El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó este sábado que el comienzo de acuerdo sobre el techo de deuda alcanzado con los republicanos contiene concesiones de los demócratas, pero mantiene las “prioridades clave” de su Gobierno.
“El acuerdo representa un compromiso, lo que significa que no todos obtienen lo que quieren. Esa es la responsabilidad de gobernar”, afirmó en un comunicado.
Sin embargo, añadió, el acuerdo “protege” sus “prioridades clave” y “los logros legislativos de los demócratas del Congreso”.
“Es un importante paso adelante que reduce el gasto mientras protege programas críticos para los trabajadores y hace crecer la economía para todos”, añadió Biden, unos minutos después de que el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, confirmara un “principio de acuerdo”.
En una breve comparecencia de prensa, el líder republicano detalló que los legisladores continuarán con la redacción del proyecto de ley. Tras esto lo consultará con la Casa Blanca y hablará con Biden el domingo por la tarde antes de publicar el texto, que se votará el miércoles 31 de mayo.
Según Biden, el acuerdo es “una buena noticia para el pueblo estadounidense, porque evita lo que podría haber sido un incumplimiento de pago catastrófico y habría llevado a una recesión económica, cuentas de jubilación devastadas y millones de empleos perdidos”.
“Nuestros equipos de negociación finalizarán el texto legislativo y el acuerdo irá a la Cámara y el Senado de los Estados Unidos. Insto encarecidamente a ambas cámaras a que aprueben el acuerdo de inmediato”, concluyó el presidente estadounidense
Aunque no se conocen detalles sobre lo acordado, según McCarthy recoge una “histórica” reducción del gasto público y reformas que “sacarán a las personas de la pobreza y las incorporará a la fuerza laboral”. Además recalcó que no contiene nuevos impuestos ni nuevos programas del gobierno.
El preacuerdo se produce un día después de que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, estimara para el 5 de junio la fecha límite después de la cual el país podría verse abocado a una suspensión de pagos, si el Congreso no acuerda antes elevar o suspender el techo de deuda.
El límite de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno de los Estados Unidos está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, los reembolsos de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
El país alcanzó el pasado 19 de enero su límite de deuda legal, de 31,4 billones de dólares, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir desde entonces a medidas extraordinarias para pagar las cuentas.
Biden se había manifestado bastante “optimista” sobre la posibilidad de acuerdo, al igual que McCarthy, quien dijo sentirse “más cerca de un acuerdo ahora que hace mucho tiempo”.
Uno de los principales puntos de desacuerdo entre ambas filas es la petición de los republicanos de condicionar ciertas prestaciones sociales, como la ayuda alimentaria en el trabajo.
“No creo que sea correcto pedir dinero prestado a China para pagarle a personas sanas y que no tienen dependientes para pasar el rato en su sofá. No es la forma estadounidense de hacer las cosas... Eso no es en lo que creemos”, fustigó McCarthy, quien se declara un defensor intransigente de la disciplina fiscal.
El portavoz adjunto de la Casa Blanca, Andrew Bates, criticó a los republicanos por poner en peligro “más de ocho millones de empleos” mientras intentan “sacar el pan de la boca a estadounidenses que tienen hambre”.
(Con información de AFP y EFE)
Seguir leyendo: