Un niño de 7 años disparó fatalmente a un niño de 5 años dentro de una casa en el este de Kentucky, dijo la policía.
Una investigación inicial encontró que el tiroteo reportado el lunes por la noche en la casa de McKee fue accidental, dijo la policía estatal de Kentucky en un comunicado.
Se intentaron medidas para salvar vidas, pero el forense del condado de Jackson declaró muerto al niño en el lugar, dijo la policía. La investigación continúa, dijo la policía, que no identificó a los involucrados.
Ha habido más de 150 tiroteos no intencionales por parte de niños en EEUU en lo que va del año, incluidos otros tres en Kentucky, que resultaron en al menos 58 muertes y 101 heridos, según el grupo de defensa Everytown for Gun Safety.
Kentucky no tiene leyes que impongan una sanción a quienes no obtengan un arma de fuego desatendida, según el Centro de Leyes Giffords. Sin embargo, el estado prohíbe que cualquier persona proporcione un arma de fuego a un menor de manera “intencional, a sabiendas o imprudentemente”, a menos que el menor tenga permiso legal para poseer un arma de fuego.
Asesinatos en masa en 2023
Por otra parte, Estados Unidos está estableciendo un ritmo récord en asesinatos en masa en 2023, un horror que se ha repetido aproximadamente cada semana en lo que va del año.
La carnicería se ha cobrado más 90 vidas en lo que va del año. En cada ocasión, los asesinos empuñaron armas de fuego. Sólo el 2009 estuvo marcado por tantas tragedias de ese tipo en el mismo periodo.
El derramamiento de sangre representa sólo una fracción de la violencia letal que se registra en Estados Unidos cada año. No obstante, los asesinatos en masa están sucediendo con frecuencia abrumadora en 2023: un promedio de una vez cada 6,53 días, según un análisis de la información de AP/USA Today.
De costa a costa, una serie de motivos desencadenan la violencia. Asesinatos-suicidios y violencia doméstica; represalias de pandillas; tiroteos escolares y venganzas en lugares de trabajo. Desde el 1 de enero, alguno de esos motivos ha estado detrás de los homicidios de cuatro o más personas al mismo tiempo, según cada caso.
La violencia continúa y siguen existiendo barreras que impiden implementar cambios. La probabilidad de que el Congreso restaure una prohibición de los fusiles semiautomáticos parece muy lejana y, el año pasado, la Corte Suprema federal impuso nuevos estándares para revisar las leyes de armas de fuego del país, cuestionando las restricciones a dichas armas en todo el territorio.
El ritmo de los tiroteos en masa en lo que va del año no necesariamente pronostica un nuevo récord anual. En 2009, la tasa del derramamiento de sangre se redujo y el año terminó con un conteo final de 32 asesinatos en masa y 172 muertos en ellos. Esas cifras apenas exceden los promedios de 31,1 masacres y 162 víctimas al año, según un análisis de datos que se remonta a 2006.
En el curso de la última década se han establecido récords espantosos. La información refleja un máximo de 45 homicidios masivos en 2019 y 230 personas asesinadas en ese tipo de tragedias en 2017. Ese año, 60 personas murieron cuando un hombre armado disparó en un festival al aire libre de música country en The Strip de Las Vegas. Esa masacre sigue representando el mayor número de muertes en un tiroteo en masa en el Estados Unidos moderno.
“La realidad es esta: si alguien está decidido a cometer violencia en masa, lo hará”, dijo Jaclyn Schildkraut, directora ejecutiva del Consorcio Regional de Investigación de la Violencia por Armas de Fuego del Instituto Rockefeller de Gobierno. “Y nuestro papel como sociedad es intentar poner obstáculos y barreras para dificultarlo”.
Pero hay pocos indicios a nivel estatal y federal —con un puñado de excepciones— de que en el horizonte haya cambios de gran magnitud en las políticas.
(Con información de AP)
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