Cuando pensamos en verano, imaginamos días de sol y diversión en la playa. Sin embargo, para los residentes de Miami-Dade, en el sureste de Florida, el verano trae consigo un “asesino silencioso”, como lo ha definido su alcaldesa, Daniella Levine Cava: el calor extremo. Este fenómeno no solo representa un riesgo para la salud de los habitantes, sino que también provoca pérdidas económicas millonarias cada año.
Según la alcaldesa, el calor extremo es el fenómeno climático que más vidas cobra, siendo las comunidades más vulnerables y de bajos ingresos las más afectadas. En promedio, cada año mueren 34 personas en este condado debido a las altas temperaturas.
El clima en Miami-Dade y el sureste de Florida ha experimentado cambios significativos en las últimas cinco décadas. El impacto del cambio climático y los patrones de desarrollo urbano se reflejan en veranos más prolongados y abrasadores, con un aumento promedio de 51 días con temperaturas superiores a los 90 grados Fahrenheit (32,2 grados Celsius).
Los pronósticos indican que Miami-Dade, una región ya amenazada por el aumento del nivel del mar debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, enfrentará un alarmante incremento en los días de calor extremo. Se estima que, para mediados de este siglo, este condado hará frente a el mayor número de días con temperaturas peligrosamente altas, superando los 100 grados Fahrenheit (37,7 grados Celsius), en comparación con otros condados de Estados Unidos. Esta proyección plantea cuestionamientos sobre cómo afrontar este creciente desafío climático y asegurar la seguridad y el bienestar de los residentes en un futuro cada vez más caluroso.
En respuesta a esta amenaza, las autoridades del condado han lanzado una campaña de servicio público que busca educar a la población sobre los efectos del calor extremo. Esta iniciativa, que se extiende desde el 1 de mayo hasta el 31 de octubre, incluye medidas como:
– La implementación de un “Plan de Acción para el Calor Extremo” liderado por Jane Gilbert, “la primera directora de calor del mundo”, según la oficina condal.
– Un esfuerzo para aumentar la cobertura de los árboles en un 30% para el 2030.
– La modernización de todas las unidades de vivienda pública con aire acondicionado eficiente.
El plan de acción para el calor extremo tiene tres objetivos clave:
- Informar, preparar y proteger a las personas: esto implica reforzar los esfuerzos de divulgación y educación, mejorar los sistemas de advertencia de calor extremo y los protocolos de emergencia, proteger a los trabajadores al aire libre y desarrollar la capacidad de los profesionales de la salud para identificar y responder a la vulnerabilidad al calor.
- Hogares frescos e instalaciones de emergencia: el objetivo es mejorar el acceso a una refrigeración eficiente y confiable en los hogares y proporcionar un lugar para refrescarse en caso de un corte de energía.
- Vecindarios frescos: la meta es reducir el calor excesivo en las áreas urbanas expandiendo el dosel de los árboles y la vegetación, mejorando el acceso a las características del agua y las estructuras de sombra, y enfriando las superficies de nuestras ciudades.
Por supuesto, no todo el trabajo se puede hacer desde arriba. Los residentes de Miami-Dade también tienen un papel importante en la lucha contra el calor extremo. Gilbert destaca la importancia de mantenerse hidratado y tomar otras medidas de protección, además de ser conscientes de los signos de enfermedades relacionadas con el calor.
El impacto económico del calor extremo no es algo que se pueda ignorar. Según las estimaciones, el condado sufre alrededor de 10,000 millones de dólares en pérdidas anuales, principalmente debido a la disminución de la productividad de los trabajadores. Pero el costo humano es aún mayor.
En este momento, la batalla contra el calor extremo en Miami-Dade es un desafío multidimensional que requiere tanto de la colaboración de la comunidad como de las autoridades. Solo uniendo esfuerzos podremos proteger a nuestras comunidades más vulnerables y asegurar un futuro más fresco y saludable para todos. El calor puede ser un desafío, pero Miami-Dade está demostrando que, con el plan de acción adecuado, puede ser una batalla que se puede ganar.
SEGUIR LEYENDO