La cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó ligeramente la semana pasada a 192.000, 3.000 menos que la anterior, informó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
En la semana que concluyó el 11 de febrero había 1.654.000 personas que recibían esa prestación, 37.000 menos que la semana anterior.
El porcentaje de personas desempleadas con prestación en esa semana siguió siendo mínimo, y sólo suponían el 1,3 % de la población activa.
La tasa de desempleo lleva cuatro meses consecutivos cayendo y se situó en enero en el 3,4 %, según los datos de la BLS.
Los números de solicitudes contrastan con el momento más grave de la pandemia, cuando en la última semana de marzo de 2020 hubo 6,8 millones de estadounidenses que pidieron el subsidio por desempleo, 6,6 millones más que en este momento.
En la semana que concluyó el 11 de febrero los incrementos mayores en la cifra de solicitudes se registraron en Ohio, con 1.855; Michigan, con 1.530; Massachusetts, con 743; Texas, con 702, y Minnesota con 683.
En la misma semana las disminuciones mayores en la cifra de solicitudes se registraron en California, con 4.297; Pensilvania, con 2.594; Illinois, con 1.956; Kansas, con 985, y Iowa, con 723.
Por otra parte, la economía estadounidense creció a una tasa anual de 2,7% en el trimestre octubre-diciembre, una muestra de solidez a pesar del alza de las tasas de interés y la persistencia de la inflación elevada, informó el gobierno el jueves, en una revisión hacia abajo de su cálculo anterior.
La estimación anterior fue que la economía creció al 2,9% anual en el último trimestre de 2022.
El nuevo cálculo del Departamento de Comercio del producto interno bruto —la producción total de bienes y servicios— significó una desaceleración con respecto a la tasa de crecimiento de 3,2% en el trimestre julio-setiembre. A pesar del crecimiento general del cuarto trimestre, el gasto empresario apenas subió y los consumidores fueron cautos en sus gastos, indicio de que la economía perdió impulso hacia fines de 2022.
Sin embargo, datos más recientes de este mes indican un rebote. Las ventas minoristas aumentaron en enero en mayor grado que en casi dos años, y las empresas crearon una cantidad sorprendente de empleos. La tasa de desempleo cayó a 3,4%, la más baja desde 1969.
Los avances económicos sorpresivamente fuertes de enero probablemente reflejaron el clima más cálido que lo habitual. Pocos economistas prevén aumentos similares en el gasto o la creación de empleos en los próximos meses. La mayoría de los analistas creen que el crecimiento se está reduciendo a una tasa anual de aproximadamente el 2% en el trimestre actual.
Asimismo, se piensa que la Reserva Federal seguirá aumentando su tasa de interés referente en los próximos meses y la mantendrá en un nivel alto hasta fin de año para tratar de domar una inflación persistentemente alta.
El aumento de las tasas encarece las hipotecas, los préstamos automotores y las tarjetas de crédito. Esto podría desalentar a consumidores y empresas de gastar, contratar e invertir y finalmente hundir la economía en una recesión.
La inflación anual se ha reducido desde su pico de 9,1% en junio a 6,4% en enero. Pero mensualmente se aceleraron los aumentos de precios de diciembre a enero, lo que eleva la perspectiva de que la Fed aumentará su tasa de referencia más de lo que había anticipado.
Con información de EFE y AP
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