Los índices de Wall Street cerraron a la baja el viernes, ya que los inversores huyeron del mercado preocupados por la salud de los bancos estadounidenses, después de que reguladores tuvieron que cerrar un prestamista de alto perfil del sector tecnológico, lo que eclipsó un informe de empleo de febrero.
El Promedio Industrial Dow Jones perdió un 1,1%, mientras que el S&P 500 bajó un 1,4 por ciento. En tanto, el Nasdaq Composite cayó un 1,8 por ciento.
Los principales índices de Wall Street registraron fuertes pérdidas en la sesión anterior después de que el prestamista SVB Financial Group, centrado en las startups, vendió acciones para apuntalar su balance. Se trata además de la mayor quiebra bancaria en Estados Unidos desde la crisis de 2008 por volumen de activos.
La negociación de las acciones de SVB, cuyos esfuerzos por recaudar dinero han fracasado, según un artículo de la CNBC, se interrumpió el viernes después de que cayeron más de un 40% antes de la apertura. El banco está en conversaciones para venderse, añadió el informe.
Antes de la apertura del mercado, el informe de nóminas no agrícolas mostró que la economía estadounidense añadió más puestos de trabajo de lo esperado en febrero, mientras que los ingresos medios por hora subieron un 0,2% el mes pasado tras haber aumentado un 0,3% en enero y el desempleo se incrementó al 3,6%.
Los datos moderaron las preocupaciones de que la Fed pueda subir las tasas en 50 puntos básicos en su reunión de marzo después de los comentarios de línea dura del presidente de la Fed, Powell, esta semana.
Sin embargo, los inversores estaban más centrados en las incertidumbres en torno al sistema bancario, dijo John Praveen, director gerente y Co-CIO de Paleo Leon. “Cualquier vibración positiva que surgió del informe del mercado laboral se vio eclipsada por las vibraciones negativas de la situación del SVB”, dijo Praveen.
El banco de las tecnológicas
El Silicon Valley Bank (SVB) era un banco californiano especializado en el sector tecnológico, que tenía negocios principalmente con fondos que invierten en empresas que no cotizan en bolsa.
Poco conocido para el público, era el decimosexto banco estadounidense por el tamaño de sus activos.
La firma, que actuaba en Estados Unidos, Europa, Asia e Israel, ofrecía servicios financieros entre otros a start-up, desde simples cuentas bancarias a asesoría para capitalizarse.
Muy ligado a las empresas tecnológicas, el SVB sufrió por el deterioro del sector: la brusca subida de tasas de interés en Estados Unidos que afecta a un ramo muy dependiente del financiamiento para crecer, sumado a las dificultades de aprovisionamiento de semiconductores y al débil apetito de los inversores por los valores tecnológicos, marcan el final de la euforia tecnológica tras la pandemia.
El pánico se desató luego de que la matriz de este banco, SVB Financial Group, anunciara que intentaría reunir 2.250 millones de dólares en fondos frescos.
El grupo vendió rápidamente un portafolio de 21.000 millones de dólares de títulos financieros, con una pérdida estimada de 1.800 millones.
SVB buscaba fortalecer sus finanzas, fragilizadas por retiros de clientes.
Según el canal especializado en economía CNBC, el banco no logró obtener el capital necesario y negociaba su venta a otra entidad bancaria antes del anuncio de las autoridades regulatorias estadounidenses.
(Con información de Reuters)
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