El embajador de Estados Unidos en China se reunió este lunes con el canciller del gigante asiático, a tres meses de la cancelación del viaje del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, al gigante asiático, por la crisis diplomática desatada por el globo espía chino.
En un tuit, el embajador Nicholas Burns dijo que se reunió con Qin Gang y “discutieron los desafíos en la relación entre Estados Unidos y China y la necesidad de estabilizar los lazos y ampliar la comunicación de alto nivel”.
Los contactos entre Washington y Beijing han sido fríos durante meses, desde Blinken, canceló abruptamente en febrero un viaje a Beijing destinado a aliviar las tensiones entre EEUU y China.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de China dijo al embajador de Estados Unidos que Washington es responsable del deterioro de las relaciones entre ambos países y que debe “reflexionar profundamente” antes de que los lazos puedan volver a una senda saludable, informó un funcionario.
Los comentarios de Qin Gang se producen tras la suspensión de un diálogo serio sobre una serie de asuntos entre las mayores economías del mundo, cada vez más enfrentadas por los aranceles, los intentos de Washington de privar a China de tecnología punta y las reivindicaciones chinas sobre el autogobierno de Taiwán y amplias zonas de los mares de China Meridional y Oriental.
Según el reporte de la diplomacia china, Qin dijo al embajador Burns que una “serie de palabras y hechos erróneos por parte de EEUU” desde una reunión en noviembre entre el presidente estadounidense Joe Biden y el líder chino Xi Jinping “han socavado el impulso positivo de las relaciones chino-estadounidenses que tanto ha costado conseguir”.
“La parte estadounidense debe reflexionar profundamente, encontrarse con China a mitad de camino e impulsar las relaciones entre China y Estados Unidos para que salgan de las dificultades y vuelvan al buen camino”, dijo Qin.
Estados Unidos debería “corregir su concepción de China y volver a la racionalidad”, dijo Qin, repitiendo su anterior acusación de que Estados Unidos intenta reprimir y contener a China. Beijing considera que el apoyo político y militar de Estados Unidos a Taiwán vulnera su soberanía.
Qin dijo que los lazos se habían “enfriado” y que la prioridad era estabilizarlos “y evitar una espiral descendente y acontecimientos imprevistos”.
Estados Unidos debe dejar de “socavar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China”, especialmente mediante el apoyo a la identidad independiente de Taiwán, declaró Qin.
China dice que Taiwán debe quedar bajo su dominio, por la fuerza si es necesario, mientras que Estados Unidos afirma que la relación entre ambas partes debe resolverse pacíficamente. La ley estadounidense exige que se consideren las amenazas a Taiwán, incluido un bloqueo militar, como un asunto de “grave preocupación”, aunque sigue siendo ambiguo en qué condiciones podrían enviarse fuerzas estadounidenses para defender la isla.
Burns había adelantado sus ideas días atrás. En comentarios a un think tank estadounidense, el embajador dijo que Washington ha sido coherente en su enfoque hacia Taiwán e insiste en que “cualquier resolución de las diferencias (a través del estrecho de Taiwán) tiene que ser pacífica.”
“Esperamos que el gobierno aquí en China se comprometa a una resolución pacífica de la disputa”, dijo Burns en un debate en línea con el Centro Stimson, con sede en Washington.
Estados Unidos “tiene la obligación, así como el interés, de asegurarse de que podemos proporcionar armas defensivas a Taiwán para que las autoridades de Taiwán puedan tener una defensa adecuada y podamos ayudarles a construir una disuasión”, dijo.
“Si Taiwán dispone de una disuasión suficiente, y si otros países del mundo apoyan una resolución pacífica, es de esperar que eso lleve a los chinos a comprender las consecuencias del uso de la fuerza en el estrecho de Taiwán”, dijo Burns.
A pesar de la falta de relaciones diplomáticas formales, Estados Unidos es el mayor proveedor de material militar y apoyo diplomático de Taiwán, aunque sigue manteniendo relaciones con Beijing. Se considera que Biden ha ido un paso más allá al afirmar en repetidas ocasiones que Estados Unidos respaldaría militarmente a Taiwán, y Estados Unidos ha mejorado los acuerdos de bases con Filipinas, situada justo al sur de Taiwán.
Los contactos militares entre Estados Unidos y China llevan años en suspenso, y la plana mayor de China se negó a responder a una llamada del secretario de Defensa, Lloyd Austin, después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taiwán el año pasado. China tomó represalias por la visita organizando un bloqueo naval y aéreo de Taiwán y cortando los canales de comunicación con Estados Unidos en asuntos que iban desde la protección del medio ambiente hasta la seguridad marítima.
En una sesión informativa diaria celebrada el lunes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, describió la reunión entre Qin y Burns como “un acuerdo diplomático normal”.
Qin tenía previsto partir el lunes para visitar Alemania, Francia y Noruega, en medio del deterioro de las relaciones de China con Europa por supuestas prácticas comerciales desleales, violaciones de los derechos humanos y el apoyo de Beijing a Rusia en su guerra contra Ucrania.
El presidente chino, Xi, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, declararon que sus gobiernos mantenían una amistad “sin límites” antes del ataque de Moscú a Ucrania en febrero de 2022. Beijing se ha negado a criticar al Kremlin por la invasión, pero ha intentado parecer neutral y ha pedido un alto el fuego y conversaciones de paz.
(Con información de AP)
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