Incomodan, se ve muy feo y huele mal, aunque no se trata ni de contaminación ni de suciedad. El sargazo, un tipo específico de alga color marrón, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las playas de la Florida y del caribe en general.
Periódicamente, cada año, tanto las playas sobre el Atlántico, como las del golfo de México a esta altura del planeta tienen que lidiar con el problema del sargazo, poniendo a prueba -como ocurrió el año pasado- la industria turística de lugares tan populares como Cancún, en México. Pero según los expertos, nada de lo que hemos visto hasta ahora se compara a lo que pudiera llegar en los próximos días.
Una masa gigante de sargazo, que se expande unos más de ocho mil kilómetros y que se calcula que pesa más de 6 toneladas, se está desplazando por las cálidas y cristalinas aguas del mar caribe y parte de ella pudiera llegar a la costa de los cayos de la Florida tan pronto como la semana próxima (se calcula que las playas de Miami se verán afectada más adelante en la temporada de sargazo que va desde marzo hasta octubre cada año).
Si bien el fenómeno siempre existió, desde el 2011 se ha convertido en un problema mayor. La actividad humana y los cambios climáticos favorecen la propagación del sargazo, que inevitablemente termina en las orillas del mar. Durante los últimos cinco años, la cantidad de sargazo en el sur de la Florida y en las islas del caribe ha batido récords, y este 2023 no pareciera ser la excepción.
Es cierto que el sargazo es inofensivo. A diferencia de lo que ocurre con otras plantas marinas, ésta no acarrea ni aguas vivas, ni ningún tipo de insecto que pueda picar a las personas causandoles malestar. Pero al quedar fuera del agua expuesto al sol, el sargazo comienza a pudrirse y el mal olor a veces es insoportable, incluso generando dolores de cabeza a quienes visitan las playas. Además, la exposición continua a este olor de quienes viven cerca de la playa, puede causar problemas respiratorios. Si el olor es demasiado intense, entonces puede espantar a las tortugas que cada año entre agosto y octubre hacen su travesía hacia el mar.
En los Estados Unidos generalmente la situación no llega a tales extremos porque constantemente se está recogiendo el sargazo que queda acumulado en la orilla. Pero esto representa un trabajo extra, y un costo extra, para las municipalidades.
Los últimos años, el condado de Miami Dade ha invertido millones de dólares cada año acarreando sargazo desde las costas hasta centros de procesamiento de basura, o partiendo el sargazo en partes muy pequeñas para que termine mezclándose con la arena.
Si bien la trayectoria del sargazo es difícil de predecir, todo parecería indicar que en esta ocasión la mayor parte del problema se lo llevarán los Cayos de la Florida y las islas del norte del caribe.
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