Stewart Rhodes, el fundador del grupo ultraderechista Oath Keepers, fue condenado el jueves a 18 años de prisión por orquestar un complot que culminó con el ataque de sus seguidores el 6 de enero de 2021 al Capitolio de EEUU. El asalto en Washington fue un intento por mantener al ex presidente Donald Trump en el poder tras las elecciones de 2020.
El líder del grupo radical es la primera persona en ser condenada por conspiración sediciosa por los ataques del 6 de enero, y su sentencia es la más larga entre las cientos de personas que fueron procesadas por el asalto al Capitolio de Estados Unidos.
Rhodes, reconocido por su característico parche en el ojo y sus encendidos discursos antigubernamentales, nació en Fresno, California, en 1966. Su padre fue un infante de la marina de EEUU que lo abandonó a él y a su madre cuando tenía tres años. El líder de Oath Keepers creció con con su mamá, quien trabajaba en una granja y su familia materna, quienes son mexicano-estadounidense.
Luego de graduarse de la secundaria, Rhodes ingresó al ejército pero fue dado de baja tras un accidente en paracaídas. Más tarde estudió ciencias políticas en la Universidad de Nevada y luego derecho en la Universidad de Yales.
Antes de formar Oath Keepers, trabajó con el ex congresista republicano Ron Paul, de ideología libertaria. En 2009, luego de su experiencia en la política de Washington, fundó al grupo ultraderechista donde reclutó a militares y policías activos, y veteranos de ambas fuerzas.
De acuerdo con Southern Poverty Law Center (SPLC) —organización no gubernamental progresista de defensa de los derechos civiles—, Oath Keepers es un “grupo militarista ferozmente antigubernamental que afirma tener más de 30,000 agentes de la ley, soldados y veteranos militares como miembros”.
Medios radicales, conocidos por su tendencia a difundir teorías conspirativas y noticias falsas, se han encargado de amplificar los peligrosos e incendiarios mensajes de Rhodes y los Oath Keepers.
“En los últimos años, las acciones de Rhodes han revelado vívidamente el peligro de sus convicciones inflamadas de conspiración como portavoz de la organización Oath Keepers”, dice SPLC.
Oath Keepers promueve “su propia versión de justicia por mano propia al brindar seguridad voluntaria y, a veces, ilegal durante situaciones tensas en Estados Unidos”, agrega SPLC.
Aunque el grupo fue fundado en 2009, su origen se remonta un año antes, durante una protesta antigubernamental contra la elección de Barack Obama en 2008. Durante charles y mítines políticos, Rhodes empezaba desplegar su ideas y las de la futura organización, cuyo objetivo es hacer que los miembros de las fuerzas armadas (activos y veteranos) y los oficiales de policía (activos y veteranos) cumplan la promesa de defender la Constitución contra los enemigos.
La cuestión, y el peligro que señalan los expertos, es a quiénes considera enemigos. Los principales blancos en los discursos de Rhodes son políticos, instituciones y figuras públicas estadounidense. Además de criticar el sistema democrático en su conjunto.
La ex esposa de Rhodes, Tasha Adams, fue testigo de la deriva radical de su ex marido. Según cuenta, en 2008 el líder de Oath Keepers se veía a sí mismo como el próximo George Washington.
“Él me juró que nunca habría ningún entrenamiento de milicia real”, dijo Adams a The Washington Post. “Dijo que se trata de llevar la Primera Enmienda al límite absoluto y eso es todo. Lo llamaba la versión libertaria de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles”.
Durante la presidencia de Donald Trump, los Oath Keepers fueron uno de los grupos radicales que más apoyó y se movilizó en favor del ex presidente. En esos cuatro años, según SPLC, Rhodes se volvió “cada vez más conspirativo” y adoptó varias “teorías conspirativas de derecha con la ayuda de su amigo Alex Jones”.
Jones es un polémico líder de medios de extrema derecha y difusor de teorías de conspirativas que fue condenado por la justicia de EEUU por publicar noticias falsas sobre las familias de las víctimas de la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook. Jones dijo que la matanza nunca ocurrió y que todo fue un montaje.
Rhodes, quien al frente de Oath Keepers se ve a sí mismo como el comandante de un ejército privado, ve a las autoridades federales como enemigas, fuerzas tiránicas que tienen el deber de combatir.
Durante el asalto al Capitolio, que dejó cinco muerto y más de 140 agentes heridos, el líder del grupo ultraderechista supervisó toda la operación en la que seguidores de Trump irrumpieron en el Congreso mientras estaban reunidas las dos cámaras para certificar la victoria en la elecciones presidenciales de Joe Biden.
Este jueves, tras conocerse la sentencia, el juez de distrito Amit Mehta subrayó que “en absoluto” se puede permitir que “un grupo de ciudadanos, a los que solo porque no les gustaba el resultado de las elecciones ni creían en que la ley se cumplió como debería, fomentaran una revolución”.
“Eso es lo que usted hizo”, señaló el juez.
“Soy un preso político y, como el presidente Trump, mi único delito es oponerme a quienes están destruyendo nuestro país”, dijo Rhodes a Mehta.
La cadena CNN recordó que 22 personas que formaban parte del equipo de Rhodes ya han sido condenadas por varios delitos federales por un jurado o tras haberse declarado culpables.
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