Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos sospechan que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había sido avisado de una posible rebelión del grupo de mercenarios Wagner y de su líder, Yevgeni Prighozin, aproximadamente un día antes de los hechos protagonizados por la organización y que comenzó la tarde-noche del viernes con la toma de la ciudad rusa de Rostov, sede del cuartel del mando sur del Ejército ruso.
Si bien la Inteligencia de EEUU no tiene conocimiento preciso del momento en que Putin fue avisado de que Prigozhin podría responder con la fuerza a estas tensiones, “estamos seguros de que lo sabía al menos con 24 horas de antelación” a la operación de Wagner, de acuerdo con estas fuentes.
La naturaleza exacta y el momento de los planes de Prigozhin no estaban claros hasta poco antes de su impresionante toma de posesión de un comando militar y una carrera de tanques hacia Moscú el viernes y el sábado, dijeron las autoridades.
Las fuentes de Inteligencia consultadas por el ‘Washington Post’ entienden que, durante esta última semana, comenzaron a acumularse los “indicios suficientes” como para que el Kremlin “concluyera que ahí está pasando algo”. No obstante, y como reconocieron el sábado las fuentes de los mismos servicios a la CNN, la naturaleza exacta de lo que iba a suceder, así como el momento exacto en que iba a ocurrir, era desconocida para todos excepto para Prigozhin y su gente.
“Creo que estaban preparados para algo así”, indica no obstante una fuente de Inteligencia al ‘Washington Post’.
En las últimas dos semanas hubo “gran preocupación” sobre lo que podría suceder: si el presidente ruso, Vladimir Putin, permanecería en el poder y qué podría significar cualquier inestabilidad para el control del arsenal nuclear de Rusia, dijo el funcionario. “Hubo muchas preguntas en ese sentido”, dijo esta persona.
Estas fuentes estiman que el momento clave ocurrió el 10 de junio, cuando el Ministerio de Defensa ruso ordenó a Wagner que se acogiera a la política del Gobierno por la que todos los grupos de voluntarios armados debían firmar contratos con el Ejército, algo que Prigozhin entendió como una incorporación forzosa a las filas, en la gota que colmó el vaso de meses de discrepancias con la cúpula militar rusa sobre el desarrollo de la guerra de Ucrania.
Lo que sí desconocen es por qué Putin no tomó una respuesta inmediata sobre el terreno a la toma de Rostov, si bien sospechan que la lentitud de la reacción se debió a una falta de coordinación a alto nivel dentro del Kremlin “probablemente por rivalidades internas” para resolver una crisis finalmente desactivada el sábado por la tarde, cuando Prigozhin ordenó el retroceso del convoy que le llevaba a Moscú gracias a la mediación del presidente ruso, Aleksander Lukashenko.
Prigozhin es comúnmente conocido como “el chef de Putin” debido a sus contratos de catering en el Kremlin, y como un maestro propagandista de Internet, que está bajo acusación penal en los Estados Unidos por presuntamente interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Pero la verdadera identidad de Prigozhin, y su futuro, está unida a sus fuerzas mercenarias de Wagner, dijo un funcionario ucraniano. Documentos de inteligencia filtrados obtenidos por The Washington Post a principios de este año muestran que Wagner está construyendo un verdadero imperio en África, donde Prigozhin proporciona seguridad a los regímenes gubernamentales a veces a cambio de valiosos derechos minerales.
(con información de AP y WAPO)
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