La Guardia Costera de Estados Unidos informó que no ha podido determinar el origen de los ruidos captados en horas de la madrugada en la zona en la que desapareció el submarino Titan pero se mantiene optimista y sumará nuevos barcos a las tareas.
Entrado el miércoles, un avión canadiense P-8 involucrado en la búsqueda del sumergible de OceanGate detectaron sonidos inexactos en el área en el que se están llevando a cabo los rastrillajes, mientras se acerca la hora límite. Según trascendió, se trató de “ruidos de golpes en la zona, cada 30 minutos”, algo que suele realizarse ante emergencias en este tipo de naves, con la esperanza de ser detectados.
Rápidamente se desplegaron vehículos operados por control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) para realizar las investigaciones.
Si bien no se ha podido obtener resultados concretos, la Guardia Costera aseguró que incorporará la información para futuros planes de búsqueda. “Los datos del avión han sido compartidos con nuestros expertos de la Armada estadounidense para un análisis más profundo que se tendrá en cuenta en planes de búsqueda futuros”, indicaron.
Los expertos dijeron que a los cinco pasajeros a bordo del sumergible podrían quedarles unas pocas horas de oxígeno y éste podría acabarse el jueves por la noche. Así, la búsqueda avanza contrarreloj y los esfuerzos se profundizan para intentar dar con el paradero de la nave. “Tenemos que mantenernos optimistas y no perder las esperanzas”, indicó el capitán Jamie Frederick.
Asimismo, los equipos de rescate sumarán tres naves a las tareas: la John Cabot, equipada con sonar de barrido lateral; la Skandi Vinland; y la Atlantic Merlin. También, se espera la llegada de otros cuatro barcos, uno de ellos el militar canadiense Glace Bay que cuenta con personal médico y una cámara hiperbárica utilizada para tratar a las personas accidentadas en episodios de buceo.
Estos apoyarán a la extensa red de aviones de transporte C-17 del ejército, equipos de apoyo varios, aviones de patrulla, buques, robots teledirigidos y equipos de escucha sonar de bandera canadiense y estadounidense, entre otros.
“Nuestras tripulaciones de la Guardia Costera y de los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá y el sector privado han estado trabajando día y noche para traer todas las capacidades que tenemos para encontrar el sumergible y ubicar a estas personas”, declaró, por su parte, el comandante John Mauger.
No obstante, los rescatistas aún tienen dudas sobre cómo podrían llegar a la embarcación perdida, en caso de lograr dar con ella, ya que se estima que podría haber alcanzado los 3.800 metros de profundidad -cerca del lugar donde descansa el histórico transatlántico-.
El sumergible de OceanGate desapareció el domingo en el Cabo Cod de Massachusetts, tan sólo dos horas después de que iniciara su descenso hacia los restos del Titanic. A bordo iban el millonario aviador británico y presidente de la compañía de jets privados Action Aviation, Hamish Harding; el conocido empresario paquistaní y vicepresidente del conglomerado Engro, Shahzada Dawood; su hijo Suleman; el ex buceador francés y experto en los restos del Titanic, Paul-Henry Nargeolet, y el propio director general de la empresa, Stockton Rush.
Desde entonces, la nave encargada de guiar su paso bajo el agua no recibe señales.
La compañía vende estas expediciones de 8 días y 7 noches desde 2021, por un precio aproximado de USD 250.000. Sin embargo, todos los tripulantes deben firmar un documento en el que dan su consentimiento y aseguran estar al tanto de que se trata de una embarcación experimental que “no ha sido aprobada ni certificada por ningún organismo regulador y podría resultar en lesiones físicas, discapacidad, trauma emocional o muerte”.
Inclusive, en el pasado, la nave ya había sufrido desperfectos durante otros viajes y hasta se habían emitido alertas por “posible peligro extremo”.
(Con información de AFP)
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