Como ocurre en varias partes de los Estados Unidos, la ciudad de Nueva York está enfrentando una enorme crisis de sobredosis por consumo de drogas, que algunos ya han bautizado como la “epidemia del fentanilo”.
Según un reporte presentado dos semanas atrás por el Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York, en 2021 2.668 neoyorquinos murieron por una sobredosis de drogas. En 2020, cuando se había batido otro récord, hubo 2.103 fallecimientos de este tipo en la ciudad. Aún sin números oficiales, se espera que en 2022 la cifra haya sido incluso más alta. En el 80% de las sobredosis, hay consumo de fentanilo.
En base a estas cifras es que el alcalde de la ciudad más grande de los Estados Unidos, Eric Adams, presentó su plan de lucha contra las sobredosis.
“La epidemia de los opioides ya se ha cobrado la vida de miles de neoyorquinos, y la pandemia simplemente ha exacerbado la crisis. Hoy, un residente de nuestra ciudad pierde la vida en una sobredosis cada tres horas, por lo tanto es fundamental que usemos todas las herramientas a nuestro alcance para atacar este problema”, decía el alcalde Adams al presentar el plan ante la prensa.
El componente fundamental del plan de Adams consiste en abrir cinco nuevos centros de consumo seguro de drogas. Es decir, sitios en los que los adictos pueden llevar sus propias drogas (en su mayoría ilegales a nivel federal y estatal), y consumir allí, donde les proveen de jeringas limpias para inyectarse y tienen supervisión médica que puede actuar de inmediato en caso de que alguien se inyecte una dosis muy alta.
El predecesor de Adams, Bill De Blasio, ya había abierto dos de estos centros, a los que Adams catalogó de muy exitosos.
“Debemos aumentar nuestros esfuerzos para prevenir las muertes por sobredosis, acercando los tratamientos a las personas que los necesitan. Este plan expande las estrategias de prevención de sobredosis que sabemos que funcionan, para llegar al objetivo de reducir el número de sobredosis al menos un 15 por ciento para 2025″, agregaba Adams.
Además de las jeringas y la supervisión médica, los centros tendrán Naloxona, una droga que revierte los efectos de una sobredosis si se la coloca al comienzo de una crisis. El gobierno de Nueva York distribuirá también tiras de detección de fentanilo. Uno de los problemas que se observan en el país es la presencia de fentanilo en otras drogas (que adulteran para que sean más baratas). Hay gente consumiento cocaína que no sabe que ha sido adulterada con fentanilo y terminan en una sobredosis.
SEGUIR LEYENDO