El mar siempre ha sido un lugar de misterio y maravilla al que durante siglos la gente ha mirado como una fuente de inspiración, aventura e incluso consuelo. En Miami, un parque conmemorativo submarino ubicado a 5 kilómetros al este de Key Biscayne se ha convertido en un lugar de descanso final para aquellos que tienen una conexión profunda con el océano.
Neptune Memorial Reef es el arrecife creado por el hombre más grande que existe. Abarca más de 6 hectáreas de suelo oceánico y es una representación del continente mítico de la Atlántida a 12 metros bajo el mar. Brinda la oportunidad de un entierro verde y ha producido un hábitat que promueve el crecimiento de corales y organismos marinos, lo cual lo ha convertido en un éxito ecológico.
El cementerio subacuático es administrado por Jim Hutslar, uno de los fundadores originales, quien es un navegante y maestro de buceo de toda la vida. Un ecologista de corazón, Hutslar maneja los despliegues en el arrecife y, a menudo, acompaña a las familias que desean visitar un memorial. Se enorgullece de ofrecer esta alternativa ecológicamente sensible después de la cremación.
El Reef ha sido certificado por Green Burial Council y cumple con las estrictas pautas y permisos de varias organizaciones ambientales. No es solo un lugar de entierro respetuoso, sino también una forma innovadora de proteger y mejorar el planeta. Un estudio realizado por el Departamento de Gestión de Recursos Ambientales concluyó que la vida marina alrededor del arrecife pasó de cero a miles en los primeros dos años, lo que demuestra el impacto positivo que tiene en el ecosistema oceánico.
El Neptune Memorial Reef es accesible para todos los visitantes. Las familias alquilan botes o toman los suyos para hacer snorkel o simplemente estar en el sitio. Quienes se han certificado en buceo pueden visitar a sus seres queridos y monitorear el crecimiento del arrecife. El lugar también atrae a buceadores recreativos, biólogos marinos, estudiantes, investigadores y ecologistas de todo el mundo.
Muchas familias eligen una pieza conmemorativa que luego se fija de forma permanente en su lugar con un epoxi de dos partes para uso en concreto bajo el agua. A los visitantes se les recuerda que sean respetuosos con la vida marina y el coral, así como con las instalaciones que contienen cenizas de cremación. El éxito del arrecife en la promoción del crecimiento de la vida marina y la creación de un ecosistema es un testimonio de la importancia de preservar los océanos y la necesidad de continuar con los esfuerzos de conservación.
Frente a los desafíos de un clima cambiante y un futuro incierto, el Neptune Memorial Reef ofrece una forma sostenible e innovadora de honrar a los seres queridos al mismo tiempo que promueve la salud y la vitalidad del planeta. Es un testimonio del poder del ingenio humano y el vínculo entre la humanidad y la naturaleza.
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