Cientos de personas marcharon este sábado en Washington en señal de rechazo a las recientes medidas restrictivas sobre una de las píldoras abortivas, la mifepristona.
Al grito de “los jueces no son médicos” y “el aborto debe seguir siendo legal”, mujeres de todas las edades se reunieron frente al edificio de mármol blanco, sede de la Corte Suprema de Justicia, para protestar en contra del reciente fallo de un juez federal de Texas en el que ordenó suspender la aprobación del medicamento en Estados Unidos.
“¿Cuándo se detendrán?”, se preguntó Carol Bouchard, una de las presentes en las calles, mientras sostenía una pancarta entre sus manos y comentaba estar “muy enojada” por las amenazas que pesan sobre esta práctica que, desde hace casi un año, se ve constantemente amenazada por el Supremo del país.
Brittany House, una joven residente de la ciudad, se sumó a los reclamos desde su propia perspectiva, dado que en 2012, cuando recién salía de la universidad, se practicó un aborto. “Me dio libertad”, aseguró y explicó que a sus 21 años “no hubiera podido mantener a mi hijo”.
“El aborto me salvo la vida”, agregó una mujer septuagenaria que, a finales de la década de 1970, también se sometió a una interrupción de embarazo tras sufrir graves complicaciones. “Creo finalmente que las mujeres deben tener el derecho a tomar esa decisión por sí mismas”, dijo.
El amparo constitucional que, desde 1973 estaba vigente en el país, fue revertido en 2022 por la Corte Suprema de Justicia. Desde entonces, al menos quince estados han avanzado con las prohibiciones sobre las interrupciones voluntarias de embarazos o, en su defecto, han achicado cada vez más la ventana de tiempo en la que se pueden practicar.
Un claro ejemplo de ello es el estado de Florida donde el gobernador Ron DeSantis redujo de 24 a 15 las semanas avaladas -sin excepciones por violación o incesto- pero esta medida avanzó un poco más el pasado viernes y lo limitó a tan solo seis.
Mientras el funcionario declaraba estar “orgulloso de apoyar la vida y la familia en el estado de Florida”, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, lamentó la decisión que “va en contra de las libertades fundamentales” e impide a “cuatro millones de mujeres en estado de edad reproductiva acceder a los servicios de aborto después de las seis semanas, antes incluso de que muchas mujeres sepan que están embarazadas”.
En tanto, este viernes, la administración Biden apeló al Tribunal de Apelaciones del 5° Circuito de los Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, y éste dejó en suspenso parte de la orden dictada una semana atrás por el juez del distrito Matthew Kaczmarzyk, mientras estudia las demandas presentadas por grupos abortistas que resaltan los peligros de avanzar con los límites sobre la mifepristona.
No obstante, algunos artículos como el requisito de tres visitas médicas en persona, así como la limitación del uso del medicamento a las primeras siete semanas del embarazo frente a las 10 actuales, siguen vigentes.
(Con información de AFP)
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