Unos 2.000 niños de Illinois fueron víctimas de abusos sexuales por parte del clero católico desde 1950 hasta hoy dijo el fiscal general del Estado en un informe publicado este martes, en el que también se detalla cómo los abusos fueron a menudo tolerados y ocultados por los líderes de la Iglesia.
El trabajo de 696 páginas, publicado por el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, corrobora las denuncias de abusos presentadas contra 451 clérigos católicos y hermanos religiosos en las seis diócesis del estado. Según el informe, al menos 1.997 niños sufrieron abusos sexuales en siete décadas.
El informe añade 149 nombres a la lista de abusadores sexuales de menores que las propias diócesis habían identificado públicamente antes o durante la investigación, lo que eleva los identificados a 451 y multiplica así por cuatro la cifra aportada por la iglesia antes de 2018, cuando el Estado comenzó su investigación.
Los nuevos nombres fueron facilitados por víctimas que contaron sus abusos a los investigadores, que también entrevistaron a líderes religiosos y revisaron más de 100.000 páginas de documentos en poder de la diócesis. De los 451 supuestos abusadores mencionados en el informe, 330 han fallecido ya, de acuerdo con Raoul.
“Es posible que estos perpetradores nunca rindan cuentas ante un tribunal, pero al nombrarlos aquí, la intención es ofrecer una rendición de cuentas pública y una medida de sanación para los sobrevivientes que han sufrido durante mucho tiempo en silencio”, incidió el fiscal general en un comunicado.
Según una investigación preliminar realizada por el predecesor de Raoul, las diócesis estatales consideraron que solo el 26% de las denuncias que recibieron eran “creíbles”, y no investigaron o consideraron que el 74% restante carecía de fundamento.
En un comunicado publicado el martes, la Red de Sobrevivientes de los Abusados por Sacerdotes calificó el informe de “impresionante”, pero enfatizó que es probable que se minimice el número de víctimas y abusadores citados por los investigadores estatales.
“No hay duda de los hechos del informe: hasta 2018, cuando comenzó la investigación, los jerarcas de todas las diócesis de Illinois mantuvieron en secreto a los abusadores conocidos, se negaron a incluirlos en sus listas de acusados y se negaron a reconocer la verdad de aquellos sobrevivientes de abuso que denunciaron”, dijo el comunicado. Es para nosotros, en una palabra, repugnante que estos supuestos pastores mientan tan descaradamente”.
El informe preliminar realizado por la predecesora de Raoul, Lisa Madigan, encontró que las seis diócesis de la iglesia hicieron un trabajo lamentablemente inadecuado al investigar las denuncias y, en algunos casos, no las investigaron ni notificaron a la agencia estatal de bienestar infantil. El informe preliminar no incluyó además ciertos detalles clave, como cuándo se hicieron las denuncias.
Los testimonios de las víctimas
Entre los casos documentados está el del sacerdote Thomas Francis Kelly, que abusó de más de 15 niños de entre 11 y 17 años en varias parroquias en las décadas de los sesenta y setenta.
Uno de los testimonios, Joe, quien tenía 11 años cuando Kelly abusó de él, explica en el informe que el sacerdote lo invitó a ver una película y a pasar la noche en la rectoría, donde le ofreció cerveza.
Joe se despertó en medio de la noche y se encontró al padre Kelly practicándole sexo oral. Otras víctimas de los abusos de Kelly, quien murió en 1990, también comparten sus vivencias en el informe.
El informe también contiene 50 páginas de recomendaciones a las diócesis para que sean transparentes y denuncien los abusos que puedan producirse.
Abusos en todo el mundo
El informe se suma a una larga lista de investigaciones en todo el mundo sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica y la frecuente práctica de encubrir a los abusadores y transferirlos a nuevos destinos, poniendo así en riesgo a más niños.
Los escándalos de abusos han destrozado la reputación de la Iglesia y han supuesto un gran reto para el papa Francisco, que en los últimos 10 años ha aprobado una serie de medidas encaminadas a responsabilizar más a la jerarquía eclesiástica, con resultados dispares.
“Décadas de decisiones y políticas de liderazgo católico han permitido que abusadores sexuales de niños identificados se escondan, a menudo a plena vista”, dijo el fiscal general.
En una declaración, el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, trató de mitigar las críticas de que la Iglesia no había revelado los nombres de los abusadores identificados en el informe, argumentando que la mayoría de los 149 eran miembros de órdenes religiosas que no estaban bajo la supervisión directa de las diócesis.
Alrededor de 3,5 millones de católicos vivían en Illinois en 2019, según la Conferencia Católica de Illinois, lo que representa el 27% de la población del estado, que tiene unas 950 parroquias y más de 2.200 sacerdotes.
(Con información de EFE, AP y Reuters)
Seguir leyendo: