La Guardia Costera de Estados Unidos completó una nueva y “compleja” ronda de búsqueda del submarino desaparecido Titan “sin resultados” y confirmó, durante la tarde de este martes, que a los tripulantes les quedan “unas 40 horas de aire respirable”.
El sumergible, de la empresa OceanGate, se encuentra desaparecido desde el domingo, tan sólo dos horas después de que iniciara su descenso hacia los restos del Titanic, con cinco personas a bordo -el piloto y cuatro pasajeros-. Desde entonces, no se han recibido señales de la nave.
Entre los tripulantes están el millonario aviador británico y presidente de la compañía de jets privados Action Aviation, Hamish Harding; el conocido empresario paquistaní y vicepresidente del conglomerado Engro, Shahzada Dawood; y su hijo Suleman. También, están a bordo el ex buceador francés y experto en los restos del Titanic, Paul-Henry Nargeolet, y el propio director general de la empresa, Stockton Rush.
“Estamos explorando y movilizando todas las opciones para traer a los tripulantes de vuelta sanos y salvos. Toda nuestra atención se centra en los tripulantes del sumergible y sus familias”, comentó la compañía en un comunicado.
Estados Unidos y Canadá, que no tardaron en poner en marcha sus maniobras de emergencia, han desplegado buques y aviones en la zona, de aproximadamente unos 1.450 kilómetros, confirmó el contralmirante John Mauger, que dirige la búsqueda.
Inclusive, se estableció un centro de operaciones en Boston desde donde se coordinan todas las labores.
Puntualmente, la operación se centra en el Cabo Cod de Massachusetts, tanto en la superficie oceánica como bajo el agua, donde se estima que la nave podría haber alcanzado una profundidad de hasta 4.000 metros.
“Es una zona remota y es un desafío llevar a cabo una búsqueda en una zona remota”, dijo Mauger.
En las últimas horas, un avión P-3 canadiense lanzó boyas en el perímetro en el que se encuentra sumergido hace más de un siglo el famoso transatlántico, con el fin de detectar cualquier posible sonido procedente del submarino, mientras que Washington puso a disposición un avión militar de transporte Lockheed C-130 Hércules, capaz de detectar objetos submarinos.
Asimismo, el capitán Jamie Frederick, de la Guardia Costera estadounidense, sumó que se incorporó un robot submarino que se opera de forma remota y que cuenta con una cámara que retransmite las imágenes del océano en tiempo real.
Por su parte, Francia anunció que se sumará a las operaciones con el envío del buque Atalante del instituto de investigación marina Ifremer, que está equipado con un robot submarino de gran profundidad.
OceanGate ofrece esta expedición, de 8 días y 7 noches, desde 2021 por un precio aproximado de USD 250.000. Sin embargo, los viajeros deben firmar un documento previa sumersión en el que se detalla que se trata de una embarcación experimental que “no ha sido aprobada ni certificada por ningún organismo regulador y podría resultar en lesiones físicas, discapacidad, trauma emocional o muerte”.
De momento, los expertos no tienen una hipótesis firme sobre qué podría haber ocurrido con el submarino -que no cuenta con sistema de GPS- pero sostienen dos posibles escenarios.
Alistair Greig, profesor de ingeniería marina en el University College London, explicó que la nave podría haber sufrido un problema eléctrico o de comunicaciones aunque señaló que, en tal caso, habría salido a la superficie y permanecería flotando, “esperando a ser encontrado”.
Por ello, pensó que otra alternativa es “que el casco de presión estuviera dañado, una fuga”, lo que empeoraría el pronóstico, agregó.
De todas formas, más allá del defecto que presente la nave, los rescatistas prevén que una de las mayores dificultades será lograr trasladarlo hacia la superficie ya que la mayoría de los sumergibles solo pueden adentrarse en el océano unos pocos cientos de kilómetros.
Este episodio no es, sin embargo, el primero del estilo al que se enfrenta la compañía. El sumergible ya había sufrido percances en sumersiones previas, tal como reveló un periodista de la CBS que estuvo a bordo de uno de estos viajes defectuosos.
“Tal vez recuerden que el submarino de OceanGate al Titanic se perdió durante unas horas el verano pasado, también cuando yo estaba a bordo”, recordó David Pogue.
El comunicador explicó que el submarino es guiado por una nave desde la superficie a través de mensajes de texto y, durante su expedición, “la comunicación de alguna manera se rompió y el submarino nunca encontró los restos”.
(Con información de AFP)
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