En un nuevo capítulo de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China, Washington se prepara para limitar el acceso de empresas de Beijing a herramientas y servicios en la nube, clave para el entrenamiento y el desarrollo de modelos de inteligencia artificial.
The Wall Street Journal informó que compañías de computación como Amazon y Microsoft se verían alcanzadas por esta nueva restricción que busca que dichos proveedores soliciten autorización al Gobierno antes de avanzar con los acuerdos.
Microsoft Azure y Amazon Web Services son las dos firmas que lideran el negocio en todo el mundo, y compiten en el gigante asiático con Alibaba Group Holding Ltd. por medio de socios locales de centros de datos afiliados al Estado.
La iniciativa responde a las reiteradas advertencias que expertos en seguridad han planteado en el último tiempo sobre las maniobras que las compañías chinas estarían realizando para eludir las normas de control de las exportaciones por medio de los servicios en la nube.
Causalmente, estas herramientas permiten a los clientes valerse de vastas capacidades informáticas sin tener que recurrir a equipos avanzados -incluidos sus chips- y, por tanto, el Departamento de Comercio buscará poner fin a estas ventas.
“Si cualquier empresa china quisiera acceder al A100 desde Nvidia, podría hacerlo desde cualquier proveedor de servicios en la nube. Es totalmente legal”, ejemplificó Emily Weinstein, investigadora del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de Georgetown.
Se prevé que la medida comience a implementarse en las próximas semanas y, así, se sumará a la larga lista de controles que rigen ya sobre los intercambios y negocios entre las potencias.
En octubre pasado, la Administración de Joe Biden anunció las primeras medidas que apuntan a restringir las ventas de ciertos chips de IA en China, en un intento por limitar el crecimiento del régimen de Beijing en este terreno, considerado clave en lo que respecta al futuro geopolítico y económico local y de todo el mundo.
Xi Jinping, sin embargo, no se ha quedado de brazos cruzados y ya han prohibido a algunas de sus empresas la compra de productos de Micron Technology, el mayor fabricante de chips de almacenamiento de Estados Unidos.
También, este lunes, Beijing impuso nuevos controles a la exportación de metales indispensables en la industria de defensa y la producción de vehículos eléctricos y chips.
En medio de estas crecientes tensiones, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, anunció un viaje al gigante asiático, con la esperanza de llevar calma a la contraparte.
La visita tendrá lugar entre el jueves y el domingo de esta semana e incluirá reuniones con funcionarios de alto rango del Gobierno chino.
Con ellos conversará sobre la importancia de que tanto Washington como Beijing gestionen “de manera responsable” su relación y que puedan comunicarse abiertamente sobre los asuntos que les preocupan.
Entre estas inquietudes, la Casa Blanca teme que China pueda restringir el acceso a otros bienes clave, como las baterías de los vehículos eléctricos -lo que dificultaría su desarrollo en este área- mientras que la contraparte asegura que buscan frenar el crecimiento económico de su país.
(Con información de Bloomberg)
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