Estados Unidos ha anunciado el despliegue en el golfo Pérsico de un submarino equipado con misiles crucero para reforzar la Quinta Flota destacada en Bahréin.
El submarino en cuestión es el ‘USS Florida’, con capacidad para cargar hasta 154 misiles crucero ‘Tomahawk’, y que este pasado viernes comenzó su tránsito por el Canal de Suez desde el Mediterráneo, según un comunicado del Mando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, con base en el reino.
El despliegue del submarino tiene por objetivo “garantizar la seguridad y la estabilidad marítima de la región”, según el comunicado, publicado este sábado y recogido por Bloomberg.
Este despliegue tiene lugar después de los ataques efectuados el mes pasado por Estados Unidos contra milicias pro iraníes en Siria tras la muerte de un contratista norteamericano durante el ataque de un avión no tripulado de fabricación iraní en una instalación militar estadounidense en el noreste de la república árabe.
La 5ta Flota patrulla el crucial Estrecho de Ormuz, al estrecha boca del Golfo Pérsico por la que pasa el 20% del petróleo mundial. En la zona están también el Estrecho de Bab el-Mandeb, frente a Yemen, y el Mar Rojo, que se extiende hasta el Canal de Suez, la vía navegable egipcia que conecta Oriente Medio con el Mar Mediterráneo.
En los últimos años, Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel han acusado a Irán de atacar a petroleros y mercantes, acusaciones que Teherán niega. La Marina estadounidense reportó además una serie de tensos encuentros en el mar con las fuerzas iraníes en los que, según afirmó, fueron innecesariamente agresivas.
Los Tomahawk que se disparan desde buques o submarinos pueden alcanzar objetivos a 2.500 kilómetros de distancia.
Las tensiones entre Washington y Teherán incrementaron después de que el expresidente estadounidense Donald Trump retirara al país del histórico acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales, que aliviaba las sanciones económicas contra la República Islámica a cambio de la reducción de su actividad nuclear y de una vigilancia reforzada.
El enviado especial de Estados Unidos para Irán, Robert Malley, cree que Irán no tiene intención de volver al acuerdo nuclear que firmó con la comunidad internacional en 2015 y el año pasado recomendó que Washington se centre en impedir el suministro de armas iraníes a Rusia en la guerra de Ucrania y en apoyar a los manifestantes durante las actuales protestas en el país.
“Irán no está interesado en un acuerdo y ahora estamos centrados en otras cosas. Podemos marcar la diferencia a la hora de interrumpir el suministro de armas a Rusia y en intentar respaldar las aspiraciones fundamentales del pueblo iraní” en las protestas contra la muerte bajo custodia de la joven Mahsa Amini por llevar mal puesto el velo islámico, y que se han saldado con entre 200 y 400 muertos desde septiembre.
Las conversaciones para el retorno de Irán al acuerdo nuclear están prácticamente paralizadas. El Organismo Nuclear de la Energía Atómica, el OIEA, denunció el mes pasado los impedimentos de Irán a la hora de examinar sus instalaciones mientras que Teherán ha pedido el fin de estas visitas como condición, entre otras inaceptables para EEUU, para retornar al acuerdo.
(Con información de Europa Press, Reuters y AP)
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