Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), una perturbación en el Golfo de México adquirió características más definidas y ahora presenta un 50% de probabilidad de convertirse en una tormenta tropical en los próximos días. Si se formara, sería la primera tormenta de la temporada de huracanes 2023 y se llamaría Arlene.
Este sistema, aunque aún desorganizado, se ha estado moviendo lentamente sobre el Golfo de México, desencadenando lluvias y tormentas eléctricas en el sur de Florida. Los expertos del NHC notaron que las condiciones ambientales son solo “marginalmente favorables” para su desarrollo adicional, lo que significa que aún hay incertidumbre acerca de si la perturbación se convertirá en un ciclón tropical, según informó Telemundo 51 Miami en su noticiero.
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Esta noticia llega justo cuando los residentes de Florida aún están lidiando con las secuelas del huracán Ian, que azotó el área hace ocho meses. A pesar de esta preocupación adicional, los funcionarios locales y el NHC enfatizan que no hay razón para alarmarse. Aunque se anticipa que la perturbación provocará fuertes lluvias y posibles inundaciones en partes de la península, los meteorólogos insisten en que seguirán monitoreando de cerca el sistema y proporcionando actualizaciones a medida que evolucione.
Una alerta de inundaciones está en efecto para gran parte del sur de Florida
Se prevé que las condiciones ambientales se vuelvan menos favorables para un desarrollo adicional durante el fin de semana, cuando el sistema se dirija al sur. No obstante, partes de la península de Florida podrían ser golpeadas por intensas lluvias, independientemente de cómo se desarrolle el sistema.
El Servicio Nacional de Meteorología de Miami (NWS Miami) ha emitido una alerta de inundaciones que durará hasta la noche del viernes. La alerta, que cubre gran parte del sur de Florida, advierte sobre el potencial de lluvias torrenciales que podrían causar inundaciones localizadas. Las áreas más propensas a las inundaciones por lluvias excesivas incluyen los condados de Broward, la zona costera de Miami-Dade y Palm Beach, el extremo sur de Miami-Dade y las áreas metropolitanas de estos tres condados.
Mientras tanto, la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA) lanzó sus previsiones para la temporada de huracanes 2023, que oficialmente comenzó este jueves 1° de junio. La agencia predice que este año habrá entre 12 y 17 tormentas con nombre, de las cuales entre 5 y 9 podrían convertirse en huracanes. De esos, uno a cuatro podrían alcanzar la categoría de mayor, con vientos de al menos 157 mph, según la escala Saffir-Simpson.
Richard W. Spinrad, administrador de la NOAA, anticipó a finales de mayo que existe un 40% de posibilidad de que la temporada de huracanes de este año sea casi normal, un 30% de probabilidad de que sea más activa de lo habitual y un 30% de que sea menos activa. En un desarrollo adicional, la NOAA ha anunciado mejoras en su modelo de observación de huracanes, lo que incrementará la precisión de los pronósticos de trayectoria e intensidad en un 15%.
La perspectiva de una nueva temporada de huracanes es especialmente preocupante para los residentes de Florida. Después de los daños causados por el huracán Ian el año pasado, cualquier señal de una nueva tormenta, incluso una perturbación incipiente como la que se está monitoreando actualmente, es suficiente para poner nerviosas a millones de personas en la región.
A pesar de esta tensión, los funcionarios locales insisten en que están preparados. “La incertidumbre y el no saber son lo más duro”, dijo Dan Allers, el alcalde de Fort Myers Beach a Telemundo51. “Pero estamos listos para manejar cualquier cosa que la temporada de huracanes nos arroje”.