Expertos militares advirtieron que Estados Unidos, Rusia y China también luchan por el dominio del fondo del océano y que la Marina estadounidense quiere ganar terreno en esta batalla con la construcción del submarino espía más caro de su historia, un buque de alta tecnología de USD 5.100 millones.
Esta embarcación, que sucedería al USS Jimmy Carter, podría patrullar las profundidades marinas y desplegar otros pequeños submarinos y drones capaces de combatir a fuerzas hostiles, según un artículo de USA Today que advirtió que es una iniciativa secreta de Washington que se ha convertido en prioridad tras los ataques a los gasoductos Nord Stream el año pasado y un presunto sabotaje chino a cables submarinos de Internet que dejó aisladas a una de las islas periféricas de Taiwán el mes pasado.
“No son los satélites en el cielo los que forman la columna vertebral de la economía mundial, sino las tuberías en el fondo del océano”, explicó el almirante retirado de la Marina James Stavridis.
Y también se advirtió que en las últimas décadas hubo un gran aumento de la comercialización de los fondos oceánicos, incluidas las perforaciones petrolíferas y la extracción de metales preciosos y otros recursos. Y todavía no existen leyes internacionales claras que rijan los conflictos en esas profundidades.
“La guerra es una empresa humana. Y si los humanos trasladan sus actividades a los fondos marinos, la guerra vendrá después”, señaló Peter Singer, asesor del ejército estadounidense y estratega del “futuro de la guerra” en el think tank New America de Washington DC.
“Ahora que hay infraestructuras, la guerra en los fondos marinos se dirige hacia donde está el negocio”, afirmó Singer. “Están bajando allí por toda esta actividad económica civil. Y a medida que se convierte más y más en un espacio de batalla, entonces se ve más y más inversión y gasto en él en los presupuestos de defensa”.
Debido a esta situación, Estados Unidos está incrementando sus capacidades militares en los océanos y ha encargado construir un submarino capaz de desplazarse sigilosamente y realizar operaciones encubiertas para proteger sus intereses ante las presencias enemigas.
Una investigación de USA Today afirma que los trabajos preliminares del submarino ya están en marcha en el astillero General Dynamics Electric Boat de Groton, Connecticut, y probablemente estará armado para que actúe como “nave nodriza” para otros vehículos que serían operados por control remoto.
Documentos presupuestarios del Pentágono y un informe del Congreso precisan que este submarino costará unos USD 5.100 millones; una cifra elevada considerando que un submarino estándar de esta categoría costó USD 3.450 millones en 2021.
Por otra parte, la construcción del submarino está incluida en la solicitud de presupuesto de la Armada de EEUU para el año fiscal 2024 y aún debe ser financiado por el Congreso, donde se espera poca oposición. Según USA Today, la embarcación no estará lista hasta dentro de 13 años.
Un submarino adicional en el Golfo Pérsico
Por otro lado, Estados Unidos anunció recientemente el despliegue en el Golfo Pérsico de un submarino equipado con misiles crucero para reforzar la Quinta Flota destacada en Bahréin para “garantizar la seguridad y la estabilidad marítima de la región” en medio de tensiones con Irán.
El submarino en cuestión es el ‘USS Florida’, con capacidad para cargar hasta 154 misiles crucero ‘Tomahawk’ que pueden alcanzar objetivos a 2.500 kilómetros de distancia.
La Quinta Flota patrulla el crucial Estrecho de Ormuz, boca del Golfo Pérsico por la que pasa el 20% del petróleo mundial. En la zona están también el Estrecho de Bab el-Mandeb, frente a Yemen, y el Mar Rojo, que se extiende hasta el Canal de Suez, la vía navegable egipcia que conecta Oriente Medio con el Mar Mediterráneo.
En los últimos años, Estados Unidos, Israel y el Reino Unido han acusado a Irán de atacar a petroleros y mercantes, acusaciones que Teherán niega. La Marina estadounidense reportó además una serie de tensos encuentros en el mar con las fuerzas iraníes en los que, según afirmó, fueron innecesariamente agresivas.
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