(Washington, Estados Unidos) La cantidad de migrantes que llegaron a Estados Unidos en la última semana disminuyó y estuvo lejos de generarse el caos que algunos funcionarios y políticos pronosticaban para la frontera con México por el fin de la normativa que rigió durante toda la pandemia, que permitía expulsar rápidamente a los migrantes.
Las cifras disponibles y lo que las organizaciones sociales reportan desde el terreno en la frontera dan la pauta que hubo una caída en los ingresos porque los migrantes quieren ver qué tan seguro es “el salto al vacío” de intentar entrar y entregarse para pedir asilo. Pero según los expertos, es esperable que luego de algunas semanas haya un rebote en las cifras y los intentos vuelvan a crecer.
“Estamos en una fase de ‘wait and see’: esperemos y veamos”, explicó a Infobae Adam Isacson, director del programa Veeduría de Defensa de Washington Office on Latin America (WOLA). Esa es la actitud que tienen tanto migrantes como coyotes (los intermediarios que ofrecen servicios para facilitar el cruce ilegal de personas) para observar qué pasa con los que entran con la nueva normativa para tomar menos riesgo ante la incertidumbre de cómo se aplicarán las nuevas normas.
“Cuando México inició el famoso plan frontera sur en 2014, cuando asumió Trump en 2017 y en marzo de 2020 con la pandemia también hubo una caída en los ingresos”, explicó Isacson. La fase posterior al ‘wait and see’ siempre ha sido un repunte en los intentos de ingresos hasta llegar a nuevos récords, agregó.
El jueves 11 fue el primer día sin el Título 42, una política migratoria fijada por el gobierno estadounidense durante la administración de Donald Trump y mantenida por Joe Biden, que reguló la entrada de migrantes en la frontera durante toda la pandemia. Esta medida permitía expulsar rápidamente a los migrantes.
Las cifras y la tranquilidad
La llegada de migrantes a la frontera de Estados Unidos se redujo en un 56% esta semana en comparación con la semana anterior a la caída del Título 42, según las cifras divulgadas por el departamento de Política Fronteriza e Inmigración de Estados Unidos. Por día están llegando a la frontera 4.400 migrantes en promedio, lejos de los 10.100 diarios de los últimos días de vigencia de la normativa anterior. Las proyecciones previas que había hecho el Departamento de Seguridad Nacional era que los “contactos” iban a aumentar hasta los 13.000 por día.
En el terreno, quienes han visitado la frontera en estos días, aseguran que la realidad refleja esas cifras. La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara, visitó algunos puntos fronterizos durante los días posteriores a la caída del Título 42. “Se creó una expectativa, tanto en las personas que estaban en la frontera como los gobiernos, de un temor por cruces masivos. Había medios que hablaban de una ‘invación’ de migrantes a territorio norteamericano. Lo que vimos es algo difertente: una población angustiada y confundida”, dijo Guevara.
La directora de Amnistía visitó el cruce entre Matamoros y Brownsvilley y, según contó en un video en redes sociales con una periodista venezolana, pudo observar que “no hubo cruces masivos” ni caos.
En los días previos Isacson estuvo en Honduras, en la frontera con Nicaragua y allí habló con muchos migrantes en tránsito hacia Estados Unidos. “La mayoría tenía bastante claro que después del 11 de mayo habría mucha confusión sobre qué iba a pasar. Cruzar, especialmente para quienes quieren entregarse y pedir asilo, es un salto al vacío. Y veo que muchos no están haciendo ese salto”, dijo.
La explicación del gobierno de Estados Unidos a la caída en las cifras es diferente y lo atribuye a las medidas que tomó el Departamento de Seguridad Nacional para reforzar la frontera con militares, así como las nuevas reglas, conocidas bajo el nombre de Título 8.
La pelota está en la cancha de México
La gran variable de cómo sean los próximos pasos derivará de qué postura adopte México. Antes, todas las personas deportadas por Estados Unidos eran recibidas en la frontera. Ahora el gobierno de Manuel López Obrador está recibiendo a los deportados solo de cuatro países (Nicaragua, Venezuela, Cuba y Haití) y en un número limitado. Si eso no cambia y el gobierno de Biden quiere aplicar su nueva regla de forma dura tendrá que deportar a todos los demás migrantes por aire, por largas distancias, lo que hace inviable que pueda hacerlo con todos.
“No hay suficientes vuelos para incrementar las deportaciones. Si llean 20 mil hondureños y hay hay 40 vuelos mensuales a Honduras, eso da la pauta que tal vez un 25% serán deportados y los demás pueden estar libres dentro de Estados Unidos”, dijo Isacson.
El experto de WOLA de todas formas advirtió que es probable que en algunas semanas, más cerca de julio, las cifras vuelvan a aumentar dado que los migrantes y los coyotes están observando qué pasa. Si ven que, por ejemplo, los hondureños cruzan y se entregan y muchos de ellos no son deportados y quedan libres en Estados Unidos porque no hay suficientes vuelos para las deportaciones, es probable que ese mensaje se comparta y aumente nuevamente el flujo.
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