El régimen de Irán incautó este miércoles un petrolero con bandera de Panamá que transitaba por el estrecho de Ormuz, anunció la Armada de Estados Unidos, recordando que se trata del segundo incidente de este tipo en aguas del Golfo en una semana.
Tras el reporte, el Departamento de Estado norteamericano instó a la República Islámica de Irán a liberar “inmediatamente” el buque, incautado en una zona marítima estratégica que conecta de manera casi exclusiva a los países petroleros del Golfo con los mercados mundiales.
El buque “Niovi” se dirigía desde Dubái al puerto de Fuyaira, también en los Emiratos Árabes Unidos, cuando fue perseguido por barcos del cuerpo naval de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, indicó la Quinta flota estadounidense, radicada en Baréin.
Los barcos iraníes “lo obligaron a dar la vuelta y a dirigirse hacia aguas territoriales iraníes”, prosiguió el comunicado.
La Armada estadounidense publicó un video de la nave rodeada por una docena de barcos.
El portal en línea de la Justicia iraní, Mizan Online, indicó que “el fiscal de Teherán anunció que el navío ‘Niovi’ fue incautado por la Armada de los Guardianes a raíz de una denuncia y de una orden de la autoridad judicial”.
Estados Unidos reclamó su liberación inmediata.
“El acoso de Irán a los navíos y su interferencia en los derechos de navegación en aguas regionales e internacionales son contrarios al derecho internacional y perjudican a la estabilidad regional y a la seguridad”, declaró el portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel.
“Nos unimos a la comunidad internacional para pedir al gobierno iraní y a la Armada iraní que liberen inmediatamente al barco y su tripulación”, agregó.
A bordo del barco había unas 30 tripulantes, incluido el capitán, de nacionalidad griega, y varios marinos de origen filipino y esrilanqués, declaró a la AFP una portavoz de los guardacostas griegos.
El 27 de abril, el ejército iraní incautó un petrolero con pabellón de las Islas Marshall que viajaba rumbo a Estados Unidos en el golfo de Omán.
Irán afirmó que esa embarcación había intentado huir tras una “colisión” con un navío iraní, que dejó heridos. Según la página web TankerTrackers.com, el petrolero todavía se encuentra en el puerto iraní de Bandar Abbas.
Según la empresa británica de seguridad marítima Ambrey, estos incidentes se producen después de que el mes pasado las fuerzas estadounidenses confiscaran un petrolero griego que transportaba petróleo iraní.
“Las autoridades griegas advirtieron entonces de los crecientes riesgos para los navíos griegos”, afirmó Ambrey, precisando que el navío “Niovi” también es propiedad de una compañía helénica.
Esquema familiar
Los incidentes en esta zona han ido en aumento desde que, en 2018, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo internacional destinado a limitar el programa nuclear iraní, imponiendo nuevas sanciones contra la República Islámica, especialmente contra su sector petrolero.
“Lo que estamos viendo es una vuelta del esquema muy familiar de la presión de las sanciones estadounidenses y de la contrapresión iraní que condujo a frecuentes ataques contra infraestructuras marítimas y energéticas” durante el mandato del ex presidente estadounidense Donald Trump, explicó a la AFP Torbjorn Soltvedt, de la compañía de información sobre riesgos Verisk Maplecroft.
“El mensaje que ha enviado Irán hoy es el mismo de aquel entonces: Teherán están dispuesto a defenderse contra los esfuerzos estadounidenses para frenar las exportaciones de petróleo” iraní, añadió.
Irán ha intimidado o atacado a 15 navíos mercantes en los dos últimos años, afirmó este miércoles la Armada estadounidense.
En 2019, los Guardianes de la Revolución se apoderaron de un petrolero con bandera británica,y lo liberaron dos meses después. En 2022, una flotilla de la Armada iraní incautó brevemente dos navíos militares estadounidenses, no pilotados, en el mar Rojo.
(Con información de AFP)
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