El esperado despegue del cohete Starship de la empresa espacial SpaceX, considerado el más potente jamás construido, no pudo realizarse este lunes por problemas técnicos desde las instalaciones de la compañía del multimillonario Elon Musk en Texas y se retrasa por lo menos hasta el miércoles.
Los técnicos de SpaceX desistieron del despegue del Starship, de 120 metros de longitud y que tenía una ventana de 150 minutos desde las 8 (hora central de EEUU, 13 GMT) para salir, con lo que, temporalmente, quedó aplazada la prueba de alcanzar velocidades orbitales y rebasar los 240 kilómetros sobre la superficie terrestre.
Los técnicos detallaron que el motivo de la avería es que una válvula presurizante parece estar congelada, lo que retrasa temporalmente la que iba a ser la primera prueba del cohete diseñado para llevar personas a la Luna y Marte.
Cuando la cuenta regresiva marcaba 10 minutos para el despegue, Elon Musk anunció el problema técnico.
Luego, agregó: “Aprendí mucho hoy, ahora (estamos) descargando propelente, reintentando en unos días...”.
La agencia espacial estadounidense NASA ha elegido la nave Starship para transportar astronautas a la Luna a finales de 2025 -una misión conocida como Artemis III- por primera vez desde que finalizó el programa Apolo en 1972.
Starship consiste en una nave espacial de 50 metros de altura diseñada para transportar tripulación y carga que se asienta sobre un cohete acelerador Super Heavy de 230 metros de altura. En este intento no había personas ni satélites a bordo.
Funcionarios de SpaceX dijeron que el vuelo se pospuso debido a un problema de presurización con el cohete Super Heavy.
PLAN DE PRUEBA
El vuelo de prueba, cuando llegue a efectuarse, durará una hora y media y no orbitará la Tierra por completo.
Si el Starship alcanza la marca de tres minutos después del lanzamiento, se ordenará al propulsor que se separe y caerá en el Golfo de México. La nave espacial continuará hacia el este, pasando sobre los océanos Atlántico, Índico y Pacífico antes de amerizar cerca de Hawai. El Starship está diseñado para ser completamente reutilizable, pero no se guardará nada del vuelo de prueba. El astrofísico de Harvard y rastreador de naves espaciales, Jonathan McDowell, estará más emocionado cuando Starship de hecho aterrice y regrese intacto de la órbita.
Será “un suceso profundo en los vuelos espaciales, siempre y cuando Starship esté depurado y operativo”, dijo.
PLATAFORMA DE LANZAMIENTO
El despegue está planeado de un sitio remoto en el extremo sur de Texas, cerca de la playa de Boca Chica. Está justo debajo de South Padre Island y a unas 20 millas de Brownsville. Más adelante desde la plataforma de lanzamiento se encuentra el complejo donde SpaceX ha estado desarrollando y construyendo prototipos de Starship durante los últimos años.
El complejo, llamado Starbase, tiene más de 1.800 empleados, que viven en Brownsville o en cualquier otro lugar del Valle del Río Grande. La plataforma de lanzamiento de Texas está equipada con brazos robóticos gigantes —llamados palillos— para eventualmente sujetar un propulsor que aterrice. SpaceX está remodelando una de sus dos plataformas de lanzamiento de Florida para acomodar Starships en el futuro. Florida es donde despegan los cohetes Falcon de SpaceX con tripulación, carga de la estación espacial y satélites para la NASA y otros clientes.
LAS PROBABILIDADES
Como de costumbre, Musk es notablemente franco sobre sus posibilidades, en este caso de que Starship alcance la órbita en su primer vuelo.
Pero con una flota de Starships en construcción en Starbase, el empresario estima un 80% de posibilidades de que una de ellas alcance la órbita a finales de año. Él calcula que tomará un par de años lograrse una reutilización completa y rápida.
CLIENTES
Con Starship, la empresa SpaceX, con sede en California, se está enfocando en la Luna por ahora, con un contrato de la NASA de 3.000 millones de dólares para llevar astronautas a la superficie lunar a partir de 2025, utilizando la nave espacial de la etapa superior. Será el primer alunizaje de astronautas en más de 50 años.
Los astronautas viajarán en la cápsula Orión de la NASA y el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial; luego se transferirán a Starship en la órbita lunar para descender a la superficie y posteriormente regresarán a Orión. Para llegar a la Luna y más allá, Starship primero deberá recargar combustible en la órbita terrestre baja. SpaceX prevé un depósito en órbita con Starships sin ventanas como buques de combustible.
Pero Starship no es sólo para la NASA. Una tripulación privada será la primera en volar en un Starship y en orbitar la Tierra. Seguirán dos vuelos privados a la Luna, sin alunizajes, sólo sobrevuelos.
COMPETENCIA
Hay otros nuevos cohetes en el horizonte. Blue Origin de Jeff Bezos está preparando el cohete New Glenn para su debut orbital desde Cabo Cañaveral, Florida, para el próximo año más o menos. Nombrado en honor al primer estadounidense en orbitar el mundo, John Glenn, el cohete se eleva sobre el actual cohete New Shepard de la compañía, llamado así por el salto suborbital de 1961 del astronauta del Mercury Alan Shepard.
La NASA utilizará New Glenn para enviar un par de naves espaciales a Marte en 2024. United Launch Alliance espera que su nuevo cohete Vulcan haga su lanzamiento inaugural a finales de este año, llevando un módulo de alunizaje privado a la Luna a instancias de la NASA. La europea Arianespace está cerca de lanzar su nuevo cohete Ariane 6 mejorado desde la Guayana Francesa, en Sudamérica. Y el cohete lunar del Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA que transportará a los astronautas se transformará en versiones cada vez más grandes.
(Con información de EFE, AFP, AP)
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