La Conferencia Anual de Seguridad Hemisférica (HSC) organizada en Miami por la Universidad Internacional de Florida (FIU), celebró este miércoles la segunda y última jornada de su octava edición, para examinar los “desafíos de seguridad más apremiantes que enfrenta el hemisferio occidental”.
Organizada por el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y por el Centro Kimberly Green para América Latina y el Caribe (LACC), la HSC se desarrolló este año bajo el lema: “Asociaciones en la década decisiva”.
En las charlas y paneles participaron académicos, miembros del Gobierno estadounidense, de organizaciones no gubernamentales, así como del sector privado.
Este miércoles, abrió los debates Ana González, subdirectora de la Dirección J2 del Mando Sur de EEUU. “Todos estamos aquí reunidos mirando los retos que nos esperan. Este es el tipo de reuniones que valoramos. Gracias a los organizadores”, comenzó.
La funcionaria habló del aumento de los ciberataques en el mundo y de cómo esto pone en riesgo la seguridad global. También indicó que los países de América Latina siempre han sido aliados confiables y espera que siga siendo así.
Por su parte, Sébastien Carrière, embajador de Canadá en Haití, mantuvo una conversación con Anthony Pereira, en la que enfatizó en que la diáspora, fuente de ingresos del país, aún no puede votar en las elecciones. Propuso tener un representante en el Parlamento y aumentar el apoyo a la Policía Nacional haitiana como parte de la solución a los problemas de seguridad.
“Creo que los haitianos necesitan hacer que sus voces se escuchen. Ha habido varias conversaciones en el pasado sobre si el diáspota vota. Crecí en Montreal, rodeado por los miembros de mi familia en la diáspora, que son de origen de la zona. Siempre ha sido un problema. Ellos envían dinero, son la fuente de ingresos número uno para el país y todavía no votan, incluso en las elecciones presidenciales”, comentó.
Y siguió: “Entonces, tal vez si lo hicieran, o al menos, como Francia, que tiene un representante en el Parlamento que representa a los ciudadanos franceses a lo largo del mundo, tal vez ese sea un paso positivo en términos de la política. Nos hemos centrado en distintos caminos: el diálogo político, hemos aumentado significativamente nuestra asistencia humanitaria y estamos doblando, triplicando, nuestro apoyo a la Policía Nacional haitiana. Sentimos que la solución a los problemas de seguridad en Haití es la Policía Nacional haitiana”.
Carrière también manifestó que el dinero retenido en Haití por oligarcas contribuye a la inestabilidad del país, por lo que es necesario abordar las raíces del problema para evitar su repetición. “Es necesario imponer sanciones y construir la paz de manera efectiva”, expresó.
En el marco del panel de seguridad en el espacio cibernético, disertaron Boris Saavedra, profesor del Centro William J. Perry de Estudios Hemisféricos de Defensa; Louise Marie Hurel, investigadora; Kenrick Bagnall, vicepresidente del Cyber Crime Task Force, Cyber Security Global Alliance; y Marty Trevino, asesor técnico principal de la Junta Interamericana de Defensa. Estuvo moderado por Randy Pestana, director asociado de política de ciberseguridad del Jack D. Gordon Institute, FIU.
Saavedra describió las ciberamenazas más importantes que afectan la seguridad nacional y regional. Se preguntó qué se tiene que hacer en América Latina y el Caribe; y explicó: “Tenemos que tener un marco legal para poder elaborar estrategias, identificar, organizar y categorizar estas estrategias y estas infraestructuras”.
Por su parte, Louise Marie Hurel indicó que el uso de herramientas de hackeo comercial para espiar a ciudadanos y periodistas en Latinoamérica es un problema creciente y ha llevado a graves consecuencias económicas y de privacidad. “Varios países han sido señalados recientemente por su uso de estas tecnologías”, expresó.
Kenrick Bagnall enfatizó en que la ciberseguridad es compleja y necesita de soluciones políticas. “Para encontrar soluciones, realmente tienen que ser dirigidas por la política. Y para que sean dirigidas por la política, debe haber estabilidad política porque esto debe ser una política dirigida desde lo alto hacia abajo, y eso debe llevar a la educación y la conciencia”, sostuvo.
Por último, Marty Trevino dijo que el éxito depende en parte de nuestra capacidad de formar modelos mentales y decisiones a nivel individual y humano desde el punto de vista de una neurociencia cognitiva. Y se preguntó: “¿Qué capacidades fundamos? ¿Qué habilidades humanas desarrollamos? ¿Qué tecnología seleccionamos y compramos?”.
“Todo depende, a la mayor escala, de cómo los seres humanos interrogan, sintetizan, procesan datos para la decisión y la comprensión. Y la comprensión es una palabra muy profunda. Hay un par de problemas con esto y estos problemas, que son enormes en la región, se extienden a cada organización, cada gobierno, en cualquier lugar del planeta”, reflexionó.
Luego llegó el turno del discurso de Mario Montoto, presidente de Codesur. “En mi país, en la República Argentina, en el año 2018, después de un año de un proceso de una licitación sumamente transparente y con motivo de la realización de la cumbre del G-20, se instaló el primer centro de comando y control con todas las especificaciones y estándares internacionales en la sede del Ministerio de Defensa”, comenzó.
Y siguió: “Quiero aclarar que este sistema, que hasta el día de hoy sigue funcionando en la República Argentina, en el mismo ámbito, es una verdadera política de estado que no siempre ocurre en nuestros países latinoamericanos porque cuando cambian los gobiernos, cambian las políticas, las decisiones; lo que estaba bien hecho seguramente está mal y no se sigue haciendo o se empieza de nuevo. En este caso, el cambio de gobierno no hizo más que seguir profundizando esta política de ciberdefensa y ciberseguridad. En la actualidad es conducida por el comando conjunto de las fuerzas armadas y es un buen ejemplo de algo que también se planteó acá en el panel anterior”.
Luego recordó que Israel es uno de los países del mundo que recibe la mayor cantidad de ataques diarios en este tema y se refirió a las demandas de los ciudadanos de América Latina: “En todos nuestros países, todos los ciudadanos reclaman en primer lugar seguridad. Por supuesto, siempre esto viene acompañado de las otras demandas que tienen que ver con el trabajo, la educación, la economía, pero la seguridad es el tema central”.
Montoto indicó que al comienzo no fue fácil porque hubo que trabajar en la concientización para explicar que esta tecnología no era para espiar a nadie, si no que era para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
También se refirió al “anillo digital” y explicó que lo que hace es cerrar digitalmente todas las entradas y salidas de una ciudad. “No hay vehículo que no entre o no salga de la ciudad sin que su placa patente no sea leída. Se leen por día aproximadamente 3.900.000 patentes. Si hay un vehículo que tiene un pedido de captura, automáticamente dispara un alerta”, explicó.
Otra herramienta que la compañía desarrolló, contó el empresario, fue una que se aplicó en la red de subtes. “En seis meses fueron capturadas 1.600 personas que tenían todo tipo de procesos judiciales. Estaban todos prófugos. Estos sistemas trabajan solo con la base de datos que tiene el Estado”, aclaró; al tiempo que dijo: “Este sistema no almacena caras. Lejos de preocupar a algunos, les tiene que dar más seguridad y tranquilidad”.
Después dijo que la seguridad en Argentina es una tarea indelegable del Estado. “Los particulares no pueden operarla. Nosotros brindamos estos servicios a través de procesos transparentes de concursos y licitaciones, nos encargamos del mantenimiento, pero siempre la operación está al mando del Estado”, detalló.
Por último, remarcó que “la seguridad no es un problema de la derecha ni de la izquierda, más allá de que estos términos están pasados de moda (...). Tengamos presente que los que menos tienen son los que más sufren la inseguridad en nuestros países de América Latina”.
“Los más desprotegidos son los que menos tienen. En ellos son en los que tenemos que pensar”, concluyó.
Posteriormente se presentó la mesa “Qué sigue en tecnología y seguridad”, moderada por Mike Asencio, director del Programa de Ciberseguridad, Jack D. Gordon Institute for Public Policy, FIU.
En el panel, Martín Redrado, secretario de Asuntos Estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires, resaltó la necesidad de desarrollar las tecnologías de 5G con una base transparente. “En el caso de Argentina, que probablemente sea el próximo año, debemos asegurar que no le otorguemos a una potencia extranjera la capacidad de interferir en la economía digital y la economía de la información”, subrayó.
“(En Argentina) Estamos en el final de una era, y tal vez tenemos las bases para un nuevo comienzo”, dijo Redrado, aclarando que su opinión es parcializada, al ser parte del equipo de un candidato presidencial de cara a las elecciones de octubre. “A Argentina se le acabó el crédito, la única manera de avanzar es enfrentar la realidad, con una fuerte política microeconómica y de política exterior”, agregó.
También, coincidió con Montoto en la definición de una política exterior enfocada en el desarrollo. “Debemos considerar que América Latina tiene un número significativo de la población por debajo de la línea de la pobreza, es el continente más desigual”, apuntó; reiterando la idea de que EEUU no solo debe ver a América Latina como una zona de extracción sin valor agregado.
Por último, concluyó que trabaja con el compromiso de defender y proteger el Atlántico Sur y la Antártida, zonas estratégicas afectadas también por la pesca ilegal. Bajo ese marco, propuso la realización de ejercicios conjuntos con la Marina de Brasil y de Estados Unidos.
Además, dijo que Argentina debe revisar su estado como aliado extra-OTAN y remarcó también la necesidad de reequipar a las Fuerzas Armadas.
El martes, la #HSC2023 contó con la presencia del subsecretario adjunto de Defensa de los Estados Unidos, Daniel Erikson, quien señaló: “Esta conferencia se ha convertido en uno de los principales foros de debate sobre algunas de las cuestiones de seguridad transversales más urgentes a las que se enfrentan América Latina y el Caribe”, y destacó que el tema de la conferencia, “Las asociaciones en la década decisiva”, le resultó muy apropiado.
“No hay duda de que estamos viviendo un periodo decisivo, y para Estados Unidos, nuestros aliados y socios serán absolutamente esenciales las asociaciones en este periodo. La visión de la administración Biden-Harris para la política estadounidense en el hemisferio occidental busca un futuro democrático, próspero, de clase media y seguro”, siguió.
También hablaron, entre las autoridades estadounidenses, el vicealmirante Alvin Holsey, subcomandante militar del Comando Sur de los Estados Unidos; el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Juan Sebastián González; la administradora adjunta de USAID, Isobel Coleman; y diplomáticos estadounidenses como el ex embajador en El Salvador Ron Johnson. También la comandante del Comando Sur, generala Laura Richardson, participó del encuentro mediante un video grabado.
Entre los políticos latinoamericanos que participaron, se contaron a María Paula Romo Rodríguez, ex ministra de Gobierno de Ecuador; Sandro Torres Avelar, secretario de Seguridad Pública para el Distrito Federal de Brasil; Nicole Wong, ex vicecanciller de Panamá; y Jorge Heine, ex embajador chileno en China.
En la primera jornada también expresaron sus ideas Evan Ellis (U.S. Army War College), Margaret Myers (Inter-American Dialogue) y Michele Devlin (USAWC), además de expertos de FIU como Leland Lazarus, Shlomi Dinar, Carlos Díaz-Rosillo, Bruce Vitor y Brian Fonseca.
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