La controversia por la campaña de Bud Light con Dylan Mulvaney, una famosa influencer trans, todavía reverbera en los Estados Unidos y ya Anheuser-Busch, la poderosa cervecera que la produce, sacó un nuevo clip publicitario para pedir tregua en la guerra cultural. En este caso parece dirigido a todos los que se ofendieron porque una estrella LGBT+ pusiera sus manos en la marca: es del producto original, Budweiser, lleva un mensaje ostensiblemente patriótico y recupera al caballo Clydesdale de tantas otras campañas de la compañía.
Está narrada por la voz calma y áspera de un hombre, y muestra a cinco varones y a una sola mujer. Esa voz masculina con la dosis justa de imperfección —como quien se come alguna ese en castellano, porque no es un graduado de letras o arte dramático, digamos— cuenta la historia de “una cerveza con sus raíces en el corazón de los Estados Unidos”.
Un magnífico ejemplar de la raza escocesa de caballos de tiro —la misma Clydesdale que protagonizó la inolvidable promo Respect luego de la voladura de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001— avanza sobre la naturaleza y la ciudad. La voz en off habla de “una comunidad en la que estrecharse las manos es un contrato firme”, de “aquellos que encuentran oportunidades en los desafíos” y del “espíritu estadounidense”.
Hasta el momento, el resultado en las redes sociales no ha sido muy positivo.
“Ninguna cantidad de Clydesdales y banderas estadounidenses reparará el daño hecho a sus clientes”, dijo Vic DeGrammont, político republicano de la Florida. “¡Demasiado tarde! ¡El daño está hecho!”, lo secundó el influencer británico Oli London. “Es obvio que están viendo una gran caída en las ventas. O no estarían publicando este aviso”, agregó Rob Eno, de BlazeTV, una web de “noticias y entretenimiento para gente que ama los Estados Unidos”.
La polémica de Dylan Mulvaney y Bud Light
La nueva batalla en la guerra cultural de una nación polarizada comenzó el 4 de abril, cuando el cantante Kid Rock atacó la promoción de Bud Light que Mulvaney, con un look muy Audrey Hepburn, había hecho tres días antes para sus 1,8 millones de seguidores en Instagram. El músico publicó en Twitter un video en el que se lo ve apuntar con un arma larga a varias cajas y latas de Bud Light y destruirlas a balazos. “¡A la mierda con Bud Light! ¡A la mierda con Anheuser-Busch!”.
La plataforma, al igual que TikTok y Facebook, se llenó de memes similares agrupados en los tags #BoycottBudLight, #BoycottAnheuser-Busch y el infaltable #GoWokeGoBroke, algo así como “te vuelves políticamente correcto, te vas a la quiebra” que ha acompañado otras protestas conservadoras contra Disney, Nike y M&M, entre otras marcas. El fin de semana de Pascua las ventas de Bud Light cayeron y arrastraron las acciones de la compañía en la bolsa de Nueva York, que perdieron más de 5% en pocos días.
Pero el boicot cumplió su ciclo habitual —funcionan en un primer momento, pero luego factores como precio y disponibilidad vuelven a decidir las compras— y hacia el jueves 14 Anheuser-Busch recuperó la tendencia al alza. Alissa Heinerscheid, ejecutiva de marketing de Bud Light, defendió la campaña con Mulvaney: “Si no atraemos a los jóvenes bebedores no habrá futuro para Bud Light”, dijo. “Teníamos que evolucionar y elevar esta marca increíblemente icónica. ¿Qué significa evolucionar y elevar? Significa inclusión. Significa cambiar el tono”.
Pero el cambio de tono se produjo en un momento no sólo de gran contraste entre las ideas políticas en los Estados Unidos sino también de acción conservadora contra las minorías, incluidas las mujeres con temas como el aborto, y sobre todo contra el colectivo LGBT+. “Tenemos miles de personalidades públicas asociadas, millones de fans y una historia orgullosa de apoyo a nuestras comunidades, nuestros militares, nuestros socorristas, los fanáticos de los deportes y los estadounidenses que trabajan duro en todas partes”, dijo Brendan Whitworth, CEO de Anheuser-Busch. “Nunca quisimos ser parte de una discusión que divide a la gente. Nuestro negocio es reunir a la gente alrededor de una cerveza”.
Y a continuación Budweiser publicó el video del Clydesdale —una imagen que acompaña a la marca desde 1933— y los hombres y la bandera. Un nuevo cambio de tono, uno de 180 grados. “Esta Bud es para ti”, cierra.
En lugar de Bud Light, cerveza Ultra Right
En ese río revuelto, el comerciante conservador Seth Weathers quiere ser el pescador que se lleve la ganancia. Entre las respuestas al nuevo comercial de Budweiser en Twitter coló su clip sobre su nuevo producto: “La cerveza Ultra Right de papá conservador”, como se autodenominó, “100% libre de ideología progresista”. Su cuenta tiene 38.900 seguidores, pero el video fue reproducido 45,6 millones de veces al martes 18 de abril.
Muestra a Weathers con ropa de su marca Freedom Speaks en la puerta de un baño señalado para mujeres. “Los Estados Unidos han estado bebiendo cerveza de una compañía que no sabe cuál baño usar”, dice mirando a cámara. Agrega que los conservadores sufren “ataques por derecha y por izquierda del virus mental de la corrección política”, pero que encontrarlo en la cerveza fue un poco demasiado. “Deja de darle dinero a las corporaciones woke que odian nuestros valores”.
Su producto, que toma pedidos anticipados y se distribuirá en pocas semanas, ya que está en plena producción, cuesta USD 19,99 por caja de seis unidades (en Walmart, el six-pack de Bud Light cuesta USD 9,73) y “sabe a libertad”, según él mismo. “Si sabes qué baño usar, sabes qué cerveza deberías estar bebiendo”, concluyó su invitación al público.
La guerra cultural, de Nike a las golosinas
El nuevo aviso de Budweiser constituye una respuesta similar a la que M&M dio tras mantener durante casi un año el rediseño de sus personajes. En un episodio que también generó memes en 2022, Tucker Carlson, la figura de Fox News, lanzó una diatriba contra la compañía de golosinas que “para ser más inclusiva”, hizo que “el M&M verde ya no lleve botas sexy”, sino calzado deportivo, y “el M&M marrón haya cambiado sus zapatos con taco aguja por otros con taco bajo y cuadrado”.
Así como Anheuser-Busch compensó su aviso de Bud Light con el de Budweiser, a comienzos de 2023 M&M volvió al diseño de confites femeninos sexualizados.
En cambio, Nike tomó otro camino cuando recibió ataques por su campaña de 2018 con Colin Kaepernick, la estrella del fútbol americano que protestó contra la violencia policial racista al poner una rodilla en el piso durante el himno nacional y fue denostada por el entonces presidente Donald Trump. La palabra woke, que hoy descalifica cualquier idea desde el progresismo hasta las políticas de identidad más sectarias, despertó otro boicot contra Nike. Pero menguó pronto y hasta el momento las ventas de la compañía de indumentaria deportiva han seguido aumentando.
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