El InterAmerican Institute for Democracy presentó el foro “Henry Kissinger y sus tiempos”

El InterAmerican Institute for Democracy presentó este miércoles a las 17:00 hora local de Miami el foro “Henry Kissinger y sus tiempos”.

El evento, organizado de forma conjunta con la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, comenzó con una bienvenida a cargo de Tomás Regalado, director de Cuba Broadcasting y ex alcalde de la ciudad de Miami y, a continuación, contó con la exposición de oradores expertos en la materia.

Regalado comenzó su exposición refiriéndose al Día de los Caídos, que se conmemora cada 29 de mayo en el país, y en el cual, aseguró, se recordará a Kissinger por ser quien “puso fin a esta pesadilla“ -la guerra de Vietnam-, que fue “uno de los conflictos más controversiales en los que Estados Unidos participó”.

A continuación, tomó la palabra Jorge Castañeda, ex ministro de Asuntos Exteriores de México, quien se refirió al tema de Kissinger en América Latina, algo de lo que aseguró que “no quiere hablar” porque allí “se lo recordó, se lo recuerda y se lo recordará por las políticas que implementó entre septiembre de 1970 y septiembre de 1973 respecto a Chile y el régimen de Allende”. “Es un episodio muy triste” tanto para Estados Unidos como para la historia del continente y opacan el legado de Kissinger, continuó.

En cambio, propuso abordar los acontecimientos en torno a China y Estados Unidos, episodios en los que destacó el trabajo conjunto realizado con Nixon, así como la idea de pensar en un Kissinger luego de sus ocho años en funciones y sus importantes reflexiones.

Le siguió Luigi Einaudi, ex Secretario General Adjunto de la OEA, quien tuvo la oportunidad de trabajar personalmente con Kissinger, y en lo que enfocó su alocución. Einaudi recordó a su colega como muy trabajador, práctico, pragmático y meticuloso con su trabajo. “Kissinger pasaba mucho tiempo pensando en sus discursos y el valor de las palabras. Eran su manera de escapar los límites de la política de todos los días (...) y de hacerla mejor”, agregó.

“Kissinger era diferente de muchos otros en el sistema estadounidense porque estaba fascinado y aprovechaba las diferencias en la historia y la cultura”, destacó también y concluyó haciendo referencia a la importancia de que Estados Unidos se alíe con el mundo, algo que el político abordó recientemente.

Por último, expuso José María Figueres Olsen, ex presidente de Costa Rica, quien, si bien se enfocó en “el Kissinger del futuro”, comenzó diciendo que “no puedo pensar en nadie que haya impactado más en la geopolítica” en los últimos años que él. “Su voz era oída, respetada -por algunos- y su política fue puesta en práctica en muchos lugares” como Europa, la Unión Soviética y África, entre otros.

De cara al futuro, comentó que Kissinger comparte sus visiones sobre los desafíos más importantes de los tiempos que corren, caracterizados principalmente por “una de las mayores tensiones geopolíticas desde la caída del muro en Europa”, así como la economía global que no logra alcanzar un curso fluido. Tercero mencionó la crisis climática, “una lucha que implica transformar nuestra economía en una verde”.

En este contexto, recordó una frase que dice que “uno es joven mientras tenga más ilusiones que recuerdos”, algo que, sostiene, Kissinger pone en práctica con sus esfuerzos por lograr un mejor mundo.

Por último abordó también el rol de China y la Inteligencia Artificial y las tensiones que ello podrá generar de cara al futuro -no tan lejano-.

A su término, el ex embajador Mariano Caucino, estuvo a cargo de los comentarios finales que dieron un cierre al evento. En sus palabras destacó algunas lecciones que dejó su paso por la Casa Blanca, como su búsqueda por la estabilidad y la legalidad entre los Estados, y “su sorprendente capacidad para trabajar conjuntamente en el rubro académico y en las altas esferas”. Esto, continuó, se ve reflejado en sus múltiples publicaciones.

“Por último, le debemos la apertura a China así como sentar las bases para los acuerdos entre Egipto e Israel”, concluyó.

Toda la jornada -disponible en YouTube- estuvo moderada por Beatrice Rangel, integrante del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.

El foro se da en la víspera de que Kissinger cumpla 100 años, este sábado 27 de mayo.

Pero no es solamente su avanzada edad la que lo convierte en una figura digna de tal homenaje. Por el contrario, su carrera política y su rol activo e influyente en la política internacional -no sólo de los Estados Unidos sino del mundo entero- han vuelto su nombre uno de los más mencionados en la historia moderna.

Kissinger ejerció como secretario de Estado estadounidense durante las presidencias de Richard Nixon y Gerald Ford, entre 1969 y 1977, y fue -a su vez- consejero de Seguridad Nacional durante todo el mandato inicial del primero.

Durante sus años en funciones en la Casa Blanca, Kissinger se destacó por siempre tender a la búsqueda de un sistema de balance de poder a la par de una estabilidad que llevara a los Estados a alcanzar un entendimiento mínimo, siempre con el eje en la legitimidad.

Esto, señalaba el político, no es equivalente a lo “justo” sino que, casualmente, se trata de poder coincidir en cuestiones mínimas pero fundamentales -como normas y reglas- que eviten que alguna de las partes llegue a un punto de insatisfacción tal que se vea tentado a iniciar un curso de acción que ponga en jaque estas estructuras.

Este pensamiento estratégico es una de las enseñanzas que más resuenan aún por estos días en el mundo, justamente en un momento en el que el tercer actor más importante -Rusia- ha decidido desafiar el orden global establecido a partir de la Guerra Fría, con métodos y prácticas ilegales que la comunidad internacional condena y considera inaceptables.

A la par de este factor se da la política revisionista que subyace a las acciones, que busca alterar el sistema de Estados soberanos y sus fronteras ya delimitadas y deja la puerta entreabierta a una tercera guerra mundial.

“Estamos en la clásica situación anterior a la Primera Guerra Mundial en la que ninguna de las partes tiene mucho margen de concesión política y en la que cualquier alteración del equilibrio puede tener consecuencias catastróficas”, comentó al respecto tiempo atrás y sumó a China a la cuestión, cuyo rol parece cada vez más importante: “Están creando su propio orden mundial, en la medida en que pueden”, advirtió.

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