El Gobierno de Estados Unidos elogió este jueves las masivas movilizaciones en Georgia en defensa de la democracia, después de que Tiflis haya decidido dar marcha atrás a la propuesta de ley de agentes extranjeros.
“La cuestión de todo esto es que a lo largo no solo de las dos últimas semanas, sino de varias décadas, el pueblo georgiano ha dejado muy claro con su voz, con su expresión, que quiere una Georgia democrática, próspera e integrada en la región euroatlántica”, explicó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Price aseguró durante una rueda de prensa que Estados Unidos “seguirá siendo un socio para esas aspiraciones”.
El portavoz estadounidense se sumó a la declaración de la Embajada estadounidense en Tiflis, que celebró que “una vez más, el pueblo georgiano ha dicho claramente que la única opción para Georgia es un futuro europeo seguro y próspero”.
Así, la Embajada respaldó la decisión de retirar los proyectos de ley sobre agentes extranjeros e instó al partido gobernante a que no prosiga con este tipo de legislación, ya que es “incompatible con los valores georgianos y europeos y la protección de las libertades fundamentales”.
“Alentamos a los líderes políticos de Georgia a trabajar juntos con seriedad en las reformas que se necesitan con urgencia para obtener el estatus de candidato a la Unión Europea que los ciudadanos de Georgia desean abrumadoramente”, reza el comunicado de la oficina diplomática.
Washington animó a Georgia a llevar a cabo las reformas necesarias para entrar algún día en la Unión Europea (UE), después de que las autoridades georgianas decidieran retirar la ley sobre “agentes extranjeros”, tras dos días de protestas masivas.
“Animamos a los líderes políticos de Georgia a trabajar juntos en las reformas necesarias para obtener el estatus de candidato a formar parte de la Unión Europea, algo que los ciudadanos de Georgia desean mayoritariamente”, agregó Ned Price.
Este jueves, los promotores del polémico proyecto de ley en la nación euroasiática -el movimiento Fuerza del Pueblo y el partido gobernante Sueño Georgiano - retiraron “sin condiciones” su iniciativa legislativa, ya aprobada en primera lectura por el Parlamento.
Los detractores consideran que el proyecto recuerda a la ley que, desde mediados de 2020, Rusia utiliza para reprimir y prohibir las opiniones críticas de la oposición, las ONG, medios de comunicación y activistas de derechos humanos al encasillarlos como “agentes extranjeros”.
Desde Moscú, el Kremlin aseguró no tener relación alguna con la crisis provocada en Georgia por esta norma, mientras que la oposición georgiana anunció que continuará las acciones de protesta, ya que no se fían del anuncio del partido gobernante.
(Con información de Europa Press y EFE)
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