audubon Florida)
El lago Okeechobee en peligro: brote de algas amenaza su ecosistema. (Audubon Florida)

Posibles impactos de huracanes

Las altas temperaturas del océano Atlántico podrían desencadenar tormentas tropicales a pesar de la presencia de El Niño, un patrón climático que se asocia con menos actividad de huracanes. Los datos satelitales muestran que el océano está significativamente más caliente de lo habitual, lo que aumenta la probabilidad de una temporada ciclónica temprana y activa. Aunque El Niño puede generar vientos que limiten el avance de las tormentas hacia el Caribe y la costa este, no ofrece una protección completa. Los expertos advierten sobre la posibilidad de rápida intensificación de las tormentas y han actualizado los pronósticos: esperan una temporada superior a la media.

Efectos a largo plazo

Estos cambios en las temperaturas oceánicas podrían tener impactos duraderos y devastadores en los ecosistemas locales. Más allá del blanqueamiento de los corales y la muerte masiva de peces, estos cambios podrían desestabilizar las cadenas alimentarias marinas y amenazar a las especies. Además el turismo, una industria vital para la economía de Florida, también podría verse afectado a medida que las playas y los arrecifes se vuelven menos atractivos para los visitantes.

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