“Salgo de la hibernación en Twitter para anunciar la publicación de mi libro Collision of Power: Trump, Bezos, and The Washington Post, el 3 de octubre”: así anunció el periodista Martin Baron la salida de su primer título. Porque aunque tiene una carrera larga y llena de hitos, será la primera vez que publique fuera de una redacción.
En Colisión de poderes: Trump, Bezos y The Washington Post hablará tanto de sus memorias personales en la profesión —fue quien reveló el encubrimiento de abusos sexuales en la iglesia católica durante sus años en The Boston Globe— como de su conocimiento directo de los conflictos entre las fuerzas que hoy presionan la democracia: el poder político, el económico y el tecnológico y los medios.
El libro saldrá el 3 de octubre de 2023 en los Estados Unidos, publicado por Flatiron Books (McMillan). Zachary Wagman, el editor de Flatiron, dijo en un comunicado: “Baron ha tenido una carrera periodística sin par, en la que supervisó algunas de las coberturas noticiosas más importantes de una generación. En su libro no sólo adentrará a los lectores en una de las redacciones con más historia de Estados Unidos —se desvió para aludir al caso Watergate, revelado por el Post—, sino que también explorará la naturaleza del poder en el siglo XXI”.
Baron —resumió— “mostrará lo esencial que es una prensa intrépida e independiente, especialmente cuando se enfrenta a la profunda perturbación de la política y la tecnología”. En un punto de inflexión para los medios, por las transformaciones que ya trae la inteligencia artificial generativa, el primer libro de este veterano del periodismo hurgará “en la confluencia del poder político y tecnológico y lo que eso presagia para la prensa”, además del modo en que las Big Tech “ejercen su propio poder en la democracia estadounidense”.
Tras 45 años de carrera, a los 66 años, Baron se retiró el 26 de enero de 2021. Exactamente 20 días después del episodio que le valió el premio Pulitzer número 11 al Post bajo su dirección: el asalto al Capitolio que realizaron fanáticos del ex presidente republicano Donald Trump en un intento por impedir la certificación del triunfo del demócrata Joe Biden.
Otros temas por los que el periódico de Washington DC ganó Pulitzers durante los 13 años de gestión editorial de Baron fueron las investigaciones sobre la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) e irregularidades financieras en la campaña presidencial trumpista.
No pasó mucho tiempo antes de que se sumergiera en este nuevo proyecto: ya en febrero de 2021 Baron trabajaba en los borradores del libro que —se acaba de anunciar— se llamará Collision of Power.
El periodista que también es una gran historia
En general los periodistas cuentan historias de otros, pero en el caso de Baron sucedió algo especial: condujo una investigación de tal magnitud que mereció una película, Spotlight, ganadora de un Oscar. En 2015, Liev Schreiber interpretó a Baron cuando, a comienzos del siglo, encontró la manera de comprobar los abusos sexuales contra menores en la Archidiócesis de Boston.
La iglesia católica tiene gran poder en el noreste de los Estados Unidos donde se encuentra la ciudad de Boston, Massachussetts. El expediente del sacerdote retirado John Geoghan, denunciado por 25 víctimas de abuso sexual, había sido cerrado gracias a los oficios de los onerosos abogados que facilitó el Vaticano.
Baron venía de trabajar en el estado de la Florida, en la dirección de The Miami Herald, y no entendía por qué nadie en la redacción de The Boston Globe había objetado la reserva de la documentación que permitió el cierre en el expediente. Eso, en algunos estados, es práctica habitual. Y resultó que en Massachussetts, sin bien no lo era, ciertamente estaba dentro de lo legal.
A partir del caso Geoghan el cardenal Bernard Law, arzobispo de Boston, fue acusado de encubrimiento por haber reubicado al sacerdote para evitar el escándalo, lo que facilitó que continuaran los abusos. También se denunció y se procesó a otros cuatro sacerdotes abusadores: John Hanlon, Paul Shanley, Robert Gale y James Talbot. Todos terminaron encarcelados en una historia que conmovió a los Estados Unidos —los casos se multiplicaron a escala nacional— y al mundo: Chile, Argentina, Canadá, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda hicieron sus propios procesos.
Ese caso fue uno de los seis premios Pulitzer que el Globe tuvo durante la gestión de Baron. Si se le suman el anterior para el Herald y los 11 que ganaría el Post, Barron condujo 18 investigaciones reconocidas con la máxima distinción.
Un conocedor de la política en tiempos de polarización
Baron estuvo a cargo de redacciones —el Herald, el Globe y el Post, pero también ocupó cargos de importancia en Los Angeles Times y The New York Times— en momentos cruciales de la historia estadounidense. Por ejemplo, cuando las elecciones presidenciales de 2000, que ganó el republicano George W. Bush, debieron decidirse en la Corte Suprema. O poco después, cuando el ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono cambió para siempre las ideas sobre seguridad y privacidad. O cuando un equipo SWAT rescató al niño balsero Elián González de sus familiares secundarios en Miami que no querían devolverlo al padre en Cuba.
Cuando estalló la burbuja de las hipotecas subprime y el efecto desencadenó la crisis financiera mundial de 2008. Cuando asumió el primer presidente negro en la historia estadounidense, Barack Obama. Cuando Edward Snowden reveló las acciones oscuras de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y popularizó el término whistleblower. Cuando un misterioso virus, el COVID-19, causó una pandemia que detuvo al planeta.
Según cómo se lo mire, Baron tuvo muy buena o muy mala suerte cuando asumió como director editorial de The Washington Post: apenas llevaba siete meses en su despacho cuando la familia Graham, propietaria del periódico durante ocho décadas, lo vendió a Jeff Bezos, en 2013, por USD 250 millones. Eran los años de la caída de la edición en papel y la reconversión digital, y con el dueño de Amazon las demandas se multiplicaron.
Poco después, en 2016, dirigió la cobertura de una campaña presidencial polarizada y el triunfo de un presidente que consideraba a la prensa “la forma más baja de humanidad”. Ya en la Casa Blanca, Trump intensificó sus expresiones contra el periódico —y el Times, y CNN, y una larga lista— y Baron comentó: “El presidente puede llamarnos escoria o basura o fake news o enemigos del pueblo o traidores a la patria. Puede insultarnos como guste”. Por primera vez, agregó un eslogan bajo el isotipo del Post: “La democracia muere en la oscuridad”.
Su libro unirá lo personal y lo público en “una obra monumental de no ficción que ofrece un asiento de primera fila en la épica lucha de poder entre la política, el dinero, los medios de comunicación y la tecnología”, prometió Flatiron Books. “Con la tenacidad de un reportero y la mano segura de un editor experimentado, el resultado es elegante y revelador: una exploración urgente de la naturaleza del poder en el siglo XXI”.
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