La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés) investigó las causas del colapso del puente de Pittsburgh el 28 de enero de 2022 y advirtió que es necesaria la inspección de más de 10.000 construcciones similares en el país porque también corren peligro de derrumbe por falta de mantenimiento.
Investigadores de la NTSB publicaron un comunicado para “recomendar que las autoridades federales y estatales de EEUU revisen los informes de inspección e identifiquen las acciones de mantenimiento incompletas que deben resolverse para los puentes de acero a la intemperie sin revestimiento, citando la investigación en curso del derrumbe de un puente en 2022 en Pittsburgh”.
El puente Fern Hollow de 136 metros de longitud en la localidad de Pittsburgh, Pensilvania, experimentó un fallo estructural el 28 de enero de 2022 y cayó de una altura de 30 metros cuando seis vehículos circulaban sobre él y cuatro personas sufrieron heridas. Este incidente generó una gran repercusión internacional porque, además de su gravedad, se produjo horas antes de que el presidente Joe Biden visitara esa ciudad para promocionar su plan de infraestructura.
Una investigación de la NTSB -organización independiente del gobierno de EEUU dedicada al estudio de accidentes de transporte- descubrió que los cuatro pilares de acero del puente Fern Hollow habían sufrido deterioro y pérdidas de secciones “por la continua acumulación de agua y escombros, que impidieron el desarrollo de la pátina protectora que resistiría dicha corrosión en el acero a la intemperie”.
“Algunas de las pérdidas de sección eran tan graves que provocaron agujeros” en los pilares, explicó el informe de la NTSB. “El acero sin revestimiento requiere periodos de sequía para formar una capa protectora de óxido, o pátina, que resista la corrosión con el paso del tiempo. Los escombros, la suciedad y las hojas obstruían los sistemas de drenaje del puente Fern Hollow, permitiendo que el agua se escurriera por zonas no destinadas a su flujo e impidiendo que se formara la pátina protectora”.
Los encargados de investigar el colapso del puente Fern Hollow también descubrieron que en varias inspecciones del Departamento de Transporte de Pensilvania se habían detectado problemas con su drenaje pero no se realizaron tareas de mantenimiento para resolverlos.
Y mencionaron que, en el marco de la investigación, pudieron revisar otros diez puentes construidos de la misma manera en Pensilvania y encontraron que tenían problemas similares con la circulación de agua, la acumulación de residuos y la corrosión.
“En Estados Unidos se han construido más de 10.000 puentes con acero sin revestimiento a la intemperie. Si se utilizan en condiciones adecuadas y se mantienen correctamente, pueden durar décadas. Sin embargo, al igual que ocurre con cualquier otro tipo de acero, si no se realiza un mantenimiento adecuado pueden producirse daños por corrosión, deterioro y pérdida de sección en componentes críticos, reduciendo así su seguridad y vida útil”, explicó la NTSB.
Con estos argumentos, la NTSB urgió a la Administración Federal de Carreteras -división del Departamento de Transporte de EEUU- a desarrollar una operación basada en datos de riesgos para que los responsables de puentes de acero de todo el país lleven a cabo las acciones de mantenimiento necesarias debido a sus implicaciones inmediatas para la seguridad de las poblaciones.
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