Atención amantes del diseño. Una pieza única y llena de historia se ha sumado a los catálogos de las más prestigiosas inmobiliarias de los Estados Unidos.
Se trata de la famosa casa de Jackie Kennedy en East Hampton, Nueva York, que fue puesta a la venta por USD 55 millones.
Lasata, nombre con el que es conocida la residencia y que significa “lugar de paz” en la lengua Algonquina de los nativos de Montaukett, fue utilizada como lugar de veraneo de la familia Bouvier en la década de 1920 y donde la ex Primera Dama pasó las temporadas de calor durante su infancia.
La casa fue construida en 1917 y su diseño inicial estuvo a cargo del notable arquitecto Arthur C. Jackson. Originalmente, perteneció al abuelo de Kennedy -el difunto John Vernou Bouvier Jr-, según se cuenta en el libro Jacqueline Bouvier Kennedy Onassis: A Life, de Donald Spoto.
En su extenso terreno de 289.3 hectáreas se sitúan dos casas, la principal y una para invitados -de dos dormitorios-, así como una cabaña para un cuidador, todas características por sus altos techos.
Las primeras dos reposan en una superficie de 789 metros cuadrados. La principal cuenta con ocho dormitorios, varias salas de estar, una amplia cocina y un luminoso comedor, así como rincones acogedores con chimeneas y alfombras y una zona ideal para desayunar o comer snacks.
Sus paredes están decoradas con arte de todo tipo, estanterías y altas ventanas que brindan gran luminosidad a los espacios y permiten ver el vasto terreno del jardín. El espacio verde, en el que destacan la inmensa piscina climatizada y el césped mantenido a la perfección, está rodeado de árboles centenarios como el Tilo, el Platanus, el Alcornoque mediterráneo y el Olmo Americano, así como de una variedad de flores.
Este escenario invita a la inmersión casi total en la naturaleza aunque con el beneficio de estar, a su vez, cerca del mar.
Entre los espacios restantes del terreno se incluye un garaje para tres automóviles con un taller propio, un atelier, y hasta una zona en la que se puede construir una cancha de tenis o de algún otro deporte.
Desde su construcción, hace más de 100 años, la casa ha transitado diversas remodelaciones aunque nunca perdió su estilo y elegancia característicos.
La primera de estas renovaciones tuvo lugar en 2007 y le siguió otra en 2019. En ésta última, que duró años, participó el famoso interiorista parisino Pierre Yovanovich, a cargo de la estética dentro de la residencia, mientras que Louis Benech trabajó sobre los jardines y el paisajismo.
El proyecto fue tan ambicioso que Zander llevó a cabo el proyecto con su propio equipo de pintores que viajó desde París y que pincelaron las paredes con un trazo específico que permitió un acabado en línea con la estética general del lugar.
A su vez, se han restaurado las ventanas, los techos y la fachada con un cuidado minucioso.
Como resultado, se consiguió una casa impecable y sobresaliente entre la zona, que elevó su valor de los USD 24 millones -precio al que la compró el productor de televisión David Zander en 2018- a los USD 55 millones actuales.
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