Comienza la conferencia ‘Our Ocean’ en Panamá: “La pesca ilegal es un problema en aumento en todo el mundo”

En diálogo con Infobae, Mónica Medina explicó cuáles son las principales amenazas sobre este ecosistema y se refirió a los desafíos y objetivos del encuentro que tendrá lugar entre el 2 y el 3 de marzo en el país caribeño

La Subsecretaria de Océanos y Medioambiente de Estados Unidos alertó de las operaciones de pesca ilegal que ocurren en todo el mundo y amenazan al ecosistema marino

Ya en su octava edición, este próximo 2 y 3 de marzo tendrá lugar en Panamá la conferencia anual organizada por Estados Unidos, Our Ocean Our Connection, que reúne a funcionarios y directores de empresas y organizaciones de todo el mundo, que buscan comprometerse con la conservación de este ecosistema.

La subsecretaria para los Océanos y el Medioambiente de la administración de Joe Biden, Mónica Medina, dialogó en exclusiva con Infobae sobre el estado de los mares, sus principales amenazas y los desafíos que expectativas sobre el evento.

Our Ocean Conference, 2023

—¿Cuál es la importancia de los océanos en la vida cotidiana?

—Los océanos son muy importantes para todos, en todo el planeta. Primero, porque nos conectan; gracias a estas áreas comunes podemos estar en contacto con otras partes del mundo. Lo que entra en el océano por un lado puede terminar en la otra punta. Y, además, ahora sabemos que también son importantes por su influencia sobre el aire que respiramos y que controlan el clima. Tienen un rol fundamental en el ecosistema del planeta y, en medio de la lucha contra el cambio climático, exponen cómo éste avanza -por ejemplo con las subas en los niveles del mar y las fuertes tormentas-. Sin embargo, pueden ser una solución a ello ya que captan gran parte del dióxido de carbono que se emite. En definitiva, es uno de los principales corazones del planeta Tierra y un espacio en el que la gente se siente conectada y disfruta su inmensidad, su misterio y su poder.

—¿Qué tan crítica es la situación actual sobre los océanos?

—La realidad es que requiere de gran importancia. Estamos en un momento en el que nuestro planeta está cada vez más poblado y eso mismo está ocurriendo también en los océanos. Uno los ve demasiado grandes como para que puedan dañarse pero, en realidad, necesitamos prestarles mucha más atención que la que hemos estado dándoles porque cada vez están más contaminados, su temperatura es cada vez más alta. Están experimentando cambios dramáticos y eso está impactando en los patrones climáticos y en la seguridad alimentaria, ya que necesitamos de la pesca para alimentar a millones de personas. Estamos en un momento crítico y es por eso que es tan bueno que la conferencia Our Ocean se realice todos los años, para poder dar luz a toda esta cuestión y reunir a Ministros de todo el mundo -no sólo de las carteras de Medioambiente y Pesca- y elevar, así, las conversaciones a otros niveles gubernamentales de todos los países.

—Mientras se desarrolla la Conferencia, en Nueva York tiene lugar otra reunión de suma importancia.

—Allí, el mundo está congregado en una cumbre de las Naciones Unidas en la que se está negociando un nuevo acuerdo sobre la conservación del océano que será crítico para su futuro. Es un momentum. El mundo está prestando atención a los mares y a su preservación.

—¿Qué implica puntualmente este nuevo acuerdo y cómo se alínea con las conversaciones del último año de la Conferencia sobre el Cambio Climático?

—Este acuerdo va de la mano con los esfuerzos y los debates tanto de la COP27 como de la Cumbre sobre la Biodiversidad que tuvo lugar en diciembre. Ésta última fue, particularmente, un punto de inflexión porque en ella el mundo acordó trabajar para alcanzar la conservación del 30% del planeta para 2030, lo que es un número enorme. En lo que respecta a los océanos, no estamos ni cerca de esa cifra por lo que éste nuevo acuerdo que se está tratando de concretar será muy importante ya que permitirá que cerca del 50% del planeta -que incluye a los océanos por fuera de las soberanía nacional y que, por tanto, no pertenecen a ningún país- sea también conservado. Sin ello, sin los cuidados sobre éstas extensas áreas, no podemos llegar al 30% que queremos para 2023, es así de simple.

Monica Medina alertó que los cambios dramáticos impactan en los patrones climáticos y en la seguridad alimentaria (US Embassy Cairo)

—¿Cuándo se conocerá el resultado final de estas negociaciones?

—Confiamos en que para finales de esta semana ya tendremos un acuerdo. Todas las partes están trabajando de forma intensiva, funcionarios de todo el mundo están reunidos en las salas del edificio de la ONU tratando de buscar consenso sobre dos temas fundamentales: el primero, cómo compartir de manera justa y equitativa los beneficios de los recursos marinos que resultan de estas áreas en alta mar -excluyendo los peces y la vida marina- y, el segundo, cómo llevar a cabo exitosamente este proyecto de protección, en línea con otros tratados existentes que abordan temas como la navegación y hasta los recursos minerales en el fondo. Tenemos que hacer que todas las iniciativas puedan funcionar a la par y eso es en lo que se está trabajando estos días.

—¿Qué papel tiene la conferencia en Panamá en un momento en el que el medioambiente se ha vuelto una prioridad en todo el mundo?

—El mundo ahora entiende la importancia de los océanos, inclusive, aquellos países sin salida al mar también están comprometidos con esta causa. El papel del océano alcanza a todos, en todo el planeta y la gente ha empezado a tomar más dimensión de lo delicada que es la situación. Aquí es cuando entra en juego la Conferencia que trabaja para poner el tema en el foco de las conversaciones y para elevarlo al nivel de otros problemas medioambientales más conocidos, como la contaminación por el uso de plástico y la conservación de recursos marinos.

—¿Cuáles son las principales amenazas en este ecosistema?

—La contaminación causada por el plástico es un problema muy serio. Estos materiales están llegando cada vez más a los océanos, a un ritmo alarmante de un camión por minuto. Estamos hundiéndonos en plástico. Creo que, a esta altura, claramente es una preocupación en todo el mundo.

—Hace unas semanas apareció en la costa de Hawaii una ballena muerta que, en su interior, tenía grandes cantidades de plástico. ¿Qué medidas se están tomando al respecto para evitar que esto siga ocurriendo?

—Justamente, estamos trabajando en otro acuerdo para poner fin a esta contaminación, esperamos, de acá a las próximas dos décadas. Eso tendría un impacto positivo muy significativo en los océanos ya que hemos encontrado plásticos en todos los bloques de agua, desde el Ártico hasta Antártico, en todo el planeta. Inclusive las zonas más profundas han sido alcanzadas por este problema y hasta espacios no marinos, como en la cima del Himalaya. Sabemos que es un problema ambiental serio pero tenemos esperanzas de que podremos llegar a un acuerdo al respecto. Y gracias a hechos como el de esa ballena, la gente toma más consciencia sobre estos hechos. Entonces, por más triste que sea ver este tipo de imágenes, sirven para que, de una vez por todas, reaccionemos.

La ballena que murió en Hawai por ingerir grandes cantidades de plástico y redes (AP)

—Desde hace años se está alertando sobre la posibilidad de que en un futuro no muy lejano, lugares como Manhattan queden cubiertos por el aumento del nivel del agua. ¿Se ha logrado revertir esta tendencia?

—El problema es muy real, cada vez más. Basta con buscar en Internet fotos del derretimiento de los glaciares en Groenlandia o en la Antártida para ver que esto ya está ocurriendo. Lo hemos comprobado también en muchas ciudades de distintas partes del mundo y también aquí en Estados Unidos. Miami, por ejemplo, se ha inundado sin la presencia de lluvias, y el estado de Luisiana está perdiendo el equivalente a una cancha de fútbol por minuto debido a estas inundaciones. Sabemos que tenemos que adaptarnos al cambio climático y desde la administración del presidente Joe Biden estamos trabajando intensamente en planes de emergencia para hacer frente a esto.

—Otro de los grandes problemas en los océanos tiene que ver con la pesca ilegal. ¿Qué medidas han implementado para combatir estas prácticas?

—Esta actividad no regulada y no reportada es un grave problema en todo el mundo. Lo vemos en las costas de África, de América del Sur, en el océano Atlántico, el Pacífico, las islas allí… eso sólo como ejemplo de las zonas más afectadas. Sabemos que es un problema que va en aumento y que se suma a los efectos del calentamiento global sobre los peces, que los obliga a migrar a zonas nuevas donde no pueden ser correctamente protegidos. Estamos trabajando con todo el resto del mundo y particularmente en Estados Unidos hemos creado la IUU (Illegal, Unregulated and Unreported) Fishing Action Alliance para tratar de frenar esto con la cooperación de otros países y de la tecnología. Hay mucho que se puede hacer para poner fin a estas operaciones de pesca ilegal que, de lo contrario, derivarán en inseguridad alimentaria en todo el mundo.

—La facilidad con la que estas operaciones ilegales se llevan a cabo en algunos países sugiere la existencia de acuerdos secretos con los gobiernos locales. ¿Cómo se combate esta falta de compromiso por parte de los Ejecutivos?

—Lamentablemente, cada vez hay más pruebas de que los buques pesqueros prenden y apagan sus radares, y que emiten señales falsas para que parezca que están en un lugar cuando -en realidad- están en otro, pescando ilegalmente. Este tipo de actividades son muy frecuentes, por lo que debemos trabajar unidos para hacerle frente. No es suficiente que un país aislado trate de resolver el problema porque estos buques se mueven con gran facilidad y pasan de un lugar a otro y evaden las jurisdicciones -ya sea yéndose a alta mar o hacia otro territorio-. Sin ese compromiso de todos por hacer cumplir la ley no podremos frenarlos; son muy inteligentes, saben perfectamente cómo evadir las normas. Necesitamos unir nuestras redes y adoptar una postura más agresiva contra la pesca ilegal y es casualmente por ello que iniciamos la Alianza. Con ella, podemos elevar los estándares de transparencia y atrapar tanto a los buques en el agua como a las empresas en tierra que se benefician de esto.

La pesca ilegal es una de las principales amenazas al ecosistema marino

—¿Qué importancia tiene la conferencia de este año en Panamá, justamente un país que lleva dos años con emisiones negativas de dióxido de carbono?

—El foco del evento, como cada año, es crear conciencia sobre los océanos y su conservación pero, también, invitar a empresas, organizaciones y Gobiernos a que se comprometan a esta causa con acciones concretas. Ya sea con contribuciones al trabajo sobre la pesca ilegal o sobre la economía azul, en algunos países cuya prosperidad financiera depende de ello. Es una gran oportunidad para que la gente de todo el mundo se reúna y tome medidas sobre la conservación de este ecosistema. En 2022, Estados Unidos consiguió más de 100 propuestas y este año estoy segura de que tendremos aún más. Cada vez que realizamos alguna de estas Conferencias logramos elevar la importancia sobre este tema y que todos entiendan que pueden hacer algo por los océanos.

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