El juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos Clarence Thomas justificó este viernes que no estaba obligado a reportar los viajes de lujo que ha hecho durante años pagados por un donante del Partido Republicano porque eran una “forma de hospitalidad de un amigo”.
En un comunicado tras conocerse el escándalo de sus vacaciones, el juez explicó que el conocido donante republicano y magnate inmobiliario Harlan Crow ha sido durante los últimos 25 años uno de sus “amigos más queridos” con el que ha hecho “varios viajes familiares”.
“Cuando entré al Supremo, pregunté a mis colegas y a otros miembros del Poder Judicial y se me informó de que no tenía que reportar este tipo de hospitalidades por parte de amigos personales no vinculados con el tribunal”, dijo.
Thomas aseguró que se ha “esforzado para cumplir ese consejo” y respetar las normas de transparencia desde que fue nombrado en 1991 como juez del Supremo por el presidente republicano George H.W. Bush (1989-1993).
Sin embargo, prosiguió Thomas, el Poder Judicial actualizó el mes pasado el reglamento interno, por lo que su intención es “cumplir con la normativa de cara al futuro”.
La organización de investigación periodística ProPublica reveló el jueves que durante más de dos décadas Thomas, uno de los jueces más conservadores del alto tribunal, aceptó todos los viajes que le ofreció Crow.
Sus pesquisas, basadas en entrevistas y documentos internos, apuntan que Thomas ha recorrido el mundo en el superyate de Crow, ha viajado con él en su avión privado y ha ido con él a un exclusivo resort solo para hombres en California, además de viajar al rancho del magnate en el este de Texas.
Thomas, además, tiene por costumbre pasar una semana todos los veranos en un resort privado que Crow tiene en las montañas de Adirondack, en el noreste del estado de Nueva York.
El juez no incluyó esos viajes en los informes financieros que debe entregar al Tribunal Supremo en cumplimiento con una ley anticorrupción que fue aprobada tras el escándalo del Watergate en la década de 1970.
Según detalló el informe, basado en entrevistas y documentos internos, Thomas recorrió el mundo en las naves del magnate inmobiliario, viajó con él en su avión privado y hasta compartieron unos días de descanso en un exclusivo resort sólo para hombres en el estado de California. También, se hospedó en su rancho en el este de Texas y mantiene la costumbre de pasar una semana todos los veranos en uno de los hoteles privados de Crow en las montañas de Adirondack, en el noreste de Nueva York.
En muchos de estos paseos, inclusive, lo acompañó su esposa, la activista conservadora Virginia “Ginni” Thomas, quien también está envuelta en una polémica por haber presionado al jefe de Gabinete del ex presidente Donald Trump para que anulara la victoria del demócrata Joe Biden, tras los comicios de 2020.
Si bien la ley no prohibe que los jueces del Supremo mantengan relaciones de amistad con donantes o miembros de los partidos políticos, en esta oportunidad podría tratarse de una violación a la Ley ya que el magistrado -uno de los más conservadores del órgano y con un cargo vitalicio- nunca, en estos más de 20 años, incluyó las travesías en los informes financieros que están obligados a entregar al Tribunal.
A raíz de la publicación del informe de ProPublica, algunos miembros del Partido Demócrata cuestionaron su comportamiento. Entre ellos, destacó la legisladora izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez, una de las más duras, quien consideró que Thomas debería ser sometido al proceso de impeachment -es decir, juicio político- ya que esta es la única manera de destituir a un magistrado del Supremo de su cargo vitalicio.
(Con información de EFE)
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