Un regulador contable de Estados Unidos advirtió este miércoles de inaceptables deficiencias halladas en auditorías realizadas sobre decenas de empresas chinas que cotizan en la Bolsa. Según informó la agencia gubernamental, dichos procesos estaban a cargo de KPMG en China y PricewaterhouseCoopers, en Hong Kong.
Las deficiencias se conocieron luego de que el Consejo de Supervisión Contable de Empresas Públicas de Estados Unidos (PCAOB por sus siglas en inglés) accediera a los registros de los auditores de estas compañías asiáticas por primera vez en 2022, tras más de una década de arduas negociaciones con Beijing.
Las conclusiones de estas inspecciones demostraron deficiencias tan graves que imposibilitaron a los auditores recolectar pruebas suficientes que permitan corroborar los estados financieros reales de las empresas, comentó la presidente del PCAOB, Erica Williams.
Entre las firmas se encuentran dos de las llamadas “Cuatro Grandes” de la contabilidad y, en su conjunto, representan el 40% de la cuota de mercado de aquellas que cotizan en la Bolsa de Estados Unidos, auditadas por firmas de Hong Kong y China continental, agregó Williams.
Tras conocerse esta polémica, PricewaterhouseCoopers (PwC) comunicó que está trabajando junto con el Consejo a fin de abordar las cuestiones planteadas y llevar tranquilidad y transparencia. Asimismo, destacó que el informe de inspección representa un hito importante en cuanto a cooperación entre ambos países.
Por su parte, desde KPMG difundieron un comunicado en el que expresaron también haber adoptado medidas para resolver los problemas señalados.
Los hallazgos de este miércoles no estuvieron fuera de lo que el organismo estadounidense suele encontrar al realizar por primera vez un análisis sobre los registros de países extranjeros. No obstante, ello no quita que se pueda desatar cierta inquietud entre los inversores de todo el mundo, nerviosos por conocer con exactitud los estados financieros públicos de las empresas en cuestión.
“El hecho de que hayamos encontrado tantas deficiencias es realmente una señal de que el proceso de inspección ha funcionado y, ahora, podemos dedicarnos a la labor de exigir responsabilidades a las empresas e impulsar la calidad de las auditorías”, concluyó Williams.
KPMG y PwC tendrán un año para subsanar las deficiencias relativas a los controles de calidad y, concluido ese período, el PCAOB remitirá sus casos al equipo encargado de velar por el correcto de la normativa.
Esta inspección se enmarca en los trabajos de campo que los funcionarios estadounidenses ya han comenzado sobre las inspecciones de 2023, con las que aspiran a conseguir un análisis sobre auditores que llevan a cabo el 99% del trabajo en la región.
En estos procesos, el PCAOB seguirá exigiendo el pleno acceso para realizar sus tareas y, en caso de que algún país -como el caso de China- limite estas investigaciones, se aplicará la ley estadounidense acordada en 2022 que establece un plazo de dos años para cumplir con la normativa o enfrentar la expulsión de las Bolsas del país.
(Con información de Reuters)
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